miércoles, 11 de abril de 2007

Abulia

Aguijoneado por el aburrimiento, pasaba las horas tumbado en el sofá, viendo los partidos del Roland Garros y atiborrándose de patatas fritas y latas de cerveza. Harto de tan poco estimulante día a día y con una creciente sensación de abatimiento y de sentimiento de culpa, se proponía un cambio radical en su existir. Por desgracia, entre sus intenciones y su realidad, se abría un hondo abismo ante el cual la voluntad flaqueaba. Así, mientras dilataba el hacer frente a sus demandas metafísicas, se contentaba con encarar otros sencillos dilemas: ¿bajar a la calle, a desayunar en un bar y dar un paseo, o poner, en el reproductor de dvd una película de fogosas tailandesas?.

* Dedicado a los que entran en mi blog y se consideran excéntricos, porque la excentricidad abunda donde la fuerza de caracter, la fuerza mental, la cantidad de genio y el valor moral.
Creo, sinceramente, que el hecho de que tan pocos se atrevan hoy a ser excéntricos, constituye uno de los mayores peligros de nuestro tiempo.

40 comentarios:

Kala dijo...

En lo personal, conocer a una persona excéntrica me resulta sinónimo de conocer a una persona interesantísima.
Bien dices que resulta alarmante que esta hermosa especie se encuentra en peligro de extinción.
Un beso.

Kala dijo...

En lo personal, conocer a una persona excéntrica me resulta sinónimo de conocer a una persona interesantísima.
Bien dices que resulta alarmante que esta hermosa especie se encuentra en peligro de extinción.
Un beso.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, creo que es un enorme peligro la ausencia de excentricidad con la que tenemos que lidiar a diario.
Pareciera que ya no hubiera cabida para lo extraordinario, lo fuera de lo común, lo sorprendente y lo mágico y, curiosamente, ésta carencia se da con mayor incidencia en sectores relacionados con procesos creativos.
Yo siempre he abogado por el ejercicio de la excentricidad como acto de reivindicación del Yo, y como una manera de diferenciarnos de comportamientos cotidianos, cargados de uniformidad y tedio. No hay nada pretencioso en ello, ni ganas gratuitas de llamar la atención o epatar a los demás, sino que es algo íntimo, que emana de mi dentro y solicita le abramos las puertas. Hay algo ambiguo y aventurero y revitalizador en ser excéntrico.
Lástima que muchos no lo entiendan..

Kala dijo...

Peor para aquellos que no lo entienden. A mí me parece que un excéntrico toma fuerza justo de la incompresión de quienes se consideran "personas normales" por decirles de algún modo.

Estuvo raro eso de mi comentario doble, juro que sólo lo mandé una vez.

Carlos Paredes Leví dijo...

Kala:
Los excéntricos están darwinianamente destinados a extinguirse.
Sí, toman fuerza de su diferenciación a la hora de actuar pero...el mundo parece pertenecer a los individuos de cerebro plano y que poseen voluntad como única virtud.

Anónimo dijo...

¿qué es excéntrico?
(dedicado a lebeche)

Carlos, está bien tu planteo, salvo porque creo que esa actitud presupone una exposición sobredimensionada que alguna gente no está/mos dispuesta a asumir.
Saludos

Anónimo dijo...

Y lo peor es que el excentricismo tiene cierta connotación peyorativa, cuando de sobras se sabe que es difícil encontrar un genio que no tiene ese puntito de excentricidad. Es bastante probable que esté ligado a la creatividad, sí. Una forma de arte interior, de ver el mundo a tu manera empezando desde dentro.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo: el excéntrico es, para muchos un elemento distorsionador, un individuo subversivo. Así nos va...

Carlos Paredes Leví dijo...

Jafatron:
Tener criterio propio y estar dispuesto a defenderlo contra el parecer general es algo que a los que aman la uniformidad y la masa, les da miedo.

Germánico dijo...

Joder, cuando has dicho lo de Roland Garros y la cerveza me has traído recuerdos de mi época de estudiante. El torneo de los Mosqueteros siempre caía en época de exámenes y yo me escaqueaba del estudio, sobre todo a partir de las 12 de la mañana, con cervecitas y visualización de todos los partidos en Eurosport. Y encima los españoles triunfaban (aún siguen haciéndolo en tierra).

La excentricidad me parece buena, y la diversidad, de la que da la medida, por eso soy liberal. Cuando llega un capuyo y pretende imponer su excentricidad a los demás por la fuerza es cuando la cosa se torna insufrible...y potencialmente homogénea.

La vida es la mayor de todas las excentricidades, pues funciona contra la corriente de la física, en lugar de seguir los caminos energéticos de menor resistencia y derivar hacia el caos y la nada.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, Germánico, jugar gratuitamente a ser excéntrico e imponerlo a toda costa, resulta insoportable. La excentricidad tiene que ser de esencia y no sólo de forma, porque entonces produce rechazo, dada su impostura.
Tampoco puede uno entregarse indiscriminadamente a la excentricidad, porque entonces ésta pierde su sentido y se convierte en algo que por habitual, resulta grotesco.
Sobre Roland Garros; ¡cuántos gratos recuerdos guardamos...¡ (casi tantos como de las películas de tailandesas...)

pietrapómez dijo...

Conozco a pocas personas que no cuenten con, al menos un puntito de excentricidad. Tal vez, mas que excentricidad se trate de la nota que hace único el carácter individual (empezando por el amigo Germánico...jijij)

Carlos Paredes Leví dijo...

Tú, Pietra, es que conoces a gente muy peculiar.....pero el mundo está plagado de imbéciles sin otra peculiaridad que su propia imbecilidad.

pietrapómez dijo...

Puede, tal vez por aquello de la afamada "ley de la atraccion" (qué cabrón, Lebeche, como nos ha cuadrado a todos, eh?) me he muerto de risa!

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, Pietra, los imbéciles no son una excepción a esa ley que dice que los similares se atraen...
En cuanto a Lebeche, se supera día a día. Ahora, incluso aprendió a reírse de sí mismo, lo cual es un sinónimo de gran inteligencia...

Anónimo dijo...

Yo combino un poco de imbecilidad y un poco de excentricidad, así lo de reirse de uno mismo se convierte en una forma simple de transcribir lo cotidiano. Es para que, en mi caso, no dependa de la inteligencia.

De todas formas, la excentricidad y la imbecilidad a veces es solo una cuestión de puntos de vista, porque, por ejemplo, ¿frotarse los testículos con gelocatil es ser imbécil o excéntrico? da que pensar...

Lebeche dijo...

Gracias Carlos... ya no sé si es inteligencia, memez, aburrimiento existencial o excentricidad reconcentrada :).
Estoy de acuerdo que te enseña mucho más un "loco" o un excéntrico que cien ímbeciles uniformados en una misma idea (imbécil por supuesto)
Un abrazo

Carlos Paredes Leví dijo...

Tú no eres ningún imbécil Jafatron, aunque a veces te guste pasearte por el límite ¿a qué mente lúcida no le gusta? (yo, obviamente, me incluyo).
Alguien capaz de reírse de uno mismo, como hacemos los que aquí nos citamos, estamos vacunados contra la imbecilidad.
Lo de frotarse los testículos con Gelocatil....es un acto de desesperación.

PD: te he enlazado.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche: las crisis nos llevan a descubrir cosas que al hacerlo nos resultan obvias, pero que muchas veces hemos pasado por encima sin prestarle atención.
Hay, en esos momentos dolorosos, un mirar hacia dentro de uno y una posterior expansión.
Un saludo.

Lebeche dijo...

A mí esta megacrisis me ha hecho descubrir (no sé si por la ley de la atracción o que :)) que hay un tipo llamado Levi que merece la pena. Me has ayudado mucho, en serio. Tu positividad ganó a mi negatividad. Eso significa que estás en la cresta. Aprovecha.... aprovecha.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche:
Ya sábes que opino lo mismo de ti, y me alegro que mi coyuntural optimismo te haya servido para remontar ese infeccioso pesimismo con el mejor antibiótico que existe: el humor.

pietrapómez dijo...

Mmmmh...estamo hablando del mismo Carlos? Ese al cual caracteriza su positividad? Jajajaj...es broma, sólo que yo no te definiría así, exactamente!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Ah No??

pietrapómez dijo...

jajaja

Ijon Tichy dijo...

¿Podríamos definir a los actuales "frikis" como excéntricos simplones?

Coblenza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos Paredes Leví dijo...

No, Ijon, me temo que yo no comparto esa visión. Para mí, los frikis, en su inmensa mayoría, no llegan a la categoría de excéntricos...

Anónimo dijo...

Carlos, estuve leyendo un par de veces tu post y no le veo la relación con la dedicatoria.?

un beso cálido

Carlos Paredes Leví dijo...

Gabi, querida, la verdad es que el post no tiene nada que ver con la dedicatoria.
Entre la abulia y los excéntricos no hay más que antagonismo, porque éstos detestan a aquella y escapan de sus garras a golpe de excentricidades.
Un beso.

Anónimo dijo...

es?

Carlos Paredes Leví dijo...

me temo que sí, amigo Juan Pablo

pietrapómez dijo...

Sin duda, amigo

Carlos Paredes Leví dijo...

Che, Juan Pablo, te dejé un par de consultitas en casa de Pietra...

Coblenza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
benjamin1974© dijo...

Somos excentricos comparados con que? Una vez que tenemos la respuesta... En ese caso, no seriamos todos excentricos los unos de los otros?

Carlos Paredes Leví dijo...

Supongo, Benjamín, que comparado con comportamientos mayoritarios y bien definidos..(más o menos definidos)

Kala dijo...

Juan Pablo ha dejado dicho en mi blog que tiene unas fotos, que no te las presta... ¿Sabes de qué habla?

Carlos Paredes Leví dijo...

Kala:
Sí, una fotos desnudo empujando, bajo la lluvia, un coche estancado en el barro.

Kala dijo...

No, no, no, esas fotos ya son del dominio público desde que circulan por la internet, él habla de unas fotos de Pietra, pero ya nos dirá...

Carlos Paredes Leví dijo...

Kala:
De otras fotos, yo no sé nada....