martes, 4 de diciembre de 2007

Mágica

Por primera vez en mucho tiempo se sintió revitalizado, consciente de que un hombre con presente no necesita pensar en el pasado. Atrás quedaron infortunios múltiples, miles de esperanzas malparidas, traiciones presagiadas, desencuentros y gambetas del azar. Su esencia, conformada de recuerdos de experiencias divergentes a sus deseos, iba a sucumbir en retirada, dejando campo libre para la toma de posesión de lo venidero, luminoso e inmenso, según se le antojaba en sus pensamientos. Ahora era un hombre que ya no pensaba en la muerte, sino en la vida, y todo se lo debía a Ella.
Si cualquier encuentro entre personas encierra un significado que nos desafía o se nos escapa, la aparición de Silvina, un bendito día de invierno cuando ambos salían del cine, supuso la toma de conciencia permanente del sentido trascendente de los sucesos que nos atañen. La introducción de ésa mujer como variable en la ecuación de su vida, lo cambió todo, pasando de lo irresoluble a la solución múltiple. Ya no había lugar para el sufrimiento y la angustia, que antes estaban por todas partes. Ella influía en todos los acontecimientos de su existencia, marcándolos con su impronta y dotándolos de una pauta exitosa novedosa hasta entonces. Su realidad danzaba de diferente manera y la fortuna se manifestaba en todos los campos. Acompañado de Silvina, acaparaba las miradas interesadas de otras mujeres, pidiéndole le dijera números, acertaba en la Lotería, la caída de su cabello cesó desde que ella se lo lavaba todas las mañanas, los encargos laborales le llegaban a la oficina desde destinos inverosímiles coincidiendo con la actividad de ella como secretaria, y la fenomenología, no cesaba de crecer de manera multidireccional. Le iba todo tan bien que parecía un sueño. Sin embargo, y reivindicando el eterno vicio humano de desear lo que no se tiene, añoraba un poco de imperfección. Pero tal pensamiento era efímero: lo justo para pasar el peine por su cabellera y ver cómo salía limpio de pelos.

38 comentarios:

El Castor dijo...

Envíeme a la divina Silvina unas semanas. Se la devolveré incorrupta tras el sorteo de Navidad...
Saludos, caballero.

Carlos Paredes Leví dijo...

El Castor:
Si de m� dependiera.....
Saludos, caballero.

Juan Pablo dijo...

Por un instante me sentí identificado... aunque no podría asegurarte por qué......
(Ni se te ocurra explicarme nada).
;)


Muy bien escrito amigo. Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Pradera:
Ni se me ocurrir�a adentrarme en las complejidades de un proceso mental como el suyo...
Un saludo

Anónimo dijo...

Vaya!!, y esa muchacha no tendrá un hermano que pueda presentarme para que encarrile también mi vida!!

Besos

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Veo que todos necesitamos que nos pasen cosas mágicas....
No se preocupe, todo está en la mente, así que únicamente tiene que desearlo con ganas.
Un saludo

Raquel Barbieri dijo...

Qué lindo que a una mujer la llamen Ella con mayúscula cuando no es el comienzo de la oración.

Qué bueno ser la Silvina en la vida de un hombre.

Qué genial la sincronicidad entre dos personas.

“lo cambió todo, pasando de lo irresoluble a la solución múltiple. Ya no había lugar para el sufrimiento y la angustia, que antes estaban por todas partes.”

(Amén)

Yo creo también en lo que le dijiste a Mavi.

Excelente :)

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
Cuando aparece una mujer como Silvina en la vida de un hombre, qu� menos que denominarla como Ella o La Mejor o algo por el estilo..
Cuando uno est� bien jodido, no hay otra que entregarse al humor y repetirse ante el espejo "Soy m�gico", emanando vibraciones positivas y esperando que el azar se ablande y se muestre ben�volo...
Un saludo.

Ijon Tichy dijo...

También resulta mágico el relato. Lo leí sin respirar hasta llegar a la última línea y ver en qué quedaba el asunto.

Muy bueno, maestro.

Anónimo dijo...

Carlos,

sigo pensando y nada!!!, igual que antes!!!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Ijon:
Gracias. Estas cosas yo creo que las escribo a ver si se tornan realidad....
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Agarre una cuchara y mírela muy fijo, concentrándose en lo que quiere que le pase....
Ya verá como lo consigue.

Sibyla dijo...

Carlos, estoy felizmente asombrada, por fín su protagonista sufre el "milagro del amor", con el cual, el tedio y la rutina pueden sobrellevarse con éxito, debido a ese estado de "gracia" que uno adquiere, aún, sin ser muy consciente de ello.
Lo más mágico de la historia, es el hecho de que el amor, puede materializarse a través del verbo...
Además de servir de anti-caída del cabello(jajaja).
Un cariñoso saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
S� el personaje cambi� radicalmente su existencia y est� en un constante estado de efervescencia vital. Estas cosas pasan.........en la ficci�n.
Un saludo.

Sibyla dijo...

Sí por supuesto en la ficción...
Ya sabemos, que ud siempre aclara que los relatos de sus historias no son para nada autoboigráficos.¿Por qué iba a serlo éste?.
No obstante, me alegró por una vez,leer algo festivo, alegre y positivo. Aunque como ud. apunta Carlos, era todo demasiado perfecto...
Vuelvo a repetir, bella historia (de ficción), en la que el protagonista es librado de la angustia y el sufrimiento, por el efecto mágico del AMOR.
Un cordial saludo.

Polakia dijo...

Una ves me dijo un amigo ... ojo con lo que desea que se te puede cumplir, y tenía razón (aunque le soy sincera, con la cuchara no pude nunca)
Mavi, empezá con algo más sencillo.

... "somos el reflejo de lo que sentimos y pensamos".

Besos

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
YO creo que en la vida lo �nico que cambia de verdad a las personas, es el sufrimiento, el dolor. Sin embargo, no hay que desmerecer el papel que juega el amor. Este, suele presentarse de manera inesperada, cuando menos lo esperamos pero quiz�s cuando m�s lo necesitamos.
Escribo ficci�n porque mi vida no es tan intersante como para exponerla en mi blog.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Polakia:
Sí, eso de tener cuidado porque nuestros deseos se pueden cumplir, es ya todo un clásico. Sin embargo....no estoy del todo seguro de sea infalible.
Un saludo.

Sibyla dijo...

El sufrimiento y el dolor, sirven de metamorfosis, es verdad, por eso me gustó hablar sobre Frida, sobre el doloroso trance de sufrir cáncer de mama.Pero el amor "sublime", también puede transformar a una persona, convirtiendo la vida más amable y más llena de matices, y como dice la canción más bella del mundo, puede ser tan fuerte como la propia muerte.
Otro saludo.

Peggy dijo...

es su fetiche vital y lo encontro ...un sueño:)

Isabel chiara dijo...

Pero existen las silvinas y los silvinos? qué bueno el relato, tiene usted razón, todo está en nuestra mente, pero una pareja así que entra de improviso y trastoca toda la vida (pa mejor) es magia, y me temo que potagia. O será que a los que no se nos cae el pelo espantamos a las hadas y hados.

Un beso

Gi dijo...

Entregar a otra persona todo el poder de lo bueno, o de lo malo que ocurre, puede llegar a ser peligroso.
No niego el carácter transformador, revitalizante, etc, del amor. Pero me parece que el tipo la está subestimando. Está bien que la nombre con mayúsculas porque quizás sea una mujer significativa en su vida, pero corre riesgos serios si le atribuye a ella tantos poderes, tan determinantes y absolutos.
Si un día, la tal Silvina se esfuma, qué pasará con su vida?

Gi dijo...

Perdón, quise decir que la está sobreestimando!

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
Frida era buena materia prima...

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
Ojalá a todos nos ocurriera lo mismo; encontrar a alguien que sacudiera nuestra vida de semejante forma ¿no?

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel:
Será que la suerte es caprichosa y los encuentros trascendentes no dependen de nosotros....
A mí me están saliendo canas, así que no sé si estaré jodido sin remisión...
Un saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Laluz:
Yo no creo que sea todo tan simple como usted lo interpreta. Ella es maravillosa y él lo sabe. Ahora la tiene a su lado y su vida brilla ¿el futuro? que sea lo que D-i-os quiera...
Un saludo.

Gi dijo...

Simplificar es lo que hace el personaje, creer que todas las cosas maravillosas suceden por la mera presencia de alguien en su vida. La vida no es unidireccional y el amor, mucho menos.
Este tipo es muy inocente, lo van a hacer paté

Pd: hoy me levanté peleadora

Makiavelo dijo...

Muy bueno el relato Carlos, me siento identificado con tu personaje, tengo a mi Silvina particular aunque no consigo acertar en la Lotería. Tal vez sea porque rara vez compro boletos. Quizás lo haga esta Navidad.

Saludos y buen día

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Prueba a darle dinero a tu particular Silvina y que te compre un d�cimo. La suerte est� ah�...esperando.
Un saludo.

Gi dijo...

Es difícil que ud no responda un comentario. Fíjese que se salteó el mío, el anterior a Makiavelo. Qué pasó, Paredes, lo engañó el inconsciente, o está esquivando el bulto?
Eh???

Carlos Paredes Leví dijo...

Laluz:
Le hab�a contestado anoche pero se ve que la tecnolog�a me jug� una mala pasada.
Yo no creo que el tipo sea en absoluto inocente. Tenga usted en cuenta que la vida no le iba bien hasta que ella se le cruz� en el camino. En tales circunstancias, el sufrimiento y la reflexi�n nos vuelven amargados y dejamos de ser inocentes.
A uted nunca le pas� que la aparici�n de una persona en su vida le cambi� los esquemas ? Para bien, me refiero. Si no fue as� entonces le deseo que le ocurra en el futuro.
Un saludo.

Makiavelo dijo...

Seguiré tu consejo Carlos, ahora cuando vaya a casa le haré la propuesta. Espero que se anime.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Y si no, h�gale alguna otra propuesta, que a lo mejor la agarra animada y tiene suerte...(hoy no es s�bado, pero casi)
Un saludo.

La Pecas dijo...

Lo mejor de todo es saber reconocer y poder disfrutarlo así, el buen momento por el que pasa uno, el ser humano suele reconocer con facilidad los malos momentos... los buenos no solo hay que valorarlos cuando ya han pasado,hay que saber vivirlos. Besos

Carlos Paredes Leví dijo...

Lapecas:
S� es verdad pero tambi�n lo es que,por desgracia, generalmente nos damos cuenta de lo bueno cuando lo hemos perdido. Deber�amos aprender a disfrutar m�s los momentos.
Un saludo.

Makiavelo dijo...

Lo aceptó con agrado y resultó un buen sábado, ahora me toca currar un poco y ponerme al día.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Es usted afortunado....
Un saludo.