jueves, 5 de abril de 2007

Quema.

Sus gloriosos tiempos como exitoso actor habían quedado ya olvidados por casi todos. Ahora, apoyado en la barra de cualquier bar, añoraba el pasado e intentaba ver su futuro, ése que sabía inexistente, en el fondo del eterno vaso de whisky. Ya no le restaba más que torear los recuerdos y ahogar, en amarillento alcohol, el diablo que llevaba dentro.

31 comentarios:

Kala dijo...

Carlos, tengo un amigo cuyo perfil coincide a la perfección con el protagonista de tu historia. Y me parece tan triste. Al mismo tiempo, no quisiera imaginar cómo sería mi vida cuando ya no pueda estar cerca de un escenario.

Me has dejado pensando...

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Supongo que el perfil debe repetirse. A mí, me viene a la mente un cuento de Isaac Bashevis Singer que se titula "Un amigo de Kafka", cuyo protagonista es un actor. También acuden nombres de actores que tuvieron que exiliarse de Europa por culpa del Nazismo, y nunca volvieron a recuperar el éxito obtenido en el viejo continente. Historias tristes y destinos truncados. La vida misma.

Churra dijo...

Tu personaje es ta real como cotidiano Lo de menos es la profesión que tuviera o añore
Supongo que todos intentaremos de una forma u otra quemar algun dia nuestros propios demonios .El mio ojala muera antes de que tenga que ahogarle , pero claro , eso es suerte.
(tu rubia de ayer a lo mejor al mirarte no hacia otra cosa sino eso, ahogar sus demonios )
Besos

Kala dijo...

Bueno, Carlos, todo eso está muy bien, pero soy Kala, no Mavi. Creo que Mavi y los demás nos han dejado plantados con las margaritas. Habrá que posponer para otra ocasión.

Un beso.

Carlos Paredes Leví dijo...

Interesante reflexión Churra. Sí, todos tenemos demonios que nos persiguen y nos son fieles (demasiado) y o bien los destruímos o bien tenemos que soportar su persecución y de sobra sabemos, que siempre nos alcanzan.

Carlos Paredes Leví dijo...

Perdona Kala, supongo que salió el nombre de Mavi porque acababa de venir de dejar un comentario en su casa.
La culpa es nuestra, porque si confiamos en toda esta banda de informales....Anda, sírveme otra margarita, que para cenar me voy a tomar un molcajete. Me gusta la comida mexicana.

Kala dijo...

Entonces, ¡que corra el tequila! Es una lástima que no me pueda quedar a cenar. Entre el cambio de horario y el trabajo por hacer, esto se complica demasiado. Ya me contarás qué tal estuvo la cena.

Kala dijo...

...pero que luego no diga Juan Pablo que no lo invitamos...

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo nunca está cuando se cuece lo bueno. Luego, que no venga quejándose...

Laura Otermin dijo...

Qué sería de nuestras vidas sin algún que otro demonio. Al final, cuando uno llega a la nada, del personaje de tus letras, lo que queda es endemoniarse un poco de vez en cuando. Da para mucho más, desde luego. Un abrazo.

El Castor dijo...

Un personaje que reacciona muy mal, más prisionero de su ego que de su pasado. De hecho el pasado lo tiene y es lo único que no le pueden quitar.
Saludos, caballero.

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias Laura. Supongo que sin demonios nuestras vidas serían más sencillas, tanto que caerían en el tedio.

Carlos Paredes Leví dijo...

Castor: debe ser jodido perder el pasado y conformarte con un presente que no te permite disfrutar de ti mismo...
Saludos.

pietrapómez dijo...

En el fondo siento cierta envidia de los personajes que consiguen ahogar sus demonios en alcohol...a mi sólo me los hacen más grandes. Oye, si no llego muy tarde ponedme también un tequila!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Pietra:
Hay encanto en la decadencia y el exceso y las grandes personalidades tienden a resultar excesivas.
A buenas horas apareces tú para tomarte una copa. Entre Kala y yo, nos bajamos dos botellas de tequila, y lo mejor, es que no tengo resaca (será por la buena compañía...)

Anónimo dijo...

Me temo amigo, que hay muchas historias con fondos así. La quema se detiene y se gesticula, como si siempre fuera Martes y trece.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Me temo que tiene usted razón, Señora.
Un saludo.

pietrapómez dijo...

Jo, siempre llego tarde!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Pietra; te va a pasar como ése que siempre llegaba tarde a los bailes; que, invariablemente, se llevaba la más fea.

pietrapómez dijo...

Ya, pero suele ser la que se deja...jeje!

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, eso dicen todas...

pietrapómez dijo...

Bueno, me voy la música a otra parte, a ver si me dan de cenar. Que usté lo pase bien

Carlos Paredes Leví dijo...

y que a usted le aproveche la comida oriental y el vino patrio.
Un saludo.

Lebeche dijo...

Al hilo de lo que comentabais de la más fea. Mi padre siempre me contaba que el más ligón de su pandilla lo era porque siempre iba, directamente, a ligarse a la más fea. Es una cuestión de estrategia básica cuando se trata de triunfar a cualquier precio.
Saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

..y bueno, Lebeche, hay gente que prefiere la cantidad a la calidad....
Eso sí, como estrategia, es básica básica.

Lebeche dijo...

Y práctica, Carlos... y práctica.

Carlos Paredes Leví dijo...

Veo que eres otro de los que aplicó la dichosa estrategia...jajaja

Lebeche dijo...

Como estamos en estos tiempos tan pascuales te diré: El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Jajaja...

Carlos Paredes Leví dijo...

No, que tengo miedo de darle a alguien..

Germánico dijo...

Un actor que podría ser cualquier comediante que hubiera tenido éxito en cualquier otro ámbito fuera del mundo del espectáculo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Yo, había pensado en un actor que fue famoso en su ámbito.