lunes, 9 de abril de 2007

¿ Hasta cuándo ?

Ocasionalmente le tendía absurdas emboscadas al azar, con la esperanza de que la suerte se fijara en él y decidiera su vida, como tantas veces ocurría , pero siempre a otros, desde el orígen de los tiempos. Le atormentaban el tedio y el mal adquirido hábito de pensar, criando, debajo de sus maneras asociales, un pus, infeccioso, de fracaso existencial, obsesiones enfermizas, reprimidos deseos, imágenes sombrías e impiedad. Aún así, y siguiendo la tradición de los vencidos, de obra o de nacimiento (no tenía una clara opinión al respecto), creía que las cosas aún podían empeorar. Tanto que a lo mejor, la muerte le otorgaba otro aplazamiento.


Dedicado a Churra; una habitual por aquí

37 comentarios:

Germánico dijo...

De pronto el personaje, en medio de su desierto, se tropieza con una maravillosa y dorada lámpara, la frota y surge de ella el Genio.

Lo que no nos cuentan es que el Genio no basta....pero eso no nos impide pedir los 3 deseos a un Dios empecinadamente sordo o al aire que pasa.

Carlos Paredes Leví dijo...

Germánico:
Hay dos clases de personas: quienes materializan sus deseos, y quienes ni siquiera se atreven a desear. Este tipo es de la segunda categoría pero se muere por ser de la primera.
Le va mal y le va a ir peor mientras de él no emane la convicción de que las cosas pueden cambiar para mejor.
Un saludo.

Peggy dijo...

todos tenemos algo de pus existencial , y de evz encuando sale ;)

Germánico dijo...

Supongo que el colmo debe ser no saber ya que desear, porque todo es hastío, tedio e impotencia.

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
Y menos mal que sale...De lo contrario, nos mataría la infección.

Carlos Paredes Leví dijo...

Hay gente, Germánico, a los que les da miedo (supongo que inconscientemente) que sus deseos se cumplan. Una especie de síndrome de "miedo al orgasmo".

Ijon Tichy dijo...

¿Y si la felicidad no residiera en el cumplimiento de lo deseado (la ubicua sensación de ¿y eso era todo?) sino en la ausencia de deseo (la ataraxia de los clásicos)?

Carlos Paredes Leví dijo...

Ijon:
Resultaría curioso pero...¿una vida sin deseo?. Sería incompatible con la esencia humana que, como bien sabes, consiste en querer lo que no tenemos. Y esto es puro deseo.
La pregunta, de todos modos, es inquietante....

Germánico dijo...

Los franceses llaman al orgasmo "la pequeña muerte". Como para no tenerle miedo....

Claro que la ausencia de deseo suprema es la búdica, el nirvana, que es otra nada.....

Carlos Paredes Leví dijo...

Germánico:
Soy demasiado occidenteal para apreciar filosofías tan etéreas.
Yo, prefiero poner en práctica una máxima: "Lo quieres; lo tienes".
Lo malo, es que a veces no resulta eficaz.

Germánico dijo...

O, como diría Jim Morrison: "We want the world and we want it....now!".

Carlos Paredes Leví dijo...

Germánico:
Hombre, la verdad es que me conformo con algo menos pero...puestos a pedir....más vale pasarse que quedarse corto (por si acaso).

El Castor dijo...

Sí, el deseo confirma que estamos vivos. Nos proyectamos al futuro en cada instante a la luz de nuestra razón y de nuestros conocimientos.
Pero vivimos en relación, el deseo es en esencia el deseo del otro. Sabiendo que es poco lo que depende de nosotros hay que intentarlo siempre.
Saludos, caballero deseado.

Carlos Paredes Leví dijo...

Hermoso comentario, una vez más, juicioso Castor.
A lo mejor, podemos hacer más de lo que creemos. Al menos, prefiero pensar eso que imaginar que somos como una hoja a merced de los vientos de azar y el destino.
Sea como sea, yo voy a seguir deseando.
un saludo.

El Castor dijo...

No me refería tanto al azar.
Si alguien tiene el proyecto de escribir un libro y eso le hace feliz hay que estimulárselo en todos los casos, hay que darle coraje. Y lo hará en base a su razón y sus conocimientos, obviamente.
Otra cosa es que su obra interese, que el otro se interese y lea. De ahí que yo haya dicho que el deseo es en esencia el deseo del otro. De nada le servirá cumplir con el deseo de escribir un libro si nadie lo va a leer.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ahora te he entendido, Castor.
Y sí, está lleno de ejemplos como el que te refieres. Hay muchos escritores que escriben muy bien pero, sin embargo, no tienen nada interesante que contar. Por el contrario, otros menos virtuosos, narran historias que se te meten dentro.
Además, hay mucho márketing...

pietrapómez dijo...

El deseo puede confirmar que estamos vivos, entiendo lo que dice Castor, pero también puede conllevar un estancamiento que ningún estoicismo consiga mitigar.
Si nos proyectamos a través de deseos y estos no se cumplen, puede hacer que uno se quede anclado, empecinado en hacerlos reales.
Creo que es necesaria una dosis de entusiasmo para empujar esos deseos, pero también otra de, llamémoslo "sentido común" que ponga nuestros pies sobre la tierra.
Si el deseo creativo es intenso él sólo te lleva a materiarizarlo en algo (textos, cuadros, fotografía) que es independiente de que luego sea disfrutado por alguien distinto del autor.
Igual me he extendido mas de la cuenta...

Carlos Paredes Leví dijo...

Pietra:
No, no te has extendido más de la cuenta.
Yo creo que un exceso de deseo lleva apareado una alta dosis de locura, latente o manifiesta, que es la responsable de grandes logros de la Humanidad. Así, los navegantes españoles y portugueses, sorprendieron al mundo al lanzarse a lo desconocido en barquitos poco más grandes que pianos de cola.
Yo, de momento, voy a poner todo mi entusiasmo en materializar deseos que tengo y espero que nadie me lo venga a joder con esa resistencia cuya aparíción tanto jodíó al ser humano: duda.
Un saludo, flaca.

El Castor dijo...

Carlos, Pietra, creo que no hay ningún desacuerdo en lo que decimos.

Las personas no sólo queremos algo sino el reconocimiento de la legitimidad del deseo. Y ciertamente pintar en una tela o escribir un texto son deseos legítimos.

Por supuesto que si quiero pintar o escribir para mí no hay mayor problema como señala Pietra en su párrafo final. Basta conque el resultado final me satisfaga a mí. En cambio si mi deseo es el de vender mis pinturas o mis libros deberé tener en cuenta a los demás: los gustos, la capacidad adquisitiva y otros aspectos de los destinatarios de mi obra, o sea de los hipotéticos compradores.
Depende pues de los deseos que tengamos.

Pero yo me refería al deseo así en general, ese proyecto que nos empuja a actuar. Ahí los demás siempre están presentes. Aunque sólo pretenda pintar una tela para mí no lo podría hacer si antes alguien no hubiese fabricado las telas, las pinturas, los pinceles, abierto un comercio para vendérmelo etc...

Carlos Paredes Leví dijo...

Menuda explicación, Castor. Yo, ante tal despliegue, no puede añadir nada más.
un saludo.

pietrapómez dijo...

Tienes razón, Castor. Yo me estaba centrando en un ideal "deseo". Ideal porque no he tomado en cuenta donde está inscrito, es decir, que para su materializaciónm son necesarias ciertas condiciones que yo había pasado por alto.
Un saludo a ambos

Anónimo dijo...

El peor enemigo de los deseos es el conformismo disfrazado de sentido común, un tipo de cobardía bien disimulado, tan viscosa que a menudo discurre por los mismos surcos del pensamiento. Y nos convence. Y nos vence. Y perdemos.

Claudia dijo...

Vivir sólo esperando que las cosas empeoren...si nos basamos en la -últimamente tan mencionada- ley de la atracción, seguramente las "cosas peores" le llegarán.
Saludos.

Lebeche dijo...

Decía Murphy, ese gran sabio, que todo siempre puede empeorar. A lo que mi amigo Carlos añade, sin cortarse un pelo.... "Tanto que a lo mejor, la muerte le otorgaba otro aplazamiento."
Genial.
Un saludo

benjamin1974© dijo...

Gracias por el comentario. Paso a visitar. Muy interesante tu blog. Voy a empezar a leer los posts anteriores.
Saludos desde Eretz...
Benja

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, Jafraton, renunciamos a nuestros deseos y nos conformamos con lo que tenemos y aún más, engañamos a todos (salvo a nuestro subconsciente) diciendo que hemos conseguido realizarlos.
Patético.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, Caramelo, si piensas que puedes empeorar, sin duda lo harás. Por eso yo estoy en una etapa de cambio de chip.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sabía que te iba a gustar, Lebeche.
Cada vez tenemos más puntos de concordancia mental ,eh.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Shalom, Benjamín. Aún me estoy riendo de tu post donde narrabas incoveniencias significativas y meteduras de pata. Resulta curioso lo anecdótico que resultan una vez pasado el momento...
Saludos

P.D. Tengo un post donde uno de los protagonista es el Malaj-a-Mavet. Se titula "Visita inesperada".

benjamin1974© dijo...

Si, es cierto. En el momento quizas no sea tan gracioso, pero lo son cuando lo recordamos un tiempo mas tarde. Y si lo traemos a la memoria fue porque, de alguna manera, nos impacto, nos marco a tal punto que lo recordamos.
En que parte de Sefarad vivis? Yo voy a estar alla para agosto.

Carlos Paredes Leví dijo...

En Madrid.
Lo bueno de esos momentos es que, después, tenés algo que contar...
Un saludo.

Claudia dijo...

Eso de cambiar de chip suena bien. En mi último post hablo de "usar" unas lijas, no para el mismo fin, pero algo parecido. Pero ahora, creo que lo del chip sería más práctico, y moderno también.

Churra dijo...

Muchisimas gracias Carlos, esoy como una niña con zapatos nuevos.
Soy de las que piensan que las cosas siempre pueden empeorar, es mas cuando no empeoran solas las ayudo yo. Menos mal que de vez en cuando se me va la cabeza y voy a por todas , sea logico o no.
Besos

Anónimo dijo...

Hola Carlos, (y demás jaja)
Aún no he vuelto de vacaciones y no sé que hago sentada delante de un ordenador, pero en fin, creo que estoy enganchada y en cuanto veo uno, allá que voy.

Veo que estos días han dado para mucho, ahora no tengo tiempo de ponerme al día, pero el jueves, cuando tenga tiempo, es decir en el trabajo, ya me enteraré de todo lo ocurrido.

Ahora os dejo que voy a vestirme de huertana, si vierais lo guapa que voy jajaja, sólo espero que no llueva y pueda enseñaros alguna foto decente.

Besos con olor a tierra mojada.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lo del chip, Caramelo, fue algo que me salió sobre la marcha y, por lo que se ve, no quedó mal.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

De nada Churra. A mí me ocurría lo mismo que a ti, pero ya me cansé de perpetrarme en el pesimismo.
Ahora, intento por todos los medios, ver las cosas bajo otra óptica, en tonalidades claras y, la verdad, es que las sensaciones que experimento son mucho mejores.
La clave está en emitir pensamientos de alta frecuencia.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi, te echábamos de menos...¡¡
La verdad es que, aún cuando estamos de vacaciones, siempre nos tira las ganas de sentarnos ante un teclado y dar unas vueltas por la red para ver novedades...
Disfruta de lo que te resta de vacaciones y del encantador aroma de la tierra mojada.
Un saludo.