viernes, 14 de diciembre de 2007

Escena diurna (reposición)

"Viajo en Metro, parapetado tras un libro de Vergílio Ferreira y observando, furtivamente, al resto de pasajeros del vagón. Estos parecen dividirse en dos grupos; los que están absortos en la nadería de sus pensamientos, y los que se hunden en la lectura de periódicos gratuitos, atrasados suplementos dominicales y libros de pseudoliteratura. De mi derecha, proveniente de una vieja con michelines apretados en un horroroso vestido de raso azul, me llega un mareante cóctel de olores, mezcla de sudor, laca, perfume barato y orina estancada. Frente a mí, una gorda con medias hasta las rodillas, se hurga entre los dientes y rasca el sarro de los contornos con las esquinas de un bono de diez viajes. Un espectáculo tan grotesco que no puedo apartar la vista, seducido por la visión de semejante horror. Intento, en vano, concentrarme en la prosa del escritor portugués para escapar de las sensaciones que capto a través de mi vista y mi olfato. No hay nada que hacer, no puedo mirar para otra parte más que para adelante, y no puedo dejar de respirar más allá de un minuto. Opto por relajarme, y cierro los ojos deseando llegar con premura a mi estación de destino. Por fortuna todo llega, incluso ésta, y piso el andén con el alivio de quien es liberado. Antes de que el tren retome la marcha, me vuelvo y compruebo como los dos repulsivos seres continúan trayecto, indiferentes al rechazo y malestar que provocan. Que no se preocupen; para ellas también está hecho el cielo."

38 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Carlos,
yo de esas podría escribir miles, es lo que tiene el transporte público, que ves de todo, de lo bueno y de lo malo.
En cuanto al tema de los olores, pienso que sería necesario hacer una liga de sinceridad. Deberíamos unirnos todos, olvidar el cauto silencio y plantarnos frente a los desconsiderados y decirles "¿no le da vergüenza?, ¿usted quien se ha creido para pensar que los demás mortales tenemos que aguantar estoicamente su falta de higiene?"

Besos, con olor a algodón recién planchado

Peggy dijo...

Es que los humanos tenemos a veces unas constumbres tan peculiares ...

Iván dijo...

Le interesaría el nuevo libro de cuentos de Enrique Vila-Matas, cuya narración 'La modestia cuenta la historia de un espía casual de una línea de colectivo que se dedica a recopilar frases curiosas en el '24'.

la también escritora española Carmen Martín gaite decía que ella era escritora en virtud de sus viajes en los transportes públicos.

Un poeta anglo-hispano, Roger Wolfe, escribió un poemario en ellos y lo tituló 'Días perdidos en los transportes públicos'.

Y, como sabe, a mí el mundo del metro me fascina.

Un relato muy interesante el suyo, cruel, cierto, pero con unn bonito final.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
S� pero esos personajes parecen m�s bien pseudo-humanos, porque conmigo, y supongo que con usted, tienen muy poco que ver.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Esa gente no tiene vergüenza y, por favor, no me mente el olor a algodón bien planchado que me trae recuerdos inconfesables.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Iván:
Debo decirle que esta reposición es resultado de la lectura de su último post. Me acordó de esto que había escrito una vez y decidí rescatarlo.
Gracias por las informaciones. Supongo que en breve me haré con el citado libro de Vila-Matas, un escritor que me gusta.
Saludos.

Raquel Barbieri dijo...

Hay personajes como éstos, que por lo menos en Buenos Aires sólo se encuentran en el subte, y en el colectivo no se ven jamás.

Parece como si las profundidades por donde transcurre el metro, los atrajera más que la superficie.

De todos modos, creo que en la mayoría de los casos, la extrema suciedad y dejadez responde a problemas psiquiátricos, y no a meros caprichos; no sé qué pensarán ustedes.

Me gustó el juego de contrastes:

El libro de Vergílio Ferreira, en contraposición con lo grotesco que prima, invade y supera este deseo de degustar el libro; esas dos mujeres libradas al completo abandono de su persona, mezcladas caprichosamente en el mismo espacio en que aparecen las frases de un poeta portugués. Veo la escena como una historia dentro de otra historia.

Buenísimo:)

Carlos,

Saludos de R & R

PD 1: Creo que Mavi es de mi club. Romántica y del transporte público;)

PD 2: Saludos al Soldado Ryan.

Polakia dijo...

Porque será que nos llama la atención y no podemos evitar mirar lo que nos desagrada?
Los olores lamentablemente no se pueden evitar, pero la vista panorámica uno podría omitir y a pesar de eso ... no lo hace.

Sibyla dijo...

Alguien dijo:
"Las mujeres son la mitad del cielo".
Pero supongo que no se referiría al tipo de mujeres que describe en su narración.
Su relato, tan real como la vida misma...
Yo también viajo en colectivo.
Saludos.

Gi dijo...

Qué estás tomando para escribir?

Isabel chiara dijo...

Y el infierno. Hace 2 años que utilizo colectivo y no dejo de sorprenderme cada día. Aquí lo último, además de la mala educación, la grosería, las horteradas y los olores fétidos, es llevar el móvil tipo loro con la música preferida del sujeto-a a toda la pastilla que permite el aparatito. Y cuando son varios los que quieren deleitar con sus camelas preferidos mejor bajar e ir andando.

Pd. la segunda línea que cojo recorre la marginalidad más profunda de la ciudad. Ahora, afortunadamente, no hace parada en la penitenciaría, porque se la llevaron a otro sitio, que si no...

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
Qu� raro que semejantes personajes no se les vea en colectivo....porque supongo que alguna vez tendr�n que subir a la superficie (hasta las ratas lo hacen).
As� que usted es del mismo club que Mavi ? Bueno, parece que s�lo admiten a personas con cualidades..
Dos saludos.

PD: saludo al soldado, de su parte.

Carlos Paredes Leví dijo...

Polakia:
Debe ser un fenómeno parecido a la atracción por el vacío....
saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
Espero no encontrármelas allá arriba...
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Laluz:
Sólo café.

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
Tal como está el tráfico por todas partes, lo más sensato es utilizar el transporte público, a pesar de algunos de los inconvenientes citados....Si optamos por el taxi, nadie nos va a librar de un monólogo sobre el tiempo, fúbol y política.
Saludos.

Unknown dijo...

Uno de esos personajes es parte de mi cotidianidad, cada mañana debo cruzar por su oficina para certificar mi llegada al trabajo, su espacio está lleno de papeles y al abrir la puerta me recibe un aroma que marea... será cuestión de su edad o de los kilos de grasa que envuelven su esqueleto...

Makiavelo dijo...

Describes un ambiente ciertamente guarrilandongo, pero si sirve de consuelo, el que yo palpo en el autobús es primo-hermano. Fellini hubiera dado la vida por filmar la escena romanesca de la gorda con el bono y la del embudo de raso. Una oda al lumpen underground.

Saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

Ma.Candela:
Lamento que tenga que toparse a diario con semejante indeseable....yo, por suerte, no siempre me encuentro a personajes como los descritos.
Un saludo y t�pese bien.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Sí, Fellini hubiera reflejado muy bien en la pantalla ese ejemplo de cotidianidad.
Hace mucho que no viajo en autobús.
Un saludo.

Peggy dijo...

Es la parada de los monstruos ....Friki

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
S� algo as� pero en plan urbanita. Por eso yo, cuando viajo en Metro me entierro entre las p�ginas del peri�dico o un libro.
Si no los miro, no existen.

Peggy dijo...

jaaa , tampoco es para tanto ....:)

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
Es que yo tengo tendencia a la misantrop�a...

Ijon Tichy dijo...

¿Y qué decir de la pobre taquillera que tuvo que recoger el bono de 10 viajes para cambiarlo cuando la gorda fue reclamando que no se lo aceptaba el torno?

Carlos Paredes Leví dijo...

Ijon:
Por favor...���

Gi dijo...

Che, qué sabés de Fortunato?

Carlos Paredes Leví dijo...

Laluz:
Pues hace d�as que no s� nada de �l. A ver si lo llamo..

Peggy dijo...

Eso digo yo , que estara maquinando Fortunato...

Raquel Barbieri dijo...

(en voz baja por si alguien está durmiendo la siesta: Yo pensé en Fortunato ayer cuando me aprestaba a cantar un Ave María por cincuenta pesos en una iglesia capitalina; soy tan oportuna...)

Chicas... me da impresión que todas estemos en lo mismo:
"En attendant Fortunato"

Besos a todas
y saludos a Monsieur,

Barbieri & Co.

Isabel chiara dijo...

En esas estaba yo ahora mismo chicas, pensando qué será de Fortunato y sus ajetreos amorosos.

Échele el teléfono Leví, a ver qué se cuenta.

Gi dijo...

Las Chicas Leví reclaman!!!

Sibyla dijo...

Me uno al coro de femeninas voces:
¡Queremos saber que fue de Fortunato!

S'il vous plait Monsieur!

Carlos Paredes Leví dijo...

Chicas:
Ma�ana llamo sin falta a Fortunato y os cuento.
Saludos.

Anónimo dijo...

No sabría decir si en ciertos casos es bueno que todos vayamos a heredar el reino de los cielos. Yo también soy una sufrida usuaria del transporte público y he visto de todo...y lo que me queda por ver, me temo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Eva:
Yo, el reino de los cielos no lo espero, aunque tengo claro que el m�o, no es de este mundo.
Un saludo.

Makiavelo dijo...

Maestro, yo también espero, aunque no calzo tacones.

Saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Tengo un post en el horno...