jueves, 22 de noviembre de 2007

Fatalismo

Beppo Finzi vivía más en los silencios que en las palabras. Sin pareja, familia ni amigos, se marchitaba sin remisión, diseñando modestos edificios y deseando un futuro que no fuera pretérito. Ansiaba encontrar razones para bendecir cada nuevo amanecer y no tener que soportar por puro estoicismo el tedio de las rutinas cotidianas. Existía por inercia y se preguntaba cuándo llegaría ese momento, fijado por la casualidad o algún D-i-os demencial, en que moriría fútilmente, poniendo fin a una historia tan vacía que sólo se compondría de dos fechas: la de su nacimiento y la de su óbito.
Cada mañana padecía el impulso de tirarse al paso del tren que lo llevaba hasta el trabajo y cada mañana confirmaba su cobardía. Se decía que su subconsciente tenía curiosidad por lo venidero, o que sus genes estaban acerados por heroicas supervivencias de sus ancestros, o que su momento aún no había llegado o cualquier otra mentira recurrente. Pero sabía que era pura y llana falta de valor.
Sus jornadas se sucedían sin anormalidad, constantes en lo intrascendente y con una angustia subterránea que nunca podría hacer desaparecer: la decepción hacia sí mismo. Siempre igual. El trato impersonal con los subordinados, la solitaria mesa a la hora de comer y el pesado transcurrir de las tardes hasta la hora de regresar a casa y encerrarse con la nada. Necesitaba azares venturosos que sacudieran su existencia, que le permitieran participar en la lucha general de un mundo que se movía en dirección contraria a él. Cada tanto, más espaciados de un tiempo a esta parte, sentía el embriagador arrebato de querer cambiar de vida pero, éstas efímeras hemorragias de optimismo, sucumbían ante la fuerza de su convicción sobre el determinismo de los destinos humanos.
No hay nada que hacer, todo está escrito, así que al llegar a casa se tumba en el sofá a ver televisión o leer un libro, aferrándose a cualquier personaje que le permita olvidarse de sí mismo.

Desconozco qué habrá sido de él. Seguramente continúe vivo (o lo que sea), intentando armarse de valor para quitarse de en medio o caminando con los ojos bien abiertos, a ver si capta alguna señal del azar.. ése monstruo que lleva toda una vida evitándolo.

44 comentarios:

Isabel chiara dijo...

El tedio de la monotonía y la soledad es lo que tiene, que a uno ya le aburre hasta quitarse de en medio, y dura, dura, dura...
Ciertas descripciones me han recordado fragmentos pasados de mi vida. Es que el azar es muy puñetero y ciertamente clasista.

Un saludo

Lebeche dijo...

Carlos, tienes la manía de construir suicidas impenitentes. Diría que son tu especialidad. Me ha gustado este corto.
Un saludo

Makiavelo dijo...

Qué bueno Carlos! me resulta curioso, esos sentimientos son bastante comunes, aunque a posteriori se rechazen.

Finzi necesita de emociones fuertes, O tal vez del cambio climático.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel:
Me encant� eso de que el azar es clasista..
un saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche:
Hacía mucho que no aparecía ningún suicida...pero ya tocaba una reaparición.
Un saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Beppo necesita cambios de toda índole y una fuerte sacudida en los cimientos de su existencia..
un saludo.

Gi dijo...

No se enoje, pero no sé si existen estos Beppos. Porque si a un tipo lo angustia tanto esa vida tan chata, esa misma desesperación lo lleva a buscar algo nuevo, a salirse de ese libreto lineal y determinista.
Si no le afectara, entonces le creería un poco más, porque así estaría conforme con ese destino y no resultaría conflictivo.
Pero a este Beppo lo afecta, y la fuerza que surge de esa afección tiene que moverlo a buscar otra cosa.
Yo que usted, mando al tal Beppo a que salga de juerga con aquel morocho de polo negro y anteojos oscuros, el del bar, las minitas rubia y la tarjeta de presentación.

Raquel Barbieri dijo...

Me impactó lo de "Beppo Finzi vivía más en los silencios que en las palabras." Lo imaginé entonces, con su apellido musical caminando por sobre los silencios de un pentagrama y salteando las notas...
Yendo a lo concreto para que no me tomen por loca, me sumo al último párrafo que dijo La Luz, que si esto tanto lo afecta, él tiene que hacer algo para cambiar el estado de su vida. ¿Será tímido? ¿Lo habrán herido mucho antes?

Siento que cuando se enamore hasta la médula, ahí se le van a ir desde las ganas de tirarse abajo del tren hasta los dolores musculares, y va a despertar contento... y los días le van a parecer cortos. A veces, la vida se arregla de golpe.

Carlos, saludos míos y de Renata.

Carlos Paredes Leví dijo...

Laluz:
Usted, como es habitual, no deja de sorprenderme con sus concienzudos análisis. Si veo a Beppo, no dude que le transmitiré sus consejos.
Un saludo, literata.

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
La vida se arregla de golpe o no. Desconozco si li hirieron mucho o fue algo innato de su naturaleza y no adquirido.
En cuantoa la musicalidad del apellido tiene relación con el compositor británico Gerald R. Finzi...
Un saludo, extensivo a Renata.

Anónimo dijo...

Carlos,
cierto que esa vida o lo que sea que tenga este Beppo parece muy aburrida y se le quitan a uno las ganas de vivirla.
No coincido con Luz en este caso, yo sí creo que existen personas capaces de mantener ese letargo a pesar de no estar contentas con él.
No sé a qué se debe esa falta de reacción pero sí sé que puede producirse.

Si habla con su amigo Beppo dígale que intente romper ese círculo vicioso que le impide avanzar, que modifique algo cada día, por pequeño que sea. Y dígale también, que nada extraodinario puede pasarle en el sofá de su casa por mucho que el azar se empeñe.

Besos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Sí, yo también coincido con usted en que hay personas que se mantienen en ese letargo y no consiguen salir de él.
Si lo veo, a lo mejor le recomiendo terapia, o que se emborrache y se vaya de putas,o que se haga un porro o lo que sea que rompa su rutina.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Pero Carlos!!!,
qué no todas las rupturas de rutina tienen que dar por los vicios y la mala vida!! jajajajajajajajajajaja.

Pase usted un buen fin de semana y aproveche para sacar al Beppo este aunque sea el domingo a la Sierra.

Besos

Ijon Tichy dijo...

A mí también me resulta creíble este Beppo.

Además pienso que ni los más sabios consejos le sacarán de su rutina. O lo hace el azar, o nada.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Es que a este hombre le faltan vicios y pasiones....Sean del tipo que sean, siempre ser�n mejores que la nada y el tedio.
A la sierra me ir� s�lo�. �l, que se vaya a un sex shop.
Buen fin de semana.

Sibyla dijo...

"Aferrándose a cualquier personaje que le permita olvidarse de sí mismo"
Me gustó esa forma de expresar el deseo de anestesiar su propia conciencia, su propia razón.
Necesita una sacudida, un cambio...
Tal vez tenga razón Raquel Barbieri,
si se enamorara "hasta las trancas",y claro está fuera correspondido, pudiera ser posible que adquiriera otra óptica de la vida...
Y es que el amor obra milagros!!!
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ijon:
Est� muy jodido si s�lo el azar puede ayudarlo....

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
Sí, el infeliz Beppo necesita un milagro más que respirar.
Un saludo

Ah, yo a Coco Chanel más que como la modista rebelde, la veo como la modista colaboracionista. Hizo muy buenas migas, como muchos de sus compatriotas, con el invasor nazi.

Makiavelo dijo...

Carlos. ya que lo tienes cerca te toca espabilarlo, ánimo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
No lo conozco m�s que de vista, y hace tiempo que no lo veo...

Sibyla dijo...

Beppo sabe que ese "milagro" no se busca, se encuentra, y a veces es más difícil topar con él que con el monstruo del azar...
Con relación a lo de Coco Channel, es cierto que tuvo relación con los nazis y tuvo que cargar con las consecuencias el resto de su vida, pues no se le perdonó (y con razón).
Pero como siempre digo, todo personaje tiene sus luces y sombras.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
Exacto. �l no es tonto y sabe que eso es parecido a tener novia, es decir, que es in�til buscarla, se encuentra o no.
En cuanto a Coco, se comport� como la mayoria de sus paisanos.
Un saludo.

La Pecas dijo...

En el fondo de su infelicidad se siente seguro con ella, cambiar es demasiado arriesgado, el suicidio demasiado sucio y sin duda tambien arriesgado. A veces la gente se queja (con razon) pero es "feliz" (aunque la palabra no sea la mas adecuada) dentro de su infelicidad. NO todos valemos para todo, menos aun para cambiar.

Saluditos.

Carlos Paredes Leví dijo...

La Pecas:
muy interesante su razonamiento y muy atinado tambi�n. Para cambiar, hay que tener cierta iniciativa.
Un saludo.

Isabel chiara dijo...

Es que cuando uno le toma gusto a ciertas cosas... Mi padre decía que al conformista hasta la muerte le sabe a gloria, y seguro que Beppo anda en esas. A esas alturas no sé yo si un enamoramiento le haría salir del pasteleo emocional en el que vive. Cuando uno se acostumbra a la soledad y el asco de la rutina se vuelve metódico, maniático e intolerante, y una muchacha supondría un peligro, el salirse del cuadro.

Eva dijo...

La historia no sólo es creíble, sino muy real. Personajes así existen, condenados a un vacío de amargura, a un círculo vicioso de soledad del que no es fácil alejarse. Sólo un milagro podría venir en su ayuda, el azar es demasiado caprichoso y voluble como para confiar en él. Me temo que continuará así y se hará viejo soñando con lo que pudo ser y no fué, con la vana esperanza de que en otra vida (necesariamente ha de creer en ella para sobrellevar esa tortura silenciosa) le toque interpretar un papel protagonista y no ser simplemente parte del atrezzo.

Me ha encantado el relato.

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel:
Beppo está acostumbrado pero quiere un cambio, espontáneo e impuesto por D-io-s, al azar o cualquiera de las fuerzas que rigen los destinos humanos.
Pero ya se sabe; el que espera, desespera, y el tiene que cargar a diario con la desesperación interior.

Carlos Paredes Leví dijo...

Eva:
Sí, creo que, por desgracia para él, el tiempo pasará sin la manifestación de los venturosos azares que tanto anhela. La vida es injusta.
Un saludo.

Germánico dijo...

Los depresivos que acarician la idea de desaparecer, que son conscientes de la futilidad de todo, que experimentan lo que Cioran llamó iluminaciones....están todos enfermos del mismo mal pero cada uno lo sufre a su manera.

Supongo que nadie puede ser más consciente de su existencia.

Magistral, Carlos.

Churra dijo...

¿Sera que al zar hay que ganarselo...? contradictorio no?.
El azar desde luego nunca viene mientras ves televisión (digo yo ...)
Besos

Carlos Paredes Leví dijo...

Germ�nico:
S� muy conscientes de su fatal existencia..

Carlos Paredes Leví dijo...

Churra:
Yo creo que al azar es imposible ganárselo y aparece ya estés tumbado en el sofá viendo la televisión o sentado en un café tomándote una cerveza. Digo yo.
Un saludo.

Makiavelo dijo...

Creo que el clima no ayuda mucho en estos altibajos emocionales, dí con otros que también andan cavilando más de la cuenta.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Yo creo que el tipo est� bien jodido. Sin embargo, quiz�s una mujer podr�a hacerle cambiar....o no

Peggy dijo...

Imaginacion ...eso es lo que le falta al nihilista de su historia , libertad de mente , ideas ....

Carlos Paredes Leví dijo...

Peggy:
No s� si ser� eso...
Yo pienso que para llegar a sus planteamientos tiene que ser un tipo inteligente y me pregunto si no habr� sufrido alg�n trauma castrante o algo por el estilo...

Raquel Barbieri dijo...

Yo me inclino por la teoría del trauma castrante.

Saludos

Anónimo dijo...

Buenos días,
¿sabe algo de Beppo?, ¿ha conseguido salir de su aislamiento?

Y usted, ¿qué tal por la sierra?.

Ayer estuve en su ciudad, viaje de ida y vuelta y con la empresa, vaya paliza!!!!

Anónimo dijo...

me inclino por una variación de la teoría de Raquel: un Trauma Constante.

A qué sierra fuiste Charles? contá, contá!.

Yo el viernes fuí a verlo a Alejandro Dolina, ¿te acordás de él?

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
Lo del trauma castrante es una hip�tesis....no s� si atinada o no. Ya le preguntar� si lo vuelvo a ver.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
No lo ví al flaco, ni fui a la sierra.
Cuando venga por la capital, hágalo con más tiempo....
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Me gusta eso del trauma constante...
No fui a la sierra ni a ningún lado.
Qué bueno lo de Dolina...¡¡
Saludos.

Gonzalo Del Rosario dijo...

"a ver si capta alguna señal del azar.. ése monstruo que lleva toda una vida evitándolo"

Me encanta cómo escribes tío

es extraordinario

Carlos Paredes Leví dijo...

Gonzalo:
Porque no soy modesto que, sino, me ruborizaba. Gracias y un saludo.