La misma noche que Fortunato había regresado de ver a sus hijos y sus perros, allá en la lejana Ferrara, nos invitó a su casa a cenar. A su excelencia a los fogones, materializada en unas sabrosas berenjenas rellenas al horno y un salteado de huevos con cebolla y setas, se le sumó un par de botellas de vino de la Ribera del Duero, compradas en su escala en el aeropuerto de Madrid-Barajas. De postre, tiramisú, una cafetera con tueste natural, unas copas de oporto y puros habanos. Todo ello para adornar unas conversaciones cargadas de camaradería, buenos consejos e intereses mutuos por nuestras vicisitudes existenciales. Quizás, el fragmento más jugoso de lo tratado esa noche, tuviera lugar a partir del momento en que Mauricio extrajo un papel del bolsillo trasero de sus jeans y se lo alcanzó a Fortunato, con un gesto que denotaba su impaciencia contenida.
- Decíme qué te parece..... es una carta que escribió mi “amiga”…..a Leví ya se la enseñé al día siguiente de recibirla….. .
Nuestro amigo se encajó los anteojos entre las cejas y con expresión grave la leyó. No tardó más de unos segundos y, con una sonrisa de lado, se la devolvió a su dueño.
- Bueno, ¿qué te parece? – inquirió ansioso Mauricio
- ¿Vos la querés?
- Sí – contestó seriamente
- Entonces, dále palante nomás
- Bueno, ya lo hice……le escribí contestándole – confesó tímidamente, mientras volvió a echar mano al mismo bolsillo que antes y extraía otra carta - Mirá lo que le puse y dáme tu opinión
Fortunato me miró y ambos soltamos una sonora carcajada. Sin sacarse la sonrisa (ésa misma con que desarmaba a las mujeres más cancheras) leyó de nuevo mientras iba aseverando con la cabeza
- Está muy bien lo que le pusiste. Te mostrás flexible pero sin renunciar a tus principios, a la par que demostrás generosidad y carencia de rencor e intenciones ocultas…
- Yo le dije algo parecido – intervine
- Sí, pero hay algo que se me ocurrió el otro día paseando y no me lo puedo sacar de la cabeza, aún cuando mi decisión de continuar recto sigue en pie….¿y si la mina lo que quiere es vengarse de mí por haberla puesto en cierto ultimátum, dejando que la relación quedara en un estéril stand by, y me escribió su carta para arrastrarme hacia ella y luego tenerme a su merced?
- A mí eso me parece muy rebuscado. Está bien que la claridad es patrimonio de los hombres pero….no sé, creo que en ese caso habría sido más sutil y no te habría mandado unas letras como ésas, tan cargadas de significado sino que hubiera optado por algo en apariencia inócuo para que tu te volvieras a asomar….tal vez te habría llamado preguntándote alguna boludez sobre un teléfono de alguien o si se dejó en tu caso un libro, unos aros o algo así….Luego, te habría incitado a metieras la cabeza hasta el fondo y entonces sí te la habría cortado…
- Sí, es muy interesante eso que apunta el amigo Leví….se ve que va aprendiendo rápido el flaco y vos, Mauricio, deberías hacer lo mismo, sino te vas a quedar rezagado..
Mirá, andá a saber lo que pasa por la cabeza de ella pero vos, si la querés, tenés que jugártela. De lo contrario, no te vas a sacar la duda de encima, y es más difícil vivir con dudas que con un fracaso. Por otro lado, si lo que busca es venganza, entonces está claro que es una mujer que no valía la pena….y que la disfrute si con ello su vida mejora en algo, que no lo creo…..El orgullo bien entendido tiene que llevar a la verdad y no a un choto ánimo de revancha que vale para bien poco....Suena a tópico pero: el amor es para los valientes, y los cobardes quedan excluidos….En toda relación fructífera, las partes tienen que hacer concesiones y ser tolerantes con los errores cometidos sin intencionalidad porque hay algo que tiene que abundar en ella y es la generosidad…¿entendéis lo que quiero decir?
Dijimos que sí al unísono mientras, Fortunato, alzando la copa, proponía un brindis:
- Por nosotros caballeros, y por las vidas
- Le Jayim
- Le Jayim
* LAS CARTAS MENCIONADAS APARECEN EN LOS TEXTOS PUBLICADOS EL PASADO DÍA 6 DEL PRESENTE MES (LA DE ELLA) Y EL DÍA 8 (LA DE ÉL).