martes, 3 de abril de 2007

En casa de Héctor.

Como se convirtió en costumbre en este Mundial, cada vez que jugaba la selección argentina, unos cuantos amigos porteños íbamos a casa de Héctor (catamarqueño) y su encantadora mujer a ver los partidos de la albiceleste. En esa ocasión, un sábado, el rival era la correosa y llena de expectativas, selección mejicana, dirigida, curiosamente, por un entrenador argentino de apellido Lavolpe. Devorando varias pizzas, y apurando largos tragos de cerveza bien fría, no perdíamos detalle del desarrollo del encuentro, haciendo caso omiso a los desafortunados, vacíos de contenido e insufribles comentarios de la caterva de periodistas y colaboradores de la cadena televisiva responsable de la emisión. Del inicial comentario ¿de dónde sácan a estos tipos? pasamos, rápido, al “¿por qué no se callan?. Con el volumen al mínimo y ante la imposibilidad de escuchar vía internet a verdaderos maestros de las retransmisiones deportivas como Víctor Hugo Morales o Marcelo Araújo, nos hicimos íntimos de un concentrado silencio apenas roto por nuestros sutiles apuntes ante alguna jugada peligrosa o algún error arbitral. El gol mejicano, aprovechando una ligereza defensiva, nos hizo caer en la cuenta que el rival era de consideración y no tan endeble como queríamos creer en un principio. Por fortuna, nuestros chicos empataron en breve, devolviéndonos la fe en el triunfo, algo tambaleante tras el gol del rival. El resto del partido lo pasamos en tensión, esperando el ansiado gol que no llegaba y alarmándonos ante las evoluciones del cuadro azteca. Si la vida es injusta, el fútbol no lo es menos, dictando sus caprichosas leyes indiferente a merecimientos. Así, por voluntad del azar, un portentosa volea de Maxi Rodríguez , ya en la prórroga y superada la decepción previa por un gol injustamente anulado a Messí, se coló violentamente en la portería mejicana, haciendo estéril la voluntariosa estirada del guardameta. Nada más tocar el balón la red, todos saltamos, gritamos y nos abrazamos, liberados de la angustia acumulada desde el inicio del partido. Héctor, más nervioso que ninguno, salió a festejarlo al balcón, tirando papelitos que habíamos recortado en la jornada previa, e informando a los transeúntes voz en grito: goool, gooool, gol ¡¡¡¡. “¿Gol de quién? ¿de Méjico?”, le preguntó un viejo camarero saliendo presuroso del bar de enfrente. “No, …de Argentina”, respondió nuestro amigo. El viejo, decepcionado, hizo un despectivo gesto con la mano y se metió de nuevo en el local.“La concha de tu madre, pelotudo!!!!” fue la manera en que un indignado Héctor le expresó lo que opinaba de él y el deseo de que tuviera una buena noche. Tras este insuficiente desahogo, entró de nuevo en el salón y nos informó del incidente, no sin olvidarse de adornarlo con una serie de adjetivos para el camarero y su familia. Al final, ganamos pero, como siempre, sufriendo.
Mañana, nos toca Alemania y aunque confiamos en nuestro equipo, albergamos la sospecha de que el árbitro nos va a joder. Esperemos que ellos no ganen y, eufóricos, les de por volver a invadir Polonia.


Dedicado a Kala; porque el partido lo pudo ganar cualquiera.
Ah, esto SÍ ocurrió de verdad.

36 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos, esta entrada bien se la podrías haber dedicado a JuanPa que le habría encantado jajaja.

Y consuélate, vosotros aunque sufriendo ganáis, mira nosotros!!!

Besos

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, tienes razón Mavi, le hubiera venido como anillo al dedo a un futbolero como Juan Pablo.
Sí, se ganó pero....no fue más que engordar para morir; porque en la siguiente ronda se perdió con Alemania. En mi opinión porque el entrenador no hizo los cambios oportunos.

Ijon Tichy dijo...

Contra Alemania, estaba cantado que la cosa iba a ser más que difícil.

La decepción argentina fue en el mundial de 2.002. A las primeras de cambio, a casa con un equipazo. Me acuerdo porque había apostado por Argentina en la porra.

Pd. Para lo de la dedicatoria, pensé lo mismo que Mavi.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ijon:
La verdad es que en ambos mundiales se esperaba llegar más lejos pero, las circunstancias se tornaron adversas y nos mandaron a casa demasiado pronto.
A mí, me pareció que Pekerman se equivocó soberanamente en este último Mundial, no expotando el talento de Messi y Tévez para romper la muralla aria.
El fútbol es tan injusto como la vida.

Ijon Tichy dijo...

Es injusto salvo con la selección española.

No merecen ganar y no ganan, jejeje.

pietrapómez dijo...

Yo estoy con Ijon: sufrí más por Argentina en el 2002, sobre todo cuando ví llorar al gran Bati...

Carlos Paredes Leví dijo...

Me temo, Ijon que el mal que padece la selección española es crónico y de difícil solución.
Yo, propondría un técnico extranjero y la convocatoria de jugadores en proyección y aún no consagrados.

Carlos Paredes Leví dijo...

Pues yo, Pietra, casi ni me acuerdo del 2002, en cambio este último mundial lo tengo aún reciente.

pietrapómez dijo...

A mi se me quedó en la memoria, tal vez porque lo vi desde Dinamarca (donde pasé ese año) y era lo único que veía en la TV, ya que , con ese lenguaje infernal que tienen, era imposible pillar una palabra

pietrapómez dijo...

Además, por mi parte, cuanto antes se me olvide este mundial, mejor (menudo papelón hicimos!)

Lebeche dijo...

¡qué gol de Maxi Rodriguez!. Para mí el mejor del mundial. con respecto a Messi... ojalá viniera al Madrid, pero me temo que es imposible.
Saludos

Anónimo dijo...

Pietra yo siempre he pensado que lo de los españoles con nuestra selección es similar al efecto Lotería de Navidad; sabes que no te va tocar pero todos los años te ilusionas jajaja

Lebeche dijo...

La selección española es al fútbol de selecciones lo que el Atleti al de clubes. No se puede ser más desgraciado. Yo ya le digo a Pietra que con nuestra selección yo ya experimento el sufrimiento (en este caso peremne) de un seguidor atlético.

Carlos Paredes Leví dijo...

Es lo que tienen los daneses, Pietra, que se empeñan en hablar en esa jerga vikinga

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche: el gol de Maxi fue for-mi-da-ble.
El Atlético de Madrid no va a levantar cabeza hasta que él se recupere y retorne a las convocatorias. El año pasado, cuando estuvo lesionado, el equipo se vino abajo.

Carlos Paredes Leví dijo...

A mí, Mavi, me cuesta comprender tanto entusiasmo con la selección. Sobre lo de la lotería, a mí, tampoco me entusiasma.

Anónimo dijo...

No, si yo tampoco lo comprendo, pero reconozco que con la lotería siempre pienso "¿y por qué no a mi?", y con la selección "¿y por qué no esta vez?".

Es que en el fondo soy una sentimental.

Carlos Paredes Leví dijo...

¿Y quién no lo es, Mavi?.

Anónimo dijo...

Touché!!

Germánico dijo...

La frase que resume el último partido de la selección española en cualquier competición:

Jugamos como nunca.
Perdímos como siempre.

Y es que nos encanta perder en las competiciones internacionales.

¿y ganar?-preguntará algún incauto:

¡¡Ganar debe ser la ostia!!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Lo malo, Germánico, es que rara vez juegan como nuncá sino que, en mi opinión, están jugando ahora mucho peor que en la era Camacho o bajo la dirección de Clemente...
Sigo considerando válida mi propuesta de cambio expuesta a Ijon.

Germánico dijo...

Si, es cierto.

El Castor dijo...

Argentina siempre ha tenido grandes jugadores. Quizá se trate de encontrar un seleccionador que logre formar un conjunto armónico, disciplinado, confiado, motivado... No se trata de reunir a celebridades sino de formar, en poco tiempo, un conjunto.
Per tampoco sigo mucho a la albiceleste.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Castor:
Con frecuencia es mucho más rentable un equipo de medianías bien conjuntado que un ramillete de estrellas desconectadas entre sí.
Fútbol es fútbol, como dijo alguien.
Saludos.

Anónimo dijo...

Con tal de que me dediques uno de tus post, estaría dispuesto hasta a que hables de mis cuernos!
El mundial de fútbol lo considero casi, casi excluído de lo que fué mi opinion sobre ese deporte. El folklore que se genera es realmente pintoresco, tal y como lo demostráste en este post Carlos.
Saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

Sos un fenómeno Juan Pablo. Te echaba de menos...

Kala dijo...

¡Gracias por la dedicatoria! A petición del público, la comparto con Juan Pablo. Sé bien que eso sí fue real, recuerdo ese juego.
Un beso, Kala.

Lebeche dijo...

Carlos. Puskas fue el que dijo la evidencia del futbol. Era todo un intelectual. Jajaja

Carlos Paredes Leví dijo...

Yo también lo recuerdo Kala, porque estaba muy a gusto rodeado de amigos..
pero que conste que México también pudo ganar.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche: ¿Fue Puskas? Yo creía que había sido Miljanic.

Kala dijo...

Pues sí, eso dicen siempre los del equipo, pero los resultados ya todos los sabemos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, en eso Kala, tienes razón, lo importa es ganar, lo de participar es un consuelo de tontos.

Kala dijo...

Je, je, le acabas de decir "tontos" a un montón de mexicanos que piensan así, pero yo estoy de acuerdo contigo, hay que ir por todo.

¡Finalmente conectada! Llegué a un acuerdo clandestino con mi vecina, y me ha dejado robar su señal inalámbrica a cambio de una recompensa mensual. Todo sea por el bien de los blogs.

Un beso.

Carlos Paredes Leví dijo...

Estupenda noticia, Kala (lo de la conexión). Sobre lo otro, no se si te sirve de consuelo pero, en todas partes es lo mismo.

Lebeche dijo...

Carlos: Yo siempre la he odido atribuida a Puskas, pero puede que me equivoque.

Carlos Paredes Leví dijo...

O tal vez me equivoque yo. Tanto da, la frase encierra toda una filosofía y eso es lo que cuenta.