miércoles, 28 de mayo de 2008

CHITRULA

Llevaba un mes en Buenos Aires y apenas había abandonado el acuartelamiento de mi domicilio; un dos ambientes de paredes blancas, techos altos y suelo de lustrosa madera de roble. Lo poco que salía era para comprar algo de comida, cigarrillos, el diario y desayunar en algún bar cercano. El resto del tiempo, lo consumía con una novela que se me resistía, la corrección de una antología de cuentos lista para mandar a la editorial y los habituales artículos que me demandaban desde España. Cada tanto, vencido por el cansancio de esforzar mi imaginación más de lo que daba, me derrumbaba sobre el sofá y encendía el televisor. Programas repetidos con frikis de nueva hornada que insultaban la inteligencia, y el buen gusto. Tan grotescos resultaban que ejercían sobre mí una especie de fascinación, provocándome un estupor paralizante que ralentizaba mi voluntad por apretar el botón de Off.

En esas cuatro semanas, sólo me había encontrado con mi amigo Andrés Benoliel “El Colorado”, un viejo compañero del colegio judío ahora convertido en laborioso contador, y exitoso hombre de negocios, con oficina en Talcahuano esquina Corrientes. Un buen tipo, inteligente y lúcido, que lastraba el pecado venial de ser de Boca y que solía pasar por casa cada tres o cuatro días, acompañado de pizza, buen vino y un cargamento de chistes verdes. En otras ocasiones, las menos, conseguía arrastrarme a algún restaurante cercano a comernos una parrillada o unos varenikes, antes de volver a mi departamento a tomarnos una última copa.
Aparte del Colorado, nadie sabía de mi retorno y según pasaban los días, más cuesta arriba se me hacía agarrar el teléfono. Me había costado una década reconciliarme con mi ciudad y temía que remover el pasado me exigiría el pago de un peaje demasiado alto, mayor del que yo podía asumir. Sólo deseaba trabajar y pasar desapercibido.

Sería el 29 o el 30 (en todo caso un martes) cuando el teléfono retumbó de madrugada, arrancándome violentamente de la inconsciencia del sueño. El aparato seguía timbrando y yo lo miraba con aprensión, como si presagiara que algo malo se cernía sobre mí. Me froté la cara con la mano, en un intento de disipar las nieblas del sueño y aparté las mantas que me cubrían. Sin todavía tener noción del tiempo a pesar de haber mirado el reloj dos veces, levanté el tubo.

- ¿sí? – pregunté con voz dubitativa, y la falsa esperanza de que se tratara de una equivocación

El silencio del otro lado de la línea evidenciaba la intención de la llamada y aumentaba mi inquietud.

- ¿sí? – volví a preguntar

- Soy yo – respondió

Me quedé callado, sin saber qué decir.

- soy yo – repitió

- se quién sos – dije al fin, armado de un valor y fingiendo una tranquilidad que no tenía

- ¿no ibas a llamarme? – inquirió sin irse por las ramas

- después de todo este tiempo no tendría mucho sentido, ¿ no te parece?

- ¿ ah no ¿ ¿ me tenés miedo?

- cortála

- ¿por qué volviste? – preguntó agresiva

- no por vos, desde luego – repliqué en idéntico tono

- quiero que me digás a la cara porqué te borraste, porque huiste sin darme una explicación y que en todo estos años no pensaste en mí

- cortála, Ester, estás hablando como en un culebrón brasilero….te dejé porque vos no me querías como yo a vos…

- ¿de dónde sacaste que yo no te quería?....yo te necesitaba….

- ahí lo tenés ¿te escuchás? “me necesitabas”…..yo quería amor, pasión, no una tibia historia de dependencia…

- te extrañé…..ni siquiera una carta, ni una llamada…..

- lo habíamos hablado, acordáte….

- ¿a aquello lo llamaste vos hablar?

- mirá, no voy a discutir…..pasó mucho tiempo, así que dejáme vivir

- ¿qué te deje vivir? ¿y quién me devuelve a mí todos estos años? Gracias a vos, no pude volver a confiar en los hombres….me arruinaste la vida

- yo no tengo la culpa de tu histeria, flaca…..

- yo sé qué todavía que me querés, que no me olvidaste ¡¡ …y .me lo vas a decir a la cara, hijo de puta ¡¡– gritó antes de colgar violentamente.

Invadido por una súbita agitación y oscuro presentimiento, me vestí a toda velocidad y llamé un remis. Sin dejar de asomarme al balcón para vigilar la calle, rezaba para que llegara antes que ella, consultando mi reloj a cada instante y sintiendo cómo mis palpitaciones iban en aumento. Cuando por fin monté en el auto, y respiré aliviado, indiqué al chofer que diera la vuelta a la manzana. El tipo me miró raro, a través del espejo interior pero no dijo nada; se limitó a encogerse de hombros y acatar mi pedido.

Al doblar por mi calle, me agazapé en la profundidad del asiento trasero y observé, entre sonriente y fascinado, a Ester con el dedo pegado en mi timbre.

- siempre fue una loca ¡ – se me escapó

- ¿cómo dice? – preguntó el remisero

- Nada, nada, siga derecho, que después le indico.

31 comentarios:

Polakia dijo...

Me encantó la historia. Mucha adrenalina y locura.
Son esos sopapos e imprevistos muy estimulantes.
Sere yo tambien una loca de esas? Quien sabe.

Mañana me voy para la city porteña, Megadeth me espera.
Usted sige en las uropass?
Besos Carlos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Polakia:
No, qué va a ser usted una de esas locas....¡¡¡
Si va por la capital, abre los ojos cuando pase por Corrientes; ya verá cómo corrobora mis repetidas impresiones sobre los andantes.
Un saludo, y sí, sigo por el sur de Europa.

Anónimo dijo...

Makiavelo dijo...
Qué buena la historia, no puedo dejar de partirme de risa porque me resulta familiar.
Es tan cinematográfica como la anterior.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Carlos Paredes Leví dijo...
Makiavelo:
¿Familiar? Ya sabía yo que usted también tenía experiencia con locas...no iba a ser yo sólo ¿no'
Un saludo, compañero.

la cocina de frabisa dijo...

Ayyyyyy, Carlos, muy inteligente el protagonista de tu historia al haber decidido coger rapidamente un taxi y marcharse antes de que llegara la "joyita" que tuvo por novia.

Da el perfil de esas personas que denomino "sanguijuelas" te sacan toda la energía y no te aportan nada. Ese ..."yo te necesitaba" lo dice todo. Me horrorizan ese tipo de dependencias, no quiero a nadie que "me necesite", quiero a alguien que simplemente me quiera, pero que me deje respirar.

Me ha encantado tu relato (como la mayoría de las veces), describes muy bien los sentimientos y tienes magia a la hora de construír personajes.

Enhorabuena.

un beso

Carlos Paredes Leví dijo...

Frabisa:
Me va a sonrojar con tanto elogio.....
La verdad es que hay muchas historias de este tipo, y otras aún más extrañas. Cada pareja es un mundo y yo escuché cada cosa ¡¡¡
Un saludo, y gracias.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
SIn querer le borré el comentario. ¿Puede escribirlo otra vez?
Gracias y disculpe.

Anónimo dijo...

Es un despectivo este personaje ,pobre mina loca y todo quizás lo quiere.No se necesitaría a alguien que le es indiferente.
Cuando la "mina tenga otro socio que atienda el negocio" va a saber lo que es bueno.

Peggy dijo...

Sugerencia , podria ser tambien un comentario a dos bandas , le doy la version del "loco masculino" , egolatra autosuficiente que no aguanta que sus novias tengan independencia y las anula de palabra y acto , ese que necesita toda la atencion posible resquebrajando espacios libres y vidas que no giran a su vaiven .Que ama y necesita exclusiva atencion con ecos de ancestro de las cavernas , el que no se explica la autonomia de la voluntad y el intelecto en las mujeres ...en fin en todos los "generos" hay pirados .

:)

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
Hay amores enfermizos. POr lo que parece, ella tuvo su tiempo, una década antes, y no se arriesgó. Ahora, ya es tarde y al tipo no le interesa. Enamorado sí se hubiera bancado su locura.

Isabel chiara dijo...

Me pregunto a quién martirizó la chitrula durante la ausencia del enamorado,y qué malos virus incubó para ansiar de esa forma la última bronca... Muchas y muchos hacen del despecho la razón de sus vidas; acumulan dependencias y reproches en lugar de vivir y dejar vivir en libertad. Soy consciente de que hay muchas locas, pero del género del prota hay también unos cuantos...; son gente que se empeñan en continuar lo incontinuable y se regocijan con el dolor y los cadáveres que van dejando a su paso.

Está usted haciendo unos retratos muy realistas del mundo contemporáneo. Sería interesante indagar en la necesidad del amor y las "curiosas" estrategias que persiguen su buen fin.

Todo esto me hace pensar en una parida:

Misión, estrategia, planificación, evaluación de resultados, fracaso, jodienda.

(ésto debería ir sin comas, lo suyo son las flechas, pero no tengo ni idea de cómo se ponen)

El "Tratado de las locas" podría ser un buen título para estos cuentos.

Un saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
Me ha dejado en estado de shock con su comentario. Interesantísimo.
Pero yo no coincido con usted. El tipo, diez años antes quería otra relación, y ella no estaba por la labor. Ahora, es tarde y no comprendo la insistencia de ella y su enganche.
También tengo que reconocer que el comportamiento de él, tampoco me fascina....
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
Usted siempre tan certera....¡ Me asusta su lucidez.
La verdad, es que es cierto eso de que hay gente que se afana al rencor y hace de esto una forma de fe con la que dar sentido a sus vidas (miserables vidas en tal caso).
Yo, he conocido locas y cuerdas, y con unas y otras me llevé desengaños y desilusiones, tantas como ellas conmigo, seguramente pero nunca me agarré al rencor porque eso te impide crecer.
Tampoco empleo estrategias ni planifico ni emprendo misiones ni nada por el estilo. Te tienen que querer tal como eres.
Un saludo.

Isabel chiara dijo...

La lucidez, Carlos, vendrá de haber vivido situaciones de vértigo y dolor de muelas, y de haber aprendido la lección. Confieso que alguna vez me comporté como una loca (por eso las reconozco) y que me topé con muchos locos (los huelo al minuto). Después de alguna trágica experiencia o te apuntas al club de los rencorosos o aprendes a valorarte a ti mismo, y entonces descubres el mundo que hay fuera y eres capaz de dar y recibir el amor que ansías. Lo realmente importante es la mirada con la que te enfrentas a las cosas y las prioridades esenciales. El resto es vacuidad y purito maquillaje.

Nuevo saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
Sí, yo coincido con usted. No viví experiencias trágicas pero sí frustrantes y me las banqué como un hombre; sin dramatizar y sin echar piedras contra mi propio tejado. Por encima de todo, tenemos una responsabilidad con nosotros mismos.
Por otro lado, en cuestiones sentimentales, yo no discuto. Porque los sentimientos no se negocian y si no te quieren, te jodes. Todavía no he llegado a estar tan mal como para pedir amor y que me quieran por piedad. Tengo grandes reservas de dignidad.
Un saludo.

Juan Pablo dijo...

Me divierte muchísimo cuando hacés mención a la relación con la TV. Debe ser porque me pasó cien mil veces y me dá una bronca tal que lo único que me cura es más televisión. Creo que es un misterio tan insondable como las minas. Bah, la del cuento no tiene nada de misterio: es una turra resentida.

Muy bueno Charles.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Yo, el televisor, cada vez lo enciendo menos. Sigo pensando que quien no sirve para nada, se saca cuatro fotos e ingresa en el medio (tienen un curriculum mío, así que a ver si me llaman pronto).
Lo de las minas, yo no lo veo como un misterio sino que intento despejar el asunto de entelequias masculinas y metafísica. Todo se reduce a querer a alguien y que te correspondan.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Carlos!!

Extraño, cuando menos, que 10 años después esta chica le llame, (además como consiguió su número?, se lo facilitó el amigo infiel?? jaja).
La actitud de él la presentía, es la que le pega al personaje descrito. Pero, ¿por qué no se enfrentó a ella?, en un principio la chica parece que vaya solo a decirle que la quiere. QUizá con un NO TE QUIERO, AMO A OTRA, se la quitaba de encima para siempre no?

Y ella, pues qué decir, muy triste, me da algo de pena. Entiendo la parte de su comportamiento de no poder terminar una historia en la que no se han dicho todas las palabras, pero .... esperar 10 años!!!!
me parece mucho!!!

Un beso!!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Yo barajé la pregunta de quién le dió el teléfono a la loca pero, preferí dejarlo en el aire para no alargar el texto (en los blogs hay que condensar). En cuanto a porqué el no le dice que ama a otra, tal vez sea porque, a él, le ha pasado lo mismo que a ella; no encarriló su vida después de la ruptura. Fíjese que ordena al taxista dar la vuelta a la manzana para verla....
Hay historias con finales lamentables, mal rematados, que sobreviven a los tiempos....
Un saludo.

Raquel Barbieri dijo...

Yo me quedé pensando justamente en lo que le decías a Mavi, que el tipo le pidió al taxista que diera la vuelta para ver a Ester. Pero eso puede ser pura curiosidad humana, ya que a veces, reaparece alguien que fue muy importante en nuestra vida hace mucho tiempo, y ya no nos mueve ni un pelo (lo que no quita que sintamos la curiosidad de ver cómo está físicamente, cómo camina, etc).

Está lindo para hacer un corto cinematográfico, Charles.

Dos saludos :)

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
Yo no sé si al tipo se le mueve un pelo o no pero, el caso, es que le pidió al tachero que diera la vuelta para así verla....
Un corto ? ¿de cuánta guita estamos hablando? te nombro apoderada.
Dos saludos.

Juan Pablo dijo...

Una vez me quedé espiando a la vuelta de la esquina, y te puedo asegurar que fué lo peor que pude hacer...

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Sí, pero ésa situación tuya seguro que era muy distinta a ésta descrita....

Juan Pablo dijo...

Efectivamente fué distinta, pero te quiero decir que la curiosidad mató al gato...
Hablando de curiosear, pasáte por lo de Isabel, que pinta lindo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Sí, te entendí.....me vino a la mente eso de "ojos que no ven, corazón que no siente".
Un saludo.

Juan Pablo dijo...

A mí me había venido esa que dice: "soldado que huye, sirve para otra guerra".
En fin...

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
No está mal....no la conocía.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Siii Raquel Barbieri quiere que lo filmes,gran idea la de ella.Es realmente cinematográfico el episodio.
El tipo a la pobre mina la desprecia,pero va a bichar si está vieja ,chueca o sigue loca.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
LO malo es que yo querái a Cary Grant para el papel masculino......

Juan Pablo dijo...

Pero si lo que querés es un Corto vos tendrías el protagónico asegurado, Charly!

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Te prometo que lo voy a tener en cuenta.....
Un saludo, compañero