lunes, 20 de julio de 2009

SÓLO UNA CARTA


En cuanto Alberto tomó aquel sobre en sus manos, se fijó en varios detalles que le provocaron cierta intriga y premura por abrirlo: la ausencia de estampillas, de remitente y su nombre escrito en mayúsculas, con trazo inseguro y autoría inequívocamente femenina. Sin embargo, controló el impulso inmediato y lo guardó en el bolsillo de su saco antes de dirigirse al ascensor. Mientras ascendía, imaginaba la ambientación adecuada para una lectura que presentía tan interesante como el misterio que proponía el anonimato. Determinó que lo más idóneo sería poner algo de música, servirse un excelente oporto vintage y tomar asiento cómodamente en el sofá del living. Sólo entonces estaría en condiciones de encarar la apertura de aquel sobre, rasgándolo con un abrecartas por un lateral y teniendo cuidado de no dañar el interior.
Cuando por fin cumplió con todos los requisitos, extrajo una cuartilla en color rosa aromatizada con perfume de vainilla y leyó:

“Estimado Mario:
Tal vez no me recuerdes, puesto que sólo nos vimos en pocas ocasiones pero aún así guardo la esperanza de lo contrario porque, en todas ésas oportunidades, me pareció advertir en tu mirada una notoria curiosidad hacia mi persona. Yo soy Laura, amiga de tu ex novia Silvina y te ruego no me tomes ni por una loca ni una desubicada. A mi edad, no puedo permitirme demoras absurdas por culpa de obsoletos y chotos convencionalismos. Tengo prisa, apuro por ser feliz, por aprovechar las coyunturas que la vida me presenta y no voy a dejar que un orgullo desmesurado o una lealtad mal entendida me impida manifestar mis sentimientos: Me gustás, Mario. Me gustás mucho. Desde el primer día que te vi e incluso de antes, cuando mi amiga me contaba cosas de vos y me refería lo especial que eras y lo feliz que la hacías. Ahora que ya no estáis juntos decidí jugármela por vos porque, de no ser así, me arrepentiría siempre. Intuyo que a tu lado puedo volver a enamorarme y sentirme como una mujer plena, recuperando esa sensación de efervescencia existencial que perdí hace tanto tiempo. No quiero presionarte y únicamente te pido me des una oportunidad, que nos conozcamos, sin prejuicios, sin complejos ni reticencias. Sólos vos y yo, con un mantel de por medio y enfrentados el uno al otro. ¿Qué me decís? ¿aceptás la proposición?. Dále, no eludás el reto…..arriesgáte. A lo mejor, ni tenés que arrepentirte.

Un beso.

Pd: te adjunto mi mail: lauracostanza@gmail.com”

Terminó de leer la carta y volvió a hacerlo nuevamente, intentando rastrear, en ese proceder tan inhabitual en cualquier fémina, alguna clave que le indicara el camino a seguir. Por un lado, admiraba la extravagante valentía de la mina, de quien se acordaba muy bien (no pasaba desapercibida) y por otro, recelaba e imaginaba que todo obedecía a una confabulación entre ella y Silvina, como si la primera quisiera demostrar a la segunda lo acertado de sus advertencias sobre él en particular y todos los hombres en general, convirtiéndolos así en víctimas de su traumático divorcio y malogradas relaciones posteriores. Finalmente, desistiendo de estériles especulaciones psicológicas, dobló el papel, lo guardó en un bolsillo y se echó a dormir, sonriente y con la satisfacción de estar viviendo algo que por lo normal, jamás sucede.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos,

En la escala de la sinceridad de 1 (minima) a 10 (maxima), le daria a esta carta un 2.

Creo muy posible que las amigas se hallan confabulado.

Por otro lado, si Laurita esta tan interesada, hay muchas otras formas de conseguir un hombre, mas sutiles, mas femeninas, sin necesidad de mandar una carta con una nota tipo "Se alquila este espacio, barato".


Saludos

Haim

pd.Confabulacion o no, como siempre, yo le seguiria la corriente hasta las ultimas horizontales consequencias.

BB dijo...

Carlos: Totalmente de acuerdo con
Haim. O es confabulación o esta
criatura se ha lanzado del avión,
sin paracaídas.
Aquí no hay sutileza, ni misterio...
BB

S. Cid dijo...

¿Qué habría hecho Kalman? Después de lo del otro día..., seguro que nos sorprendería.

Saludos

S. Cid

Carlos Paredes Leví dijo...

Haim:
Las horizontales consecuencias no lo son todo aunque, con harta frecuencia, suponen un estímulo considerable.
Creo que el protagonista está intrigado en el asunto y la sinceridad o no queda relegada en beneficio de vivir una sensación nueva, una aventura...
Puede que estén confabuladas o puede que no. Las personas hacemos cosas muy raras, y la fidelidad entre amigas es habitualmente menor que la que se da con un hombre o entre nosotros mismos.
Un saludo.

BB:
Hay veces, pocas, en que las mujeres juegan enseñando las cartas...como si fuera un desafío.
Un saludo.

S.Cid:
Kalman le habría seguido la corriente un cierto tiempo, sin demostrar un gran interés pero tampoco indiferencia. Seguramente se demoraría con los mails hasta estar convencido de cómo proceder.
Un saludo.

Anónimo dijo...

todo parece muy raro y la forma de actuar de ella poco clara pero cosas más raras he visto en mi vida y nada me soprende en lo que se refiere a nosotras.

MAGA

Makiavelo dijo...

Maestro, creo sinceramente que deberías sacar la bola de cristal y las cartas.

¿La novela para cuándo?

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Maga:
Tiene razón en eso de que la gente se la pasa haciendo cosas raras. Hace años, yo también recibí alguna carta curiosa, extraña aunque no en el tono de ésta que recibe el protagonista. Todavía las conservo, en el fondo de un cajón de mi escritorio.
Un saludo.

Makiavelo:
Sí, creo que esta noche voy a trasnochar echándome las cartas del tarot. Estoy ansioso por saber qué dirán sobre mi futuro los 22 arcanos...
La novela va a tener que esperar a que tenga más talento. Tal vez en mi próxima reencarnación, siempre que lo haga en ser humano y no en lirón careto.
Un saludo.

Remembranza dijo...

Admiro eso de los hombres! yo lo hubiese roto de inmediato y casi seguro que también rompo la carta jaja! (por la prisa).
Admiro este tipo de mujer, no se si podría animarme a algo así.
Y el final, si, qué sensación, qué hermoso sentir estas cosas aunque sean sólo momentos

Remembranza dijo...

Ojo! a Laurita le van a escribir varios (como va a dejar su correo así nomás)
Un abrazo que me olvidé

BB dijo...

´También eres de aquellos, que,
como yo, guardamos cartas?
No sé, pero ejercen algo de fascinación, no fetichismo.
Romanticismo, tal vez?
Tu personaje, se intriga con
esa carta, porque además de las
promesas que encierra, es una
forma de abanicar su ego: vanitas
vanitatis?
BB

Carlos Paredes Leví dijo...

Remembranza:
Hay ocasiones en que conviene dejarse llevar por los impulsos y otras, por la intuición. Actuar siempre del mismo modo es aburrido, y un poco una falta de respeto hacia el prójimo, que espera algo más de nosotros.
Bueno, que le escriban. No te olvides que ella, en el fondo, está buscando a un hombre y, en una de esas, lo encuentra. Siempre es preferible esto a que cualquier tarado la pare por la calle y le pregunte si es tal o cual actriz o modelo o si no se conocen del colegio...
Un abrazo.

BB:
Es puro fetichismo...
Al personaje le fascina el atrevimiento de alguien a mostrarse de esa forma, aún cuando no tenga todavía claro si es verdad o un mero simulacro de otra cosa. Y por añadidura, su vanidad se siente reconfortada. A fin de cuentas, a todos nos agrada gustar al prójimo o prójima.
Un saludo.

TortugaBoba dijo...

Sinceramente:
¡¡Un folio rosa!! Ya empezamos mal. Por otro lado, entre mujeres, solemos ser como el perro del hortelano: ni comemos ni dejamos comer. Silvina no daría el visto bueno a una relación de su amiga con su ex: ahí hay algo muy raro. Así que para mí que Laura está como una chota en el mejor de los casos. Aunque puede que esté falta de cariño y necesite a alguien conocido y sólo puede expresarse a través de ese medio, ya que es demasiado cobarde (no en sentido peyorativo) para hacerlo de manera más directa. Y digo directa pues la carta es anónima y está en el buzón, así que ella (Laura) fue a depositar la misiva en el buzón.
En fin, a mí siempre me han gustado las cosas claras y el chocolate espeso. Sobre todo a partir de los 30 (años :P).
Una curiosidad: ¿cómo abres tú las cartas? ¿Y qué llamativas cartas recibistes últimamente? Vale, son dos curiosidades...
Beso.
Remem: yo estoy por escribir a Laurita :)

ana dijo...

Tiene miedo!!!! tiene miedo!!!!!
Solo siente satisfacciòn de ser amado....pero no se sabe si se anima o no a afrontar sus miedos....

Carlos Paredes Leví dijo...

TortugaBoba:
No está mal tu diagnóstico. Puede que tengas razón y Laura sea tal como la describes. La gente, ante la ausencia de cariño reacciona de formas extrañas y a menudo se expresa de manera sorprendente y poco esperada...a puro golpe de excentricidad para compensar un miedo que les paraliza para hacerlo de distnta forma.
Yo abro las cartas con las manos. Ultimamente no recibo cartas llamativas (ni de ningún tipo) pero recuerdo que una vez recibí una de una con la que había tenido un affaire: con letras recortadas de revistas, el mensaje que me llegó fue el siguiente: "Odio el silencio perverso".
Dále, escríbele a Laurita, que a lo mejor necesita desahogarse.
Un saludo.

Ana:
El miedo es muy mal consejero. Lo que debería hacer, es liberarse y actuar con naturaliad, de un modo claro y dejando de lado la táctica y la estrategia.
Un saludo.

ana dijo...

A estas horas levantado?.
Seguramente se desveló a causa de una delicada lencerìa en una càlida noche de verano.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana:
Ya me habría gustado...
No, me temo que todo obedece al calor y a una sobredosis de café.
Un saludo.