martes, 29 de julio de 2008

VACANCES

Ya estaba de vacaciones pero había decidido no largarme a ninguna parte. Todo el año soportaba el metro atestado de gente, los parques llenos de viejos chotos que se la pasan escupiendo y a nenes gritones pegando patadas a la pelota, como para no desear, en estas fechas, cultivar mi misantropía a la sombra de las paredes de mi casa y con el aire acondicionado como fiel compañero. Que los demás se fueran a la playa, cuantos más mejor, y se quedaran allá o estiraran su estancia lo máximo posible. Yo, no tenía más planes que dejar pasar el tiempo haciéndole unas cuantas gambetas al tedio para que no doliera. Me levantaría tarde, saldría a desayunar a la calle, comería a cualquier hora y me tiraría en la cama a ver absurdos, y repetidos, programas de televisión además de soportar las interminables sucesiones de vacíos spots publicitarios olvidables una vez vistos (¿de dónde carajo sacan, salvo honrosas excepciones, a los que trabajan en tv y en Publicidad??) . También leería la pila de novelas negras que compré la semana pasada y navegaría por Internet, intrigado por ver caras nuevas en las habituales páginas de porno tailandés, aguardaría la inauguración de las Olimpiadas con la consiguiente retransmisión de eventos deportivos y repasaría las necrológicas, los contactos y absurdos cursos de formación profesional en el periódico. En fin, un panorama existencial nada envidiable pero que me permitiría descontaminarme de indeseables radiaciones ajenas. Y D-os sabe cuánta falta me hace….¡¡

sábado, 26 de julio de 2008

LEVÍTICO (una de Leví)

Vilma seguía en España y apenas hablábamos un par de veces por semana. A pesar del reciente encuentro en Mar del Plata, nuestro fin como pareja estaba decretado y el viaje de ella no hizo más que facilitar el trámite. Ya sólo nos unían los cuerpos, el deseo de nuestras pieles, en clara confrontación con la divergencia mental que nos separaba. Sin embargo, yo no me sentía afectado sino, curiosamente, liberado. Desde hacía tiempo otra persona latía en mí, aún cuando únicamente la había visto una vez y apenas intercambiamos unas frases y unas miradas. Y hacía meses de ello. Por aquél entonces, cuando la conocí, yo estaba con una loca y , seguidamente, me enganché con Vilma, por lo que había dejado sin resolver ese encuentro, esa atracción, desafiante y misteriosa, cuyo significado se me escapaba pero me tentaba descubrir. Confieso, con algo de pudor, que durante el tiempo que estuve con esas dos mujeres, en más de una ocasión pensé en ella mientras hacíamos el amor. Imaginaba sus caderas estrechas, con ese toque un tanto andrógino que me seducía, sus pechos pequeños, la mirada de sus ojos claros, los labios finamente contorneados y sus piernas delgadas rodeando mis riñones. Incontables veces ideé presentarme en la librería de la av. Corrientes, donde trabajaba e invitarla a comer o a cenar y así empezar a conocernos. Pero, estaba comprometido e iba postergando los demenciales planes de acción que se me pasaban por la cabeza, difiriéndolos en el tiempo y la realidad.
Por fin, ayer, en un arrebato de decisión, acudí a comprar unos libros y de paso, verla. O más bien al revés. La detecté al instante de entrar en el local: apostada junto a la caja leyendo una edición de bolsillo. No me vió aparecer, y me entretuve paseando entre las mesas cargadas de novedades y escrutando las estanterías, esperando que reparara en mí a ver si me reconocía. Estaba tan concentrada en la lectura que no cayó en la cuenta de mi presencia hasta que me acerqué a su puesto con cuatro libros bajo el brazo.
Levantó los ojos y dió un pequeño respingo al verme
- ¿Cómo andás? – pregunté con naturalidad, como si nos conociéramos y nos viésemos asiduamente
- Bien ¿y vos?
- Pues por acá ando, comprando unos libros….me quedé sin lectura y además quería verte
- ¿Todavía te acordás de mí? – inquirió con falsa sorpresa y la mejor de sus sonrisas
- ¿Lo dudás?
- Bueno…..no tuviste mucho apuro en regresar…
- Eso no significa que no me acordara de vos…..tenía asuntos pendientes que finiquitar antes de presentarme acá
- Ah
- ¿Querés cenar conmigo? - me mandé el lance
- ¿No me vas a preguntar si tengo novio? – dijo con coquetería tras tomarse unos instantes en considerar sus palabras
- No
- Entonces, ¿me esperás cuando salga?
- Dále


Me cobró, metió los libros en una bolsa y antes de irme me añadió:

- Me alegro que vinieras….ehhh
- Leví, por ahora llamáme Leví, como hace todo el mundo…..ya tendrás tiempo de llamarme de otra forma
- Encantada, Leví, yo soy Mariel.

http://es.youtube.com/watch?v=nkKxGzm98AU

El texto y el tema están dedicados a mi amigo Mauricio Melul. Él ya sabe.

jueves, 24 de julio de 2008

EPÍLOGO DEL EPÍLOGO (Conversación a tres bandas)

El pasado miércoles, Fortunato, Mauricio y yo, nos reunimos en casa del segundo. El primero, se ocupó de llevar buenos vino, el anfitrión puso la mesa y yo aporté comida japonesa. La conversación que sostuvimos fue, más o menos, como paso a describirla:

- Fortunato: ¿Entonces asunto olvidado?

- Mauricio: Digamos que liquidado….el olvido todavía se va a ver asaltado por recuerdos fugaces y ciertas imágenes de tanto en tanto…

- Leví (yo): Vos sabés que tu vida no pasa por esa mina, ni por ninguna otra….tu vida sos vos y todo lo demás es circunstancial….

- Hay una cosa que quiero preguntarte Mauricio ¿qué es lo que más te duele de todo esto?

- Humm, la verdad, es que lo que más bronca me da, es que me quedo con la sensación de haber sido un boludo que estaba ahí, que pasó por su vida en un momento dado y que lo mismo que fui yo, podría haber sido cualquier otro que le hubiese brindado un poco de atención y comprensión….¿por qué me lo preguntás?

- Porque suponía que me ibas a responder algo así y porque yo no lo veo igual que tú.

- ¿Ah, no?

- No, y si te vale para tu autoestima, te diré que estoy seguro que ella no se habría liado con cualquiera. Te eligió a vos y luego, por la razón que sea, se borró…así que ahora, lo que tenés que hacer es dedicarte a tu trabajo, hacer deporte, comprarte libros y formatear tu mente y tu corazón. En modo alguno tenés que dar tiempo a que este fracaso madure….Mirá, si esto que te pasó a vos le hubiera ocurrido a Leví, sólo bastaría con decirle que, para una mina que se divorcia, que le salga mal una aventura posterior es una mera incidencia, un hecho carente de significación…Esto, a nuestro buen amigo, le habría tocado en su vanidad e inmediatamente habría encerrado la historia en lo más profundo de su memoria para no liberarla nunca más….el orgullo y la vanidad a veces se convierten en nuestra salvación…

- Yo también te quiero preguntarte algo ¿vos no pensaste que a lo mejor sólo era capricho?

- No lo sé….Ahora sería muy fácil decir que sí pero, me inclino por pensar que sí estaba enamorado de ella…..yo no soy de ésos que tras romper con una mujer, se excusan con: “en realidad no la quería” u otro tipo de mentiras piadosas para con uno mismo

- Bueno, muchachos, todo esto está muy bien pero me parece que el tema ya no da para más. La querías, ella no te correspondió en igual medida, no te va a llamar, menos escribir, y vos tenés que concentrarte en tus cosas. ¿Ok?, ahí lo vamos a dejar. Y ahora, les tengo que dar una noticia : Voy a escribir novela negra.

Mauricio y yo nos miramos, cómo si no comprendiéramos lo que acabábamos de escuchar. Fortunato, consciente de nuestro desconcierto, añadió:

- Si Paul Auster lo hizo, utilizando el pseudónimo de Paul Benjamin y John Banville con el de Benjamin Black, yo, Fortunato Archevolti, seré Arnoldo Kaminski. Desde la adolescencia siempre me atrajo el género y de grande, leí no pocas durante mis esperas en aeropuertos o en la soledad de una habitación de hotel….Un día me pregunté si sería capaz de escribir algo digno en la materia y la semana pasada decidí que iba a intentarlo. Hablé con un editor conocido y le pareció muy buena idea. Así que, ya comencé con la primera entrega e incluso he esbozado una breve biografía ficticia que aparecerá en la solapa de los libros…

- ¿la primera entrega?

- Sí, qusiera escribir tres

- Bueno, bueno, así que Leví va a escribir para televisión, vos vas a escribir novela negra y yo, por fin, asimilé mi fracaso…esto se merece un brindis ¿no? – dijo antes de desaparecer por la cocina y regresar con una botella de champagne y tres copas.

- Venga, muchachos, vamos a brindar – propuso tras llenar las copas.

- Por nosotros

- Le Jayim

- Le Jayim.


http://www.youtube.com/watch?v=OYjI71W5kaI




lunes, 21 de julio de 2008

OÍDO FINO

Tras pasarme toda la tarde tumbado en el sofá leyendo una novela de Marc Behm, concretamente “La mirada del observador”, bajé al New Capitan a cenar unos varenikes y despejarme un poco. En la mesa ubicada justo a mi espalda, dos treintañeros bien vestidos mantenían esta curiosa conversación:
……………………………………
- Che, no se si pedirle que se venga a vivir conmigo…

- ¡Ni se te ocurra, boludo! Si querés que te pertenezca, no se te ocurra rendirte ante ella y perder la cabeza. Tenés que seguir manteniendo cierta posición de superioridad…¿o te creés la sinceridad y fidelidad de su entrega?

- Ya, pero lo malo es que la quiero, estoy enamorado de ella…

- Mirá, siendo eso ya de por si muy malo, hay algo mucho peor, y es que ella se entere. Dado que vos sos un tipo de corazón tierno, espero que te reprimas y cuando después de coger, ella apoye la cabeza sobre tu pecho, no se te ocurra enternecerte , porque si pensás que abrirle tu corazón va a ser suficiente para conservarla, entonces sos más ingenuo de lo que yo creía.
Ella está con vos porque lo contrario no le conviene. …

- La verdad, flaco, es que lo tenés todo tan claro que a veces me da miedo hablar contigo..

- Bueno, ya sabés que siempre tengo razón. Tal vez porque no soy un sentimental como vos y por tanto no deformo las cosas…

- Entonces…¿qué hago? ¿no le digo que estoy enamorado de ella y que venga a vivir conmigo?

- No, no,no… Vos tenés que darle una de cal y otra de arena, que nunca sepa a que atenerse. Tenés que alternar las caricias con el desprecio y la indiferencia, para que vea que estás acostumbrado a que te amen, .. y crueldad sin disimulo…pero tampoco vayas a pasarte de duro ¿eh? …también tenés que enseñar una parte vulnerable, de niño, porque a ellas les gusta sentirse como madres…Ah, y un buen truco, buscáte a alguna amiga, guapa, con la que jugar a la seducción y sacar a relucir un siempre eficaz juego de sexualidad indirecta. Que tu novia sienta la competencia y tu capacidad de macho deseado…
Tu obligación es ser sincero con vos mismo, no con ella......

- La verdad que es no se si seré capaz de hacer lo que me decís, y eso que se que tenés razón…..

- Vos verás lo que hacés, pero luego no me digás que no te advertí. Si vas de blando te va a utilizar, va a dejar de admirarte y respetarte… y, al final, te dejará tirado, sin el más mínimo remordimiento, cuando tenga a mano otra víctima propiciatoria….Un escritor, cuyo nombre no recuerdo, dijo que cualquier mujer que no sea estúpida, antes o después encuentra un hombre sano y lo reduce a escombros. ¿Querés ser ese hombre?. ¿No? ..entonces, hacéme caso.

- Me tenés podrido, boludo ¡¡¡¡. Siempre tenés razón…¡¡¡. (risas)

- Por supuesto, y ahora andá, llamá al mozo y pedí más vino… ¿o nos tomamos algo más fuerte…?

Cuando se marcharon, encendí un cigarrillo y pensé en Mauricio Melul y, en algo que una periodista uruguaya me había dicho días atrás: "¿Sabés qué diferencia hay entre el amor y el capricho?. Ninguna, salvo que el capricho dura más". Por suerte, mi amigo ya estaba poniendo punto final al Epílogo de su última historia. Era amor, supongo.

http://www.youtube.com/watch?v=doouuOuoat8

sábado, 19 de julio de 2008

No sé qué de Televisión

Era una mañana soleada, ideal para caminar pero mi amigo, Mauricio Melul, me había citado en su productora para hablar de no sé qué asunto de televisión. Pasaban de las once cuando entré en su despacho; un espacio minimalista, decorado con el gusto exquisito de quien vió mundo y anda sobrado de dinero. Nos saludamos, me invitó a un café e inmediatamente abordó la cuestión:

- Mauricio: Te comento…..este va a ser un programa de entrevistas, sofisticado pero sin caer en el snobismo, donde acudirán escritores, actores, periodistas y personajes relevantes de la cultura argentina…..….para que te hagás una idea, te adelanto que queremos contar, en nuestras primeras emisiones, con Marcelo Birmajer, Guillermo Martínez y Sandra Mihanovich…

- Leví, o sea, Yo : ¿Sólo personajes de la cultura?

- Sí, no te preocupés, que no vamos a llamar a ningún pelotudo futbolista o alguno de esos gatos que se las dan de vedettes o modelos…tenemos en mente un programa para personas con cociente mental mayor de 80…

- Mirá vos, y yo que tenía morbo por saber si la turra de Bombita Villanueva se había cogido a aquél petisito de River….¿cómo se llamaba? Ah, si…Muñeco Peralta…¿ che, qué te sale del cruce de una Bombita y un Muñeco?

- Andá, dejáte de joder, que te hablo en serio ¡¡…. Ya sé que vos considerás la televisión un mundo de tarados y no seré yo quien te lo niegue, pero mirálo de otro punto de vista…no veas esto como un laburo sino como una colaboración con un amigo…además, hay bastante guita

- Ah, bueno, haber empezado por ahí……

- Entonces la semana que viene te aviso y empezamos con el asunto…Ya sabés que me gusta mucho cómo escribís y cómo pensás….. y te necesito para perfilar el formato del programa, redactar los cuestionarios de preguntas, etc….

- O.K. y…….¿de lo otro? ¿tenés alguna novedad para contar? – pregunté, dando otro sesgo a la conversación

- ¿Te referís a …..?

- No, me refiero a tu tía ¡, claro, boludo

- Bueno, bueno, no te enojés….no,no hay novedades; ni me llamó, ni me mandó un mail ni me escribió…ni nada de nada..

- ¿Y vos tomaste alguna decisión en Mar del Plata?

- Sí, ir a lo mío y listo…no puedo esperar al pedo a una mina que no me quiere y mucho menos andar mendigando afecto…yo busco un amor que me sacuda, que trastoque mi existencia y me haga sentir vivo….y ella no puede dármelo

- Mirá, no te voy a decir la boludez de que te busqués a otra, porque todos sabemos que eso es una estupidez y que el amor se presenta sin buscarlo….sobre todo si no lo buscás…pero lo que sí te voy a decir, es que te olvidés de los reveses pasados, que no perdás más el tiempo luchando por alguien que anda en otras guerras…ella te dejó marchar, flaco y no movió un dedo por recuperarte….

- Tenés razón pero….todavía recuerdo sus lunares, su tatuaje, el olor de su perfume, lo concentrada que se ponía cuando manejaba, cómo puteaba a los tacheros, lo cariñosa que se volvía al tomar vino blanco.… uf ¡..Por otro lado, es bastante ciclotímica y te tenés que bancar sus cambios de humor y sus inseguridades, como si le acobardara ser feliz y le guardara rencor a la vida…

- Cortála con eso, no te hace ningún bien..

- Lo sé, pero dejáme disfrutar unos días de mis nostalgias antes de cerrar la puerta para siempre…yo no estoy acostumbrado a engancharme de nadie así que todo esto es casi novedoso para mí…..me cuesta reconocer que no era…

- ¿La Mejor?

- Sí, La Mejor….



viernes, 18 de julio de 2008

BÚSQUEDA

Vilma se había ido por unas semanas a España, Fortunato andaba de promoción en Centroamérica y Mauricio huyó a Mar del Plata para intentar sanar su alma. Ante tal espantada, me quedé solo, escribiendo como un poseso y dando largos paseos por la ciudad. Todos los días descubría nuevos parajes urbanos de los que me quedaba prendado y edificios singulares que retrataba con mi cámara para luego enmarcar y colgarlos de alguna pared. Disfrutaba de mis caminatas en busca de lo exótico, escapando de las masas humanas que se concentraban en las grandes avenidas y perdiéndome por calles estrechas, secundarias, y poco concurridas. Me entretenía imaginar la vida de los propietarios de esas construcciones; seres anónimos pero no por ello carentes de secretos que esconder. Pensar en estos individuos me liberaba de los personajes de mi próxima novela y permitía que el tiempo transcurriera impreciso, provocándome una grata sensación de liviandad y despreocupación. Sin embargo, apenas regresaba de nuevo a mi departamento, me sentía invadido por mis creaciones, que aguardaban ansiosas demandándome atención. Por eso, necesitaba escaparme todos los días un rato, con la excusa de buscar lo bizarro pero la certeza de encontrar otra cosa......una determinada metafísica.

martes, 15 de julio de 2008

ENCUENTRO CON AMIGO EN PIZZERÍA

Estaba hambriento pero me daba pereza ponerme a cocinar así que, en un arranque de voluntad, me duché, cambié de ropa y salí a tomarme una pizza y una cerveza en El Ombú. El local, por fortuna para mi galopante misantropía, apenas estaba concurrido pero, con todo, me dirigí hacia el fondo, donde el elemento humano era aún más escaso. Mientras me decidía por una mesa, advertí la presencia de mi amigo, Mauricio Melul, sentado junto a la ventana. Tenía un whisky delante y miraba, pensativo, el cigarrillo que sostenía entre sus dedos.

- ¿Qué hacés acá? – pregunté al llegar a su mesa

- Nada, tomando una copa nomás…. – respondió en tono más bien tristón

- Andá, contá ……¿es por la mina ésa, no? ¿la divorciada?

- Sí…..se acabó

- ¿Qué pasó?

- Hice caso de lo vos me dijiste que, por otro lado, es lo que pensaba yo pero…resultó que Fortunato volvió a tener razón y nosotros nos equivocamos.....

- Dáme más detalles

- La llamé, me sinceré con ella….y la mina me soltó que me quiere pero no me ama, que la pasa bien conmigo pero no quiere compromisos, que ella no ofrece garantías, que ya dependió mucho tiempo de otra persona, que tiene que pensar en ella y todo eso….

- Bueno, te salió mal pero hiciste lo que tenías que hacer…..pensá que dos personas grandes como ustedes no pueden andar comportándose como adolescentes…¿qué querés? ¿una mujer o una pendeja?......vos te quedaste con la conciencia tranquila... le brindaste una oportunidad y ella no la tomó, por lo que sea, y prefirió seguir un camino distinto al tuyo…..que le vaya bien, flaco….

- ¿Sabés qué es lo que más bronca me da? Haberme equivocado con ella…pensé que era especial, única, distinta….que era La Mejor, como a vos te gusta decir….

- ¿Le dijiste esas cosas?

- Claro….

- Bueno, entonces no podés hacer nada más….si le interesás, te va a llamar en unos días, cuando reflexione sobre vos, ella y lo sucedido y sino…..no te queda otra que joderte

- Y pensar que yo me las daba de seductor y me sentía tan afortunado por haberla encontrado….¡

- No te torturés más…te merecés a una mujer que te quiera en la misma medida que vos a ella

- Tenés razón

- A menudo la tengo…..¿Otro whisky?

- Dále, que me mate el alcohol…… ya que el amor no pudo.

lunes, 14 de julio de 2008

CONVERSACIÓN MASCULINA A TRES BANDAS

Era jueves, y a una mesa del Ombú estábamos sentados Fortunato, Mauricio Melul y yo. El segundo pedía asesoramiento al primero mientras yo escuchaba y miraba a los transeúntes a través del ventanal.

- Mauricio: Sabés lo que más me jode de esto, flaco ?, que todo es un malentendido amoroso: ella cree que yo ya no la quiero y yo opino lo mismo de ella y, al final ¿sabés qué va a pasar? Que los dos vamos a caer en brazos de otros

- Fortunato: Bueno, no te quejés….yo te avisé cuando me contaste que salías con una divorciada…

- Sí, me lo dijiste pero…..

- Ese tipo de minas es para tipos con paciencia y nada pretenciosos….y vos no tenés aguante para tanto….mirá, esas mujeres tienen un rasgo característico, que es la confusión; no saben qué buscan, qué quieren ni qué les conviene…y todo lo que hacen, lo hacen mal….Te entiendo..... a mí me pasó una vez, y es fácil engancharse con ellas, porque tienen una onda especial que las hace atractivas pero….triste destino le espera al varón que se les acerque, dado que están demasiado concentradas en si mismas….en su egoísmo alentado por el psicoanalista de turno, porque todas van a uno, y que les calentará la cabeza con todo eso de “ahora tenés que mirar por vos misma” y bla bla bla”….Dejá paso a un “hombre termo”, uno de ésos que calientan para otros…y llamála en un par de años
Por otro lado, yo que vos no estaría tan seguro de que no sea más que falta de comunicación….a lo mejor sólo andaba caliente y lo más que sintió por vos fue deseo y cariño…

- Entonces ¿qué hago?

- Nada, bancáte lo que hay, como un hombre y jodéte..

- ¿Vos qué pensás Leví? – me preguntó Mauricio

- a éste no le preguntés, porque le encantan las cosas difíciles y te va a animar a que sigás adelante, perdiendo tiempo, plata y categoría en una historia que va a darte más disgustos que alegrías… - intervino Fortunato

- Yo: No sé….ya sabés que Fortunato siempre tiene razón pero, yo, la verdad es que siempre me empeño en lo difícil, porque lo fácil no me estimula y mi cerebro necesita enfrentarse a retos constantemente. Me gusta luchar contra aquello que asusta a los demás y les provoca rendirse…es mi espíritu ariano y rebelde

- Te voy a dar un consejo, y se querés lo tomás y sino, lo dejás: dejála madurar, a ver si cae por su propio peso….que sienta tu ausencia y le salga la romántica que toda mujer lleva dentro…

- ¿Te parece?

- Sí

- ¿Y vos, Leví, que decís a esto? – me inquirió nuevamente

- No es mala táctica. Esperá a que se te acerque y luego hablá con ella, poné las cosas claras y decíle que juegue con cartas sin marcar…que ya sois grandecitos para andar con boludeces y perdiendo el tiempo…corrés el riesgo de que te salga con un ramillete de mentiras para justificar su confusión y su miedo pero, vos despejás las dudas y te quedás con la conciencia tranquila

Fortunato se giró hacia mí, me miró con admiración unos instantes y, sin quitarse una sonrisa ladeada de la boca, sentenció:

- aprendés rápido, Leví

- tengo buen maestro

- Che, una pregunta más – dijo Mauricio- ¿pedimos otro vino o repetimos con el mismo?

- mejor pedimos otro más caro, que hoy pagás vos

- no hay nada como los amigos….

- Dále, pedí ¡

viernes, 11 de julio de 2008

OBITUARIO IMAGINARIO (4)

Quienes le conocieron, coinciden en que al pequeño Bergelson no le gustaba tocar el violín. Sin embargo, Shlomo, inició sus estudios musicales a los tempranos 4 años y, a los siete, ya era discípulo del reputado maestro Viktor Leviev quien, a lo largo de su vida tuvo otros alumnos luego famosos, entre ellos Sasha Aronson o David Feffer.

Bergelson, como otros tantos ilustres violinistas, nació en la ciudad ucraniana de Odessa, el 13 de abril de 1905. A los 11 años, ya poseía la técnica y el dominio musical suficiente para debutar en público, bajo la dirección del director y compositor Alexei Gomelski. Apenas un año más tarde, se traslada a San Petersburgo, donde perfeccionó su arte junto al legendario Eugene Aiszenstein, que supo inculcarle el amor por el violín y la definición de un estilo propio.

La carrera internacional de Bergelson no tardaría en comenzar. Durante la I Guerra Mundial, dió conciertos por toda Rusia, colaborando con su amigo y afamado pianista Nathan Lippman. En 1928, ambos abandonaban Rusia y Bergelson llegaría a París, con los bolsillos vacíos y un viejo violín como liviano equipaje. En la capital francesa, llegó a tocar en cafés para poder sobrevivir. Sin embargo, su enorme talento no pasa desapercibido y, en breve, se le presentaría la oportunidad de su primer viaje al continente americano, donde cosechó sonados éxitos y donde acabaría radicándose, concretamente en Argentina, tras la invasión alemana de Polonia.

Algunos críticos le achacaron un exceso de virtuosismo, poca profundidad y ser demasiado frío. Tal vez el despliegue de su técnica pudiera dar esta impresión pero, sus numerosas grabaciones nos permiten apreciar a un músico con una gran hondura de sentimiento y a un violinista que entró por méritos propios en la leyenda. Acaso su nombre no sea tan familiar al gran público como el de Menuhin, Milstein o Heifetz pero, para los entendidos, la pureza y belleza de los sonidos extraídos por Bergelson de su viejo Stradivarius de 1718 lo convirtieron en un intérprete no menos importante.

Finalizada la II Guerra Mundial, reanudó sus conciertos por Europa, actuando con las más reputadas orquestas y dejando asomar también su faceta como creador. Al respecto, dejó un legado de composiciones propias, que lo definen como un trabajador incansable.

Su hijo menor, Benjamín, fruto de su unión con la mezzosoprano Natalia Steinhauer, recogió el testigo paterno y, hoy en día, es uno de los violinistas más reconocidos del panorama internacional.


Shlomo Bergelson, violinista, nació en 1905 en Odessa y falleció, de un infarto, el pasado 30 de junio en Buenos Aires.

martes, 8 de julio de 2008

ENTREVISTA

Fragmento de la entrevista realizada el pasado día 3 del presente mes al escritor Fortunato Archevolti en un canal de la Televisión Pública española:

- Entrevistadora : Muchos le consideran un escritor italiano, otros argentino y no pocos, un autor eminentemente judío ¿usted qué se considera?

- Fortunato: Yo me considero un escritor, sin más. No tengo ninguna filia por los etiquetados…

- Sus últimos libros ya no transcurren en Italia sino en Buenos Aires. ¿Hasta qué punto tiene esto que ver con su actual residencia en esta ciudad?

- Nací en Buenos Aires y llevaba bastante tiempo sin volver. Al hacerlo, experimenté la renovación de un amor interrumpido por la distancia, diferido en el tiempo pero nunca destruido. Sus calles me transmiten la certeza de que allí todo es posible y además, considero al argentino un individuo con vocación de personaje, lleno de rarezas, matices y singularidades bien arraigadas. No es casual que allí continúe tan en boga el psicoanálisis…..hay, por otro lado, un cosmopolitismo de esencia que impregna a la ciudad y sus habitantes, que me cala muy hondo y estimula mi imaginación con gran facilidad. Allí uno puede tener de vecino a un criminal de guerra croata, un campesino italiano, un científico alemán o el sobrino de algún sultán turco….y todo esto como si fuera lo más natural del mundo…Por ejemplo, mi familia tenía trato de amistad con personajes tan singulares como Gino Olivetti, Beppo Levi o Laszlo Biro…….y a un hermano de mi abuelo incluso se le vinculó sentimentalmente nada menos que con Margherita Sarfatti……

- En su última novela, y también en su reciente libro de cuentos, vuelven a aparecer el azar, las causalidades o casualidades, la irrupción de personas decisivas en nuestras vidas y la redención….volviendo a confirmarnos que son variables básicas en su obra…

- Sí, es así. Yo sufrí en carne propia lo que es caer a un vacío que no parece tener fondo. Estuve al otro lado de la vida. Una mujer y escribir fueron las dos cosas que me salvaron de tomar una decisión drástica, de imponer mi voluntad a un miedo ancestral e incluso religioso a levantar la mano contra mí mismo….Por eso conozco los mecanismos que nos mantienen asidos a querer vivir o bien aquellos que nos la vuelven algo feo y doloroso…..
También, tengo que reconocer que siempre me sentí fascinado por el personaje central de la novela “La Garza”, de Giorgio Bassani. Edgardo Limentani tiene en mi existencia más significación que la mayoría de las personas que he conocido…

- Usted es un escritor que goza del favor del público y crítica, y sus libros ocupan posiciones de privilegio entre las listas de más vendidos…¿no tiene miedo de perder objetividad? ¿de caer prisionero de la vanidad?

- Yo no le tengo miedo a nada, y mucho menos a la vanidad, dado que sin ésta, no sería posible la creación. No voy a entrar a valorar mi calidad como escritor, porque eso lo dejo en mano de los críticos, de los cuales algunos incluso entienden algo de literatura pero, sobre el público, le diré que me leen porque mis libros le permiten obtener una experiencia más intensa de la vida. Pocos leen para tener más cultura y, mucho menos, novela.

- Una última pregunta antes de irnos a Publicidad….es un hecho sabido su éxito entre el género femenino….¿tiene algún tipo determinado de mujer?

- No, no soy tan simple de caer en ese tipo de absurdos. Ahora bien, debo decirle que, las que más me gustan, por experiencia lo digo, son las morenas de piernas largas, pelo oscuro con tendencia al ensortijamiento, y ojos del color de la Coca-Cola cuando le incide laluz. Y añadiré, que me da morbo Amy Winehouse. Esta chica, si un hombre la sacara fuera de ese ambiente en el que se mueve, se convertiría en una magnífica esposa y madre. Me encantaría verla sin esos peinados estrafalarios ni tanto maquillaje….sólo vestida con jeans, camiseta y zapatillas, paseando a su hijo por las calles de Auckland, por citar el primer lugar que me viene a la cabeza.


*Aclaración: Fortunato se expresa en un castellano "madrileño", dado que residió durante años en la capital de España.

domingo, 6 de julio de 2008

EL OTRO y YO

A los dos días de mi último encuentro con Fortunato, me fui a Mar del Plata. Mi amigo Mauricio Melul me había dado las llaves de su departamento y yo había alquilado un auto para el viaje. Necesitaba ausentarme de Buenos Aires, aunque sólo fuera durante tres o cuatro días. No es que no pudiera bancarme el amor sino que mi universo se asemejaba a un espejo resquebrajado en piezas que no casaban las unas con las otras. Me sentía presa de una inmensa conspiración contra mi vida interior y la incertidumbre parecía imponerse a todos mis actos. Estaba harto de un destino dependiente, de una realidad a la que todo llegaba pero nada pasaba como yo quería. Precisaba estar solo, debatir con mi propia conciencia y poder decir la última palabra.

Al llegar, mediodía tardío, dejé mi bolsón en el departamento y salí a comer. Las calles estaban casi desiertas, algo nada extraño en aquella época del año y mucho menos cuando, como ése día, un cielo de grises oscuros amenazaba con descargar agua de un momento a otro. A mí me gustaba esa carencia humana por las veredas, y me reconfortaba sentir el viento en la cara y una finísima llovizna sobre la cabeza. Obedeciendo a un impulso iterado en días similares, paré en un kiosco a comprar cigarrillos. Fumé con placer aspirando con fuerza pero sin tragarme el humo, delatando mi condición de fumador ocasional. Algún psicoloco diría que mi afición por fumar esos días era algo relacionado a la lluvia que caía el día de mi nacimiento y una añoranza del primer contacto con los pechos maternos. Quizás incluso estuviera sufriendo un Complejo de Edipo sin resolver pero igual me daba. No tenía pensado ni acostarme con mi madre, ni matar a mi padre.

Durante el almuerzo, di cuenta de un pescadito demasiado hecho, acompañado de papas y una botella de un vinito blanco más que decente. Rematé con dos cafés y salí otra vez en busca de las calles y la lluvia. Quería caminar y perderme. Como dijo alguien, una vida es como una ciudad: para conocerla hay que perderse en ella. Y yo estaba perdido por completo.
Con un cigarrillo siempre en los labios e indiferente a los truenos y relámpagos que vaciaban las calles de gente, me dejé llevar, con el viento golpeándome la cara y el alcohol manifestándose en mi sangre y abríendo zonas de mi conciencia por lo general cerradas. Pensé cómo Vilma me había arrastrado muy lejos del mundo interior que había sido siempre el mío, cómo desde apenas conocerla quise dormir con ella, prueba inequívoca de que iba a quererla. Pensé en esos malentendidos y silencios que duran años, sin que nadie tenga la humildad suficiente para deshacerlos. Pensé cómo la nostalgia que me asaltaba era propia de la de aquellos amantes que nunca se olvidan y me avergoncé por sentir cierta voluptuosidad ante algo tan doliente.

Cuando horas más tarde entré al edificio, lo hice empapado y totalmente ebrio. Me di una ducha y me acosté en la cama con una botella de whisky y el televisor encendido. Comprendí que aún no estaba destruido del todo y que debía continuar con mi caída. Yo era un personaje insatisfecho con la ficción que me había tocado en suerte. Me rebelaba contra ella y quería incitar a mi autor a luchar por salvarme, quería que mi autodestrucción lo enterneciera y trocara mi destino ante su teclado. Que me hiciera abandonar el espacio gris de fronteras desdibujadas donde me movía, y me permitiera acceder a otro luminoso en el que, sin duda, estaría Vilma esperándome. Caí inconsciente al cuarto whisky y no desperté hasta pasadas las once de la mañana siguiente, sin resaca y con un mensaje de ella grabado en mi celular. Comprendí, entonces, que él no era un mal tipo y que esa noche la había pasado en blanco, inclinado sobre su pc y mirando cada tanto Parque Centenario a través de la ventana mientras me cambiaba la vida. Ojalá pueda hacer lo mismo con la suya……reescribirla.

viernes, 4 de julio de 2008

MAESTRO

Una luna sin gracia, colgada del cielo no oscurecido y una densa atmósfera de vapores de asfalto y humo de tubos de escape era lo que menos precisaba para atenuar mi desasosiego. Acababa de huir del ambiente opresivo de mi departamento y me topaba con una estampa urbana que, lejos de levantarme el ánimo, me hundía en una anodina melancolía. La gente que me cruzaba me parecía fea, con rasgos anodinos y mal terminados, cacareando boludeces y moviéndose como robots mal engrasados. Los edificios, otrora tan admirados, se mostraban ahora decadentes y vetustos, evidenciando fachadas de pintura cascareada y estúpidos grafitis obra de algún mogólico con problemas de autoestima. Por suerte, en medio de aquella creciente dislexia estética, divisé a mi amigo Fortunato Archevolti sentado a una mesa del Ombú. No me había visto y lo observé unos instantes. Su elegancia natural destacaba en el paisaje humano del entorno, y una aureola luminosa, como de electricidad, parecía bordearlo mientras garabateaba palabras en una servilleta. Me acerqué a su mesa.

- ¿qué hacés por acá? – me preguntó sin levantar la vista de lo que escribía

- Salí a dar una vuelta

- ¿todo bien? – inquirió escrutando mi rostro

- Sí, bien….

- ¿qué te pasó con Vilma?

- ¿de dónde sacás eso?

- Mirá, tenés esa cara porque no dormiste y si no dormiste es porque no dejaste de escribir y si no dejaste de escribir, es porque tenés problemas con ella…..ahora, andá y decíme que me equivoco…

- Tenés razón………..lo dejamos….no sé qué nos pasa….es como si la duda se instalara sobre todas nuestras cosas….no sé si me quiere como yo quiero que me quiera y no sé si yo puedo quererla de ese mismo modo que exijo…

- ¿sabés cómo se llama eso? ……Inmadurez. Ustedes son un par de pelotudos que están sufriendo una regresión…..de un momento a otro hasta les va a salir acné…¡¡dejénse de joder ¡¡ …. en esto del amor, hay que mojarse…como las gallinas…

- ¿las gallinas?

- Sí, las gallinas…..que aprendieron a nadar para cogerse a los patos ¡¡…

Mirá, turco, cuando yo tenía algo menos de 30, tuve una novia a la que aún recuerdo cuando me asalta la nostalgia….una morocha lindísima, con un cuerpo de escándalo, mucha clase y que, además, le encantaba a toda mi familia….Pues bien, un buen día, la dejé. Por nada en particular, simplemente la planté y listo. Ella no me preguntó la causa ni nada, sólo me dijo algo que fue el mejor consejo que me dieron en mi vida y que, desde entonces, intento cumplir siempre: “Fortunato, bancáte el amor ¡”. Y ahora, yo te lo traspaso a vos. Únicamente tenés que cambiar el Fortunato por Leví, y ya está.

- Tenés razón..

- Siempre la tengo y, ahora, pedí algo de tomar

- ¿dos Fernets?

- Dále nomás.

http://www.youtube.com/watch?v=ufp0RANigro

miércoles, 2 de julio de 2008

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Liliana había ido a la costa, a pasar unos días con su madre y su hermana recién llegadas de Chicago. Yo, encerrado en casa, escribía sin parar y al anochecer salía a correr al Parque o pasear por el barrio para oxigenar un poco mi cerebro intoxicado de personajes. Sin embargo, cada vez que hacía un parón en el trabajo, mi mente se perdía en complejas especulaciones sobre el hijo que venía en camino. La idea de mi futura paternidad modificaba día tras día mi concepción de la realidad y mi posicionamiento existencial hacia el futuro. Un hombre infeliz piensa en la muerte y un hombre enamorado que va a ser padre, sólo lo hace en la vida.

A todo eso, una inquietud adicional me daba vueltas por dentro; el deseo de darle la noticia a mi buen amigo Fortunato Archevolti. Quería ver su sonrisa, escuchar sus palabras y sentir su abrazo, porque en aquella ciudad, en el ombligo del planeta, él era lo más parecido a mi familia que tenía. Había regresado la noche previa de Montevideo, así que le llamé, pasadas las seis, para ir a cenar en un pequeño restaurante por Ángel Gallardo, muy cerca de mi querido Parque Centenario.

Nos sentamos a la mesa y pedimos un buen vino, para no perder la costumbre.

- ¿qué es eso tan importante que me querías decir y no podías hacerlo por teléfono? – me preguntó apenas dio el primer sorbo a su copa

- Esperá, primero vamos a pedir los platos – apunté, incómodo por la presencia del mozo

Elegimos fetuccini con salsa de berdeo y bajamos el vino sin ningún esfuerzo, charlando de cosas profanas y eludiendo lo principal. Tras el tiramisú y meciendo levemente el vaso con whisky, Fortunato me dijo:

- ¿Qué, me lo vas a contar hoy?

- Liliana y yo vamos a tener un hijo

- ¿vamos? Mirá vos….y yo que pensaba que vos disparabas sin bala…

- Dejáte de joder, que te estoy hablando en serio………. ¿no te sorprende la noticia?

- ¿En serio? Para nada…..es algo que está en vuestro guión

Le miré extrañado y continuó:

- sí, vuestra relación, está construida en una arquitectura perfectamente simétrica desde el comienzo…es un amor maduro que se impone sin fricciones pero manteniendo cada uno su individualidad, sin combates, y con el ánimo de disfrutarse mutuamente en la admiración y la afinidad …..Os encontrastéis porque estabáis predestinados a ello, y el escenario de vuestras vidas cambió en un período increíblemente corto si se ve desde afuera y el resto….era lo que tenía que ser; una mujer enamorada que quiere tener un hijo del hombre que ama y vos, bueno… vos siempre quisiste tener un primogénito al que poner el nombre de tu abuelo…. así que ahora, si no tenés más preguntas, vamos a brindar, que tengo la garganta seca.

- Le Jayim

- Le Jayim

Y chocamos los vasos.