viernes, 23 de mayo de 2008

RUMBOS


El peregrinar por las librerías de Corrientes resultó fructífero. Ella se compró “Bajo el signo de Marte”, de Fritz Zorn, “Mis amigos”, de Emanuel Bove y “El testigo ocular”, de Ernst Weiss. Yo, por mi parte, cargué en una bolsa con “Reunión de bachilleres”, de Franz Werfel, “Le juif imaginaire”, de Alain Finkielkraut, una vieja edición, amarillenta y olorosa del mítico “Libro del desasosiego” de Pessoa y una voluminosa antología de cuentos portugueses. Cargados de letras, nos metimos en un Café (Corrientes esquina Callao para los amigos de los datos) a tomar algo fresco y gambetear, en la medida de lo posible, las molestias de la humedad y un bochornoso calor rioplatense. Hojeamos los libros y charlamos de trivialidades. Le señalé mi certeza de que esa esquina era como un Aleph por donde confluía el paso de personajes singulares y se lo confirmé marcándole algunos especímenes que veíamos pasar a través de la ventana. “Yo creo que esta gente no tiene más razón de existir que transitar por Corrientes” le dije, y sonrió ante mi peculiar teoría”. “Uno siempre tiene que tener teorías, de todo tipo y en todo momento, aunque sólo sea para escapar de las teorías demenciales de los demás” agregué. Volvió a sonreír y dijo algo que me sonó a cumplido: “eres un tipo peculiar”.

Cuando salimos del local, el inclemente sol había retrocedido ante el avance de unos nubarrones oscuros y agoreros de copiosas lluvias. Caminamos un rato Corrientes abajo, pendientes del cielo y predispuestos a parar un taxi en cuanto comenzara el predecible diluvio. Teníamos tiempo libre y yo venía barruntando la idea de llevarla a cenar a algún sitio. Por el momento, prefería no declarar mis intenciones, así que nos entreteníamos hablando de temas variados, moviéndonos circularmente en una inocuidad que sabíamos ficticia. Ella esperaba alguna propuesta mía y yo me hacía el interesante demorando cualquier planteamiento.
Miré mi reloj, como si consultara la hora y pregunté con aire indiferente, como el que no quiere la cosa pero con más intención que Judas negociando con los romanos:

- ¿che, te parece que vayamos a cenar? Si no tenés nada que hacer, digo…..

- Sí, me encantaría – respondió, con la mejor de sus sonrisas dibujada en la cara

Paré un taxi y apenas entramos se puso a llover como en la Biblia. Le indiqué al tachero que nos llevara a cierto restaurante italiano que había descubierto mi buen amigo Fortunato Archevolti hacía un par de semanas y que yo tenía en mente para acudir acompañado de alguna fémina. Durante el trayecto hablamos poco, con la cabeza pegada contra la ventanilla mirando la lluvia, la gente correr, invocando nostalgias y prediciendo el futuro.

- “¿Te gusta el lugar?” le pregunté cuando llegamos.

- mucho – respondió mirando interesada la fachada del edificio.

Era un chalet de dos plantas, construído en estilo modernista, allá principiando el siglo veinte y precedido por un pequeño jardín con espacio para aparcar los vehículos. Por dentro, estaba decorado sobriamente, sin ningún exceso y con unos cuadros abstractos como único desliz discordante con el clasicismo que emanaba del conjunto. Hicimos nuestros pedidos y nos entretuvimos con una botella de vino blanco dulzón (Norton cosecha tardía) mientras se demoraban los platos: fettuccini con salsa mediterránea para ella y dorada a la parrilla con guarnición de papas para mí.

- ¿por qué me dijiste, antes, que soy un tipo peculiar?

- Porque lo eres….hay algo en ti muy intelectual y vulnerable a la vez, y lo segundo sin duda tiene que ver con tu relación con las mujeres….no eres tímido pero se te nota que intentas imponerte a ciertos miedos e inseguridades….me da la impresión que con nosotras, siempre has tenido éxito pero no suerte…por eso te dejas llevar, para asegurarte que nuestro interés real y el problema, si las cosas se tuercen, no radica en ti

- mirá, podría hacerme el desentendido diciendo que no tenés razón, o el sorprendido pero, fingir, me parece un mal comienzo….sí, tenés razón en lo que decís pero mis viejos miedos no me paralizan e intento apartarlos, con desigual éxito, de mi cabeza….éste temor que siento ahora, frente a ti, es nuevo y no sé hasta qué punto se emparenta con los anteriores….y es así, porque me interesás, porque sos linda, alegre y extraordinariamente inteligente y porque no quiero tratarte como si fueras una mujer cualquiera…

- eso es una declaración en toda regla

- ¿te parezco muy audaz?

- todo lo contrario, me gusta y me encanta que seas tan poético….ningún otro hubiera empleado la palabra “audaz” ni posiblemente se hubiera sincerado de la forma que tú lo has hecho

- es que no me banco la hipocresía

- yo tampoco, y si estoy aquí contigo, es porque quiero estar

El mozo apareció con la bandeja e interrumpió nuestra desbordante conversación de rumbos impensados, que no por deseados eran predecibles unas horas antes. La cena fue copiosa y prolongada porque ya no había ninguna prisa, porque la evidencia de la satisfacción del deseo era un hecho próximo e ineludible y porque las inseguridades se tornaron livianas.
En mi departamento, Vilma se mostró dócil. La estreché por la cintura y besé en los labios antes de tenderla de espaldas en la cama. Me fascinaban los lunares que asomaban por su camiseta de tirantes, el sedoso tacto de su ropa interior y el paulatino descubrimiento del resto de su cuerpo. Cuando desperté por la mañana, ella dormía acurrucada entre mis brazos, apretada contra mi pecho y exhalando un olor a sexo y perfume que provocaba mi complacencia de macho a la par que un orgullo pueril apenas disimulado. Afuera, la lluvia continuaba cayendo con terquedad y el inequívoco sonido trajo a mi memoria, a caballo de la nostalgia, algo que había leído tiempo atrás: “Lo importante es no confundir a las mujeres, que son muchas, con el amor, que es uno solo”. Cerré los ojos y volví a dormirme.

35 comentarios:

Makiavelo dijo...

Maestro, una bonita historia de amor con entremeses.

Una que me susyugó fue "El último tango en Paris". Lástima lo del el tiro.
Le sacaron partido al baile.

Carlos, mejor sin foto.

Saludos y un buen fin de semana.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Me alegro que le haya gustado. Como bien sabe, es imaginaria, así que la foto bien puede quedar o bien puede suprimirse, porque no es más que puro accesorio.
Buen fin de semana, y cuidado con las infusiones.
Un saludo.

Isabel chiara dijo...

La sinceridad es un arma infalible en las relaciones sentimentales. El amigo de Fortunato se mostró claro y diáfano con Vilma, y ella supo que ahí dentro había algo que merecía la pena.

Un gran capítulo este; tierno y sesudo a la vez.

Un beso

(La lluvia del día después es muy metafórica)

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
Para qué perder el tiempo en simulacros si el interés es verdadero ?? El protagonista ha llegado a un punto en su existencia, que ya no quiere historias tibias. Todo o nada.
Lo de la lluvia siempre queda bien.
Un saludo

PD: este mediodía, emulando al prota, comí una dorada con patatas (pero al horno) y abrí una botella de vino argentino. A ver si se me pega algo.....

Anónimo dijo...

Estos probadores de mujeres no son aptos para "CHICAS MAYORES DE CINCUENTA que se quedaron,no maduraron y flotan en el romanticismo todavìa ".
Ayer me encontré con un viejo amigo"de esos que nunca nunca..."me impresionò el brillo de sus ojos cuando me vió.
Me gustó cuando mi esposo-a pesar de mi avanzada edad-se puso chinchudo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
El romanticismo y las novelas han hecho mucho daño y ya no se llevan (en realidad nunca se llevaron) los hombres poéticos...
A mí, me habría pasado lo mismo que a su marido.
Un saludo.

Juan Pablo dijo...

Nunca un Patoruzito, o las Aventuras de Jack el Destornillador, etc? Alan Findielkraut? (media hora tardé para escribirlo). Ves, mi teoría es que los que se ponen nombres como ése no prentenden vender libros, sinó pasar largos años en los anaqueles de calles como Corrientes a la espera de que un día lluvioso, algún exéntrico escritor se anime a rescatarlo.

Tu texto: lo firmaría el mismísimo William Shpkre. Muy bueno.

Un saludo.

Alicia dijo...

“Lo importante es no confundir a las mujeres, que son muchas, con el amor, que es uno solo”... Casi como que una compartió esa cena, casi como que tu relato mostró imágenes tan vívidas como la mejor toma fotográfica... mejor aún, porque se percibía la humedad ambiente, el aroma del restaurante, la humedad y el calor del encuentro y el perfume de la piel. Excelente relato, repleto de imágenes y sensaciones. Gracias por compartirlo.
Saludos desde este, mi Buenos Aires querido.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Ya sabía yo que iba a gustarte....
Deberías bajarte a la capital y tomarte un café en Corrientes, mirando a través de la ventana y viendo a la gente pasar o correr bajo la lluvia...
Un saludo.
Alain Finkielkraut es un intelectual francés.

Carlos Paredes Leví dijo...

Alicia:
Un gusto verla por aquí. Me encantaron sus fotos (por fin fotos originales que no son ésas de minas desnudas en blanco y negro). Muy propicias para ser acompañadas por palabras....
En mi último viaje a Bs.As. (el pasado febrero) compré un magnífico libro de fotografías de los años 30 y 40. En él, aparece el Obelisco en construcción, el ensanche de Corrientes, algunos puentes, etc.
La verdad es que la vida es un cúmulo de imágenes y recuerdos y yo, las de mi ciudad natal, las llevo bien prendidas.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Pero en algo tengo razón don Carlos,porque a pesar que los tiempos suyos y los míos-nada que ver-Ud sigue valorando a la de su preferencia en detrimento de las otras.
Eso desde que el mundo es mundo fué así.A mi me encanta porque Ud lo confiesa abiertamente.
Incluso Ud.aunque pasó agua del tiempo entre su nacimiento y el mìo practicamente pone en su altar agnostico,ateo etc etc a la que valora sobre todas.
Seguro que ud a veces sueña con su primera noviecita,me equivoco o no?
Por eso a este personaje no lo quiero porqué le pone el parche sobre la cara a la chica?Es una mujer con toda su donación NO UNA CUALUNQUE.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
- Yo ése tipo de custiones las tengo reclaras. Para mí, está La Mejor y luego todas las demás.
- No, la verdad es que no sueño con mi primera noviecita, porque yo soy bastante más duro que el personaje.
- El parche lo he puesto, porque el post es ficticio y la foto forma parte de mi existencia (ojo, sólo la foto).
Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo ya se quien tiene parche y quien no para tí.
Pero resulta que el personaje parece querer entablar un encuentro auténtico.Que bien nose,puede derivar en cualquier cosa y esa"digamos indiferencia o menosprecio del final me hiera la sencibilidad femenina",pensar que la nami quizás entendió otra cosa.
POBRE NAMI.

Alicia dijo...

Carlos, no dude en pedirme la imagen que desee, que piense que pueda acompañar algún texto o relato suyo, y así evita poner "parches", por mi parte no uso photoshop. Me alegro te haya gustado mi "mirada" sobre algunas cosas.
Saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
El personaje está entusiasmado, y algo también se me pegó a mí.
En cuanto al final, está abierto. Otra interpretación es que, el tipo está contento, piensa que esto es amor verdadero y por eso se echa a dormir, satisfecho y tranquilo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Alicia:
Se lo agradezco pero, no suelo poner fotos.En esta ocasión, fue una pequeña travesura por mi parte, un juego, una casi frivolidad....
Un saludo, y gracias.

Sí, me gusta su mirada, y también me gusta la foto junto a su perfil. Tiene pinta de persona sana.

Alicia dijo...

Carlos, halagada! en estos tiempos ya parecer sana es todo un logro, o una mirada benévola de su parte... en cualquier caso, vale que le diga que intento serlo, más que parecerlo.
Buenas noches porteñas!

Anónimo dijo...

Bueno conseguí que el amigo de Archevolti(que lindo apellido)recapacitara y que la mina tenga una relaciòn edificante.
Esto no es literatura.Es vida virtual!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Algo conseguí,que el amigo de Archevolti(que lindo apellido)recapacite.
Por lo menos la nami tuvo una relaciòn edificante.
Esto no es literaturaES VIDA VIRTUAL!!!!!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Alicia:
Siéntase halagada, que eso es bueno. Pero, en todo caso, es lo que muestra la foto y le aseguro benevolencia por mi parte...
Cuando pienso en la locura de estos tiempos y sus gentes, no puedo evitar acordarme de viejos tangos como "Cambalache" o "Camouflage".
Que descanse.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
Fortunato Archevolti (la verdad es que el apellido está muy bien) le recomendó esta mujer a su amigo, porque sabe que le va a venir bien....
Me gustó eso de "Esto no es literatura ES VIDA VIRTUAL", porque algo de eso hay...y a veces, hay que escribir las cosas para que estas se tornen realidad...
Un saludo.

Claudia dijo...

"A veces hay que escribir las cosas para que éstas se tornen realidad". Y otras veces podemos hacer las cosas realidad para después escribir sobre ellas... aunque eso lo sepa sólo el que escribe.
La historia describe un día al que no le faltó nada, y un final ¿feliz? Bueno, como comentaste antes eso queda abierto, pero la verdad es que la frase deja mucho que pensar. Cuántas veces nos podemos dejar llevar y confundir los sentimientos.
Por otra parte, me gusta la filosofía del personaje masculino acerca de aceptar sus viejos miedos, pero no dejar que estos le paralicen. En eso, me identifico con él.
Un beso, y feliz domingo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Claudia:
Este mismo personaje, en otro post anterior, escribe sus deseos en un papel y los mete debajo de su almohada (para ver si así se materializan).
El final no sé cómo será pero, de momento, el tipo anda contento. Ya veremos qué ocurre cuando ella despierte y que rumbo tomará la relación....
En cuanto a los miedos, a mí, me pasa lo mismo, conozco cuáles son pero no dejo que me paralicen. Yo sigo y sigo hacia delante.
Un saludo.

Claudia dijo...

Ya nos contarás como fue el despertar de Vilma. En cuanto a la vida real, hacia delante es la única opción que nos queda. Las puertas que se van cerrando detrás es mejor dejarlas así , aunque confieso que a veces me da una tentación por reabrirlas... aunque sólo sea por curiosidad.

Carlos Paredes Leví dijo...

Claudia:
PUes espero que sea parecido al de él...y estoy pensando que van a ir a desayunar al Ombú, en la av. Díaz Vélez...(ya veremos)
No se vaya a creer que todo el mundo opta por seguir adelante. Hay muchos que prefieren quedarse enganchados con el pasado, recreándose en el dolor y sin ganas de mirar al futuro. Ya se sabe....hay gente para todo.
Un saludo.

Luciano Doti dijo...

La unica manera de encontrar el verdadero amor es mediante el metodo de prueba y error.

Claudia dijo...

Lo sé. Yo me refería a que sólo existe esa opción para la gente como nosotros... si sabe a lo que me refiero.
Suena bien lo del desayuno. Esas detalladas descripciones de los sitios de su ciudad natal, hacen que me atraiga más la posibilidad de pasearme algún día por esas calles.

Raquel Barbieri dijo...

Charles,

Me gustó el tour de compras literarias dentro del contexto de la calle Corrientes. Yo disfruto mucho cuando camino por allí, sobre todo los viernes; entonces me parece estar viendo la escena. Me falta saber en dónde queda el restaurante que Fortunato recomendó.

Interpreté que el protagonista se enamoró de Vilma, y que ella por fin fue "el amor, que es uno solo".

Dos saludos :)

Carlos Paredes Leví dijo...

Luciano Doti:
Sí, hay que joderse pero, no queda otra...
Un saludo, y gracias por pasar.

Carlos Paredes Leví dijo...

Claudia:
Sé muy bien a qué se refiere porque, como sabe, solemos coincidir muchas veces....
Esos sitios que cito, son muy atrayentes para pasear, tanto como otros que no nombro.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
No sé dónde queda el restaurante o acaso sí pero no sabría precisarlo....
Coincido con usted sobre lo de Corrientes y también con su interpretación sobre el protagonista con respecto a Vilma.
Dos saludos.

Peggy dijo...

es verdad prubas y mas pruebas ...y hasta que se encuentra nos entretenemos digo el amor .
Saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
Nos entretenemos ?? Yo lo llamaría de otra forma pero bueno, algo parecido.
Saludos.

Anónimo dijo...

Yo voto para-cuando se despierte- la nami le diga o haga algo para que el garabo se emocione y se aquerencie.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
yo también voto en esa dirección....