viernes, 23 de febrero de 2007

Talento

Cada tanto, se vía embargado de una pueril euforia, nacida de la pretensión megalómana de hacer algo “grande”. No era por sí mismo por quien lo quería hacer, sino para ajustar cuentas con todos aquellos que no confiaban en él y le despreciaban de una manera más o menos soterrada. Sin embargo, lamentablemente, sufría la cruel asimetría entre lo que quería ser y lo que era, con lo cual su momentánea efervescencia de ánimo sucumbía, sin remisión, ante el avance de eso que tanto daño le hacía y que se llamaba realidad. Resignado, se tumbaba en la cama a dormir, deseando que los sueños, o algún acontecimiento futuro, sirvieran como detonante de ese talento que creía anidaba en su interior.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey Carlos, yo no te autoricé a publicar mi biografía!. Por lo menos compartimos el copirygth!.
Y, cómo te fué con las achuras anoche?. y la última: contame algo de tus amigos, si te apetece.
Un abrazo, amigo.

Carlos Paredes Leví dijo...

No doy nombres, así que no podés demandarme. Lo de ayer, estupendo; como siempre. Del resto, ya te contaré a la noche. Ahora tengo que irme. Un saludo.¿Cómo te va con el Cariñómetro? (lo que no se te ocurra a vos !!!).

Anónimo dijo...

Vos sí que tenés talento.

Flaca

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias por el elogio, Flaca.

Lebeche dijo...

A vueltas con el talento...

Te he dejado un meme en mi blog.

Saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

Cuenta más la voluntad que el talento.
Luego me paso.

Claudia dijo...

Me ha gustado eso de "...sufría la cruel asimetría...". A mí me ha tocado sufrirla, pero sólo a medias. Yo creo que, en algún grado, le habrá tocado a la mayoría.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, creo que nos ha tocado a la casi totalidad de nosotros. No resta más que joderse.
Un saludo y gracias por tu comentario.