sábado, 14 de abril de 2007

Mejor, quédese en casa.

Resignado ante la vida, refrenaba sus impulsos por miedo a hacer el ridículo, como si no lo fuera frecuentar la barra de los bares nocturnos en espera de que alguna mujer se fijara en él. Su cara sanguínea en la que resaltaba una nariz prominente y unos ojos hundidos en sus cuencas no lo convertían en un nombre atractivo de manera alguna. Para colmo, su peinado recordaba obsoletas modas, como su vestir y su manía de tratar a los demás de usted. Pero lo peor, con diferencia, era su torpeza para entablar relación con cualquiera, evidenciando patológicas incapacidades sociales. Agarrándose a la esperanza que, con rotunda certeza, es lo último que se pierde, acudía todas las noches a un par de locales en busca de eso que él mismo llamaba “la mujer de mi vida”. Cómo si la fuera a encontrar en esos lugares….Cómo si le fuera a resultar fácil con esa cara….

39 comentarios:

Leuma dijo...

Puede buscar al hombre de su vida, a sí mismo, y confiar. Tal vez ese hombre venga acompañado por la mujer(si nó puede volver de nuevo a los bares :P)Un beso.

Carlos Paredes Leví dijo...

Podría ser....a veces para encontrar lo que buscamos, necesitamos cambiar previamente, como si con ello el universo volviera a replantear sus comportamientos.....y otorgarnos lo deseado.

PD.: Me encanta Sevilla. La mujer que amé es de ahí.

Lebeche dijo...

En realidad Carlos, no nos engañemos, lo que quería era echar un casquete pero no había manera.
Me ha encantado. Un saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Y sí, Lebeche, el tipo, a su edad, ya está un poco harto de las manualidades...porque ir de putas, no va: les tiene aprensión.

¿Cómo estaban los vinos?

Lebeche dijo...

El Rioja todavía lo estoy catando. Los he probado mejores pero no me puedo quejar. Mi mujer se ha cascao el oporto sin pestañear y me ha pedido que te agradeciera el allazgo. Se sentía como Fraiser. :)

Apalabrada dijo...

Hola tu post se trata de algo parecido al que comentaste en mi blog... ¿no decíamos que todo vale?Bueno te lo contesté. Yo al menos si me interesa alguien por más feo que sea no lo niego.Porque los demás se dan cuenta igual...
besos recordame que te visite

El Castor dijo...

A veces sólo quedan las sucias esperanzas. ¿Quién dijo eso?. ¿Camus?.
Saludos, caballero prolífico.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche: hay mucha gente que, desgraciadamente, aún no ha profundizado en los placeres del Oporto. Este, es vinho de Douro (Ribera del Duero portuguesa) al que le cortan la fermentación con aguardiente. De ahí, su graduación 19-20 grados.
Un saludo y no lo dejéis.

Carlos Paredes Leví dijo...

Apa: ayer, curiosamente, me topé con varios posts, en distintos blogs, donde se trataban temas parecidos. Ya se sabe, lo similar atrae lo similar.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Castor: me gustó eso de caballero prolífico. Vaya usted siguiendo el ejemplo, que nos tiene desatendidos.
Un placer verle por aquí. Saludos.

Germánico dijo...

Una noche salió sin demasiada ilusión. Se acercó a uno de sus bares habituales, que estaba frente a un parque infantil. Le sorprendió ver allí, a esas horas de la noche (serían las 10 y pico), a una mujer con su niño, a la luz tenue de las farolas.

El rostro de la mujer le resultaba familiar. Se aproximó para cerciorarse de que la conocía. Mientras cruzaba la calle ella le miró. Definitivamente no la conocía, había sido un fallo de percepción. Se disponía a dar la vuelta cuando la mujer le interpeló: "Disculpe.....".

Carlos Paredes Leví dijo...

Y ? ¿qué más pasó..?. No nos dejes a medias, a estas alturas, Germánico...

Germánico dijo...

-"Eeeh, ¿sí?..."

-"¿Es usted de por aquí?".

-"Vivo cerca, si".

-"¿Podría usted indicarme dónde está el Hotel Galaxy?".

-"Si, claro, está...bueno, es complicado llegar...¿va usted para allá ahora?".

-"Si, tengo que llevar al niño a su madre. El padre me dijo que vendría a buscarlo a las 9 y no ha aparecido por aquí. ¿Sería usted tan amable de acompañarme?".

-"Precisamente me disponía a ofrecérselo".

-"Pues no sabe cuanto se lo agradezco. Me trajeron acá desde Sevilla y no conozco la ciudad. Sin ellos estoy perdida".

Comenzaron a caminar calle abajo en animada conversación. Él, sin ser muy consciente de ello -tan inmerso estaba en las maravillas del diálogo fluído e interesante- sonsacaba información de la mujer a pasos tan acelerados como lentos eran los que daba sobre el pavimento, y miraba con disimulo al principio y con cada vez mayor atención y fijeza según avanzaba, los rasgos de inefable belleza de la mujer.

Era una estudiante argentina de Medicina. Había venido a España después de la crisis que hubo en su país. Tuvo que dejar la carrera allí y continuarla aquí en España. Decía que la medicina era mucho más profesional en su país. Ahora trabajaba de cuidadora de niños para sacar dinero para pagar sus estudios.

Llegaron al hotel. El niño les había seguido todo ese tiempo. Ni le había visto desde que empezó la conversación. Se percató de su presencia como si fuera un extraño en esa circunstancia. "¿Eh? ¿Qué hace un niño aquí?...Ah, si" -se dijo mentalmente.

-"Es usted un hombre muy cordial, muchas gracias por acompañarme".

Aquello se acababa, él lo veía claramente. Volvería a su barra y a su desencanto.

-"Bueno, pues nada, encantado de...". Se quedó mudo, atontado, y de pronto escuchó a su voz hablando algo que a él nunca se le hubiera ocurrido decir, pero lo estaba diciendo: "...para serle sincero, la encuentro muy atractiva, y creo que ocasiones como esta se dan muy raras veces en la vida. ¿Se da cuenta cuantas veces nos podemos cruzar al día con una persona adecuada para nosotros y pasar de largo porque la circunstancia social así lo exige?".

-"Me deja usted de piedra, de veras se lo digo".

-"Oh, ¡lo siento!...no sé ni lo que digo...."

-"Pero es lo más lindo que me han dicho jamás. Tome usted mi teléfono móvil. Mañana volveré a Sevilla. Si alguna vez quiere marchar para allá podríamos quedar más tranquilamente y conversar".

Carlos Paredes Leví dijo...

Muy interesante la historia, Germánico y, creo, podrías extenderla hasta elaborar un cuento corto de, al menos , media docena de páginas...
Dos cosas:
- ¿Hotel Galaxy?. Qué curioso, a mí se me habría ocurrido algo como Flamingo's...
- La crisis que hubo en su país...¿cuál de todas?.

Un saludo. ¿podrías continuar con las entregas? ¿por qué no escribes algo más largo y lo publicas en tu blog?. Ya me estaba enganchando...

Germánico dijo...

Lo de la carrera de medicina es cierto. Al menos para una neuróloga española con la que hablé que estudió allí y dice maravillas de la medicina, y de la neurología, de Argentina.

Galaxy es el primer nombre que me ha venido a la cabeza. Suena a motelillo lleno de putas (y sus clientes), pero bueno. Claro que Flamingo también, ¿no crees?.

Más que continuarlo yo podrías seguirlo tú, que tendiste el hilo que yo he seguido con la imaginación.

Carlos Paredes Leví dijo...

De eso nada, Germánico. Tú lo empiezas, tú lo acabas...
Da para un buen coloquio eso de los nombres de los hoteles. Como el nombre de los bares...¿por qué hay tantos "Las cuatro esquinas", "Los tres hermanos"....y del tipo "Joyfe" (José y Fernando), "Apolo's" (bueno, éste suena más a sauna gay que a otra cosa...).

Germánico dijo...

Voy a poner en aprietos a una tercera persona.

Paso el testigo a.........¡¡¡LEBECHE!!! ¡¡¡AAAARRRRR!!!

A continuar el relato....¡y tiene que aparecer un Bar con nombre sugerente!.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche debe estar durmiendo la mona tras pimplarse una botella de Rioja de medio pelo y otra de Oporto...

Germánico dijo...

Yo acabo de hablar con él. Su voz sonaba bien. Quizá tenga que hacer un par de aclaraciones de garganta y un par de estiramientos de dedos antes de ponerse a pensar-escribir (acto que debe ser uno solo), pero el vino no ha disminuido sino aumentado, de seguro, su lirismo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Germánico:
¿Seguro que no era una grabación?.
En todo caso, habría que verle los ojos para saber cómo está realmente.

Germánico dijo...

Pues es posible. Al mail no me responde.

Carlos Paredes Leví dijo...

Entonces es que está vomitando..

Lebeche dijo...

Jodé, como sois. Estaba en las tareas propias de mi recientemente adquirido cargo de marujo. Ahora lo sigo. Dadme tiempo. La resaca, bien, gracias.

Lebeche dijo...

Se sentía como un auténtico aventurero.
Camino de Sevilla, montado en el Ave y saboreando el menú que le habían servido con esmero aquella bella azafata a la que se atrevió a sonreir y que sorprendentemente le correspondió con más enfasis del que hubiera imaginado. Viajaba en clase club e imaginó por unos instantes que el dinero bien podría arreglar unas cuantas cosas.
Él nunca había sido un potentado, vivía decentemente pero sin grandes lujos. Pero cuando adquirió aquel billete por teléfono, mientras la voz anónima le preguntaba con amabilidad distante en que clase deseaba viajar, él, presa de la embriaguez que le confería la suposición de haber triunfado en su lucha contra un destino solitario que ya había dado por seguro hace algún tiempo, decidió sobre la marcha que si acudía a aquella cita que cerró apresuradamente por teléfono, debía ser con clase, en la mejor clase del mejor tren.
Desde que había colgado el teléfono había comenzado a paladear por primera vez el dulce sabor del triunfo. Se sentía rodeado de tal halo de seguridad que casi se le había olvidado que sus rasgos no eran del agrado de las mujeres. Por un instante el pensamiento regresó pero en seguida lo apartó de su cabeza y comenzó a elucubrar que, quizás, se había juzgado con demasiada severidad, que todo era una cuestión de actitud ante la vida. Le venía recurrente una frase que había oído en los programas de fútbol que tanto gustaba de escuchar: "El fútbol es un estado de ánimo"... "y la vida, y la vida", se repetía como si de una consigna que a fuego debiera grabar en su alma herida.

(Levi... te toca... Aaaaaa jugar)

Anónimo dijo...

...hace tanto que no me peino...

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche: acabo de llegar de una comilona familiar así que no estoy en condiciones de pensar o escribir algo. Acepto el reto pero...para mañana.
¿Tomaste Almax y vitaminas...?

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo: uno de estos días te vamos a regalar un peine...¿o preferís una peineta? (Pietra te deja un mantón de Manila)

Lebeche dijo...

No quiero ni imaginar como habrá sido la comilona para dejarte sin ganas de pensar.

Carlos Paredes Leví dijo...

Todavía estoy haciendo la digestión....ah, y también tomé unos vinitos....

Lebeche dijo...

Carlos, eres un sibarita de altura. Siempre es un rasgo interesante.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche:
Ni soy de elevada estatura ni todo lo sibarita que quisiera...simplemente pongo voluntad..

Lebeche dijo...

Vas perfectamente encauzado al éxito.

Carlos Paredes Leví dijo...

mientras no me desvíe del rumbo...

Leuma dijo...

Entonces mejor, quédese en casa.
(añado tu enlace en mi blog).

pietrapómez dijo...

Joder, vaya fiestón creativo me he perdido...me ha encantado, chicos!!
Pobre Juampa, que hace mucho que no se peina (espero que no sea como en "Asterix en Egipto", en que uno de los conservadores de la pirámide jura no volver a cortarse el pelo si consiguen salir...Juampa es una apuesta o una promesa?)

Carlos Paredes Leví dijo...

Leuma:
Mi caso, me temo, poco tiene que ver con el del infortunado personaje...
Gracias por el enlace.

Carlos Paredes Leví dijo...

Te echamos de menos, Pietra.
En cuanto a Juan Pablo, lo de él no es ni una apuesta ni una promesa, sino un jodienda.
Un saludo.

Leuma dijo...

Mejor aún (me alegro).

Carlos Paredes Leví dijo...

yo me alegro más.