sábado, 17 de marzo de 2007

Visita inesperada

Samuel despertó de una pesadilla, bañado en sudor y con una taquicardia que le hizo llevarse la mano al pecho. Apenas tardó unos segundos en percatarse que un individuo todo blanco, túnica incluida, estaba apoyado contra la esquina de su escritorio. Se sobresaltó al verlo:
- ¿quién es usted?- preguntó- ¿Es Dios?- añadió
- ¿Se cree que Dios no tiene otra cosa que hacer que venir a verle? ¿Acaso pretende compararse con Moisés? ¿Me ve aspecto de zarza ardiente? - contestó el extraño personaje
- entonces...........balbuceó el asustado Samuel
- Soy el Malaj-a-Mavet
- ¿Quién?
- El Malaj-a-Mavet - volvió a afirmar, ésta vez alzando la voz. Ante la expresión de sorpresa del infeliz y tras unos instantes de reflexión, preguntó:
- ¿No es usted Samuel Levinger?
- No, soy Samuel García, para servirle.
- O sea, que no es judío....
- No
- Y éste no es el 1256 de Lincoln boulevard...
- No, éste es el 2165
- ¡Joder!, Ya han vuelto a darme las señas equivocadas...Así no se puede trabajar ¡¡¡Oiga, ¿en qué estaba soñando, que se despertó tan sofocado?
- soñé que me moría
- ¿cómo?
- me daba un ataque al corazón mientras dormía.
- Hummm, interesante.....
- Interesante, por qué ?- se interesó alarmado
- porque aquí en el informe que me dieron especifica, en el apartado de causa del óbito; Infarto.
- pero en mi sueño me moría un domingo, y hoy es martes
- ¿y cómo sábe que era domingo? ¿acaso los ataques al corazón no son todos iguales, con independencia del día de la semana?
- es que, en mi sueño, vi como me acostaba con molestias en el pecho, provocadas por el descenso a segunda división de mi equipo de fútbol y...
- bueno, bueno, déjese de rollos- le cortó sin miramientos. Ya que estoy aquí me lo llevo, porque ahora me da pereza desplazarme hasta la otra dirección... porque, le aclaro, yo he venido en metro, no volando como a ustedes los mortales les gusta pensar...
- pero, yo quiero vivir más y además....yo no soy judío.
- ¿qué pasa? ¿es usted antisemita? - inquirió con cierta agresividad
- no, pero...
- Pero, Qué ?
- que quiero vivir
- "Quiero vivir", "quiero vivir", eso gimotean todos cuando vengo a por ellos. ¿Para qué quiere vivir?. ¿Se cree que su miserable vida va a cambiar en algo por unos días de más?.
- pero...es injusto
- La vida es injusta, y la muerte también, aunque la verdad, algo menos.
- ¿no podríamos llegar a un acuerdo.
- Hummmm, no se, no se...la verdad es que usted me ha caído bien pero....yo tengo que llevarme un Samuel ésta noche.
- Sí pero yo soy Samuel García.
- no se preocupe por eso, el apellido lo corrijo con typex. Total, a ellos lo único que le interesa es que le lleve a alguien...
- por favor, por favor, no quiero morir - comenzó a rogar, de rodillas, el infortunado.
- Bueno, míre, vamos a hacer una cosa. ¿Tiene usted coche?.
- Sí - contestó intrigado y sin comprender
- Pues entonces vístase y lléveme al 1256, porque insisto, hoy, tengo que llevarme un Samuel. Ah, y rece para que esté en casa.


Aclaración: El Malaj-a-Mavet es el Ángel de la Muerte, en la tradición judía.

28 comentarios:

Lebeche dijo...

Fantástico relato. Me ha encantado

Carlos Paredes Leví dijo...

Y a mí me ha encantado que te haya encantado, encantador Lebeche.

Anónimo dijo...

Me recordó mucho a Woody Allen.
Un beso

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias por el cumplido, querida.

Un beso en tu esternón.

El Castor dijo...

Muy original e imaginativo, se lee de un tirón.
Saludos, caballero.

Carlos Paredes Leví dijo...

Muchas gracias, Castor, ya te echaba de menos por mis páginas. A ver si escribes algo nuevo. Un saludo.

Churra dijo...

Si es que hablando se entiende la gente ....
Besazo

Carlos Paredes Leví dijo...

por la cuenta que le trae, Churra.

Chess dijo...

Qué historia más buena ¡me ha encantado! .

La verdad que no tiene que ser agradable abrir un ojo y encontrarte la muerte delante. Y más, si encima ésta se ha confundido de apellido y es de otra religión en vez de la tuya. Que seguro, encima, que el señor García era ateo.

Y por cierto, Carlos, estoy de acuerdo con Borges y con usted: los que pasean, no se suicidan.

Un abrazo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Muchas gracias Chesk. Hace unos días que descubrí su blog en casa de Germánico y doy unos gustosos paseos aunque no dejé comentario alguno. Hay una gran afinidad entre lo que usted expresa y lo que yo pienso, así que nos veremos más a menudo. Un saludo.

Anónimo dijo...

Divino. Con cuerpo. Y con ironía.
La perfecta situación en un día de invierno de cualquiera,cuándo se aparece.....Malaj-a-Mavet era?

Y ahora cambiando de tema Carlos..ejem..:
¿Vos Bailás el tango?

Si la respuesta es sí. Te pido el pimer baile. Si un día nos vemos por Madrid.
Y si es no..¿Che nos apuntamos ya?

Besos, muchos. Sí.

Carlos Paredes Leví dijo...

Me complace que te haya gustado, Aterrizada. Sobre lo de bailar el tango, la verdad es que no se dar ni el primer paso y en mi descargo, sólo puedo decir que nadie sabe bailarlo, excepto los profesionales. Si alguien te dice que sabe, o te está mintiendo o está exagerando.
Un saludo.

Ijon Tichy dijo...

Menudo invento el typex!

Si lo usa el ángel de la muerte, qué no hará con ello un embustero en apuros...

Buena apreciación la de Gabriela. A mí también me recordó este estupendo relato a Woody Allen.

Carlos Paredes Leví dijo...

La verdad, Ijon, es que el typex te saca de cualquier apuro. La de chicos que se habrán librado de castigos falsificando las notas gracias a este invento...¡
Un saludo.

Germánico dijo...

“La vida es injusta, y la muerte también, aunque la verdad, algo menos”.

Esta verdad nos cuesta apreciarla, dado nuestro recalcitrante amor propio.

Genial tu relato. Como siempre, como todos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Muchas gracias, Germánico. Acabo de dejarte un comentario en tu casa.

pietrapómez dijo...

"Por casualidad, un criado oyó en la plaza del mercado que la muerte lo estaba buscando. Volvió a casa corriendo y dijo a su amo que debía huir a la vecina población de Samarra para que la parca no lo encontrara.
Esa noche, después de la cena, llamaron a la puerta.
Abrió el amo y encontró a la muerte, con su larga túnica y su capucha negras. La muerte preguntó por el criado.
-Está enfermo y en cama- se apresuró a mentir el amo-. Está tan enfermo que nadie debe molestarlo.
- ¡Qué raro!-comentó la muerte-. Seguramente se ha equivocado de sitio pues hoy, a medianoche, tenía una cita con él en Samarra"

Leyenda de la cita en Samarra

Carlos Paredes Leví dijo...

Muy buena historia, Pietra. gracias.

pietrapómez dijo...

Me alegro de que te guste. Estaba en el curro desocupada, leyendo un rato y entre las páginas de mi libro apareció esta historia que me recordó bastante a la que tu habías publicado...qué casualidad, eh? Bueno, hasta mañana

Carlos Paredes Leví dijo...

Las casualidades no existen, sino que todo camina por el terreno de lo causal. Algún motivo, que nos desafía o se nos escapa, habrá oculto. Un saludo

Anónimo dijo...

En la película "el séptimo sello" de Ingrid Bergman el protagonista recibe la visita de La Muerte anunciándole que viene a por él. Para alargar el tiempo de estancia en la tierra, éste le propone a La Muerte jugar una partida de ajedrez a condición de que si gana no se lo llevará.
Hoy germánico me ha propinado una "Real Paliza" en una partida de ajedrez... Me sentí morir por un rato.
Creo que tenés razón Carlos, las casualidades no existen.

Carlos Paredes Leví dijo...

- Es verdad, Juan Pablo, no existen (son los padres).
- Ví la película.
- Te recomiendo, como lecturas novelescas relacionadas con el ajedrez: "La variante Lüneburg", del italiano Paolo Maurensig, "Novela de ajedrez" de Stefan Zweig y "La defensa", de Vladimir Nabokov.
Ah, quisiera reiterarte mis felicitaciones por el éxito de tu proyecto. No te quepa duda de que el fenómeno continuará repitiéndose.
Un abrazo.

pietrapómez dijo...

Una pregunta, Carlos: ¿La variante Lüneburg, es e donde se cuenta la historia de un judío en un campo de concentración que se tiene que jugar la vida de sus compañeros al ajedrez contra un nazi? Si es ese, es espeluznante!
Mi padre, que es un gran jugador de ajedrez me instó a leerlo hace bastantes años, pero no recuerdo bien

Carlos Paredes Leví dijo...

Exacto, Pietra, y debo añadir que me sorprendes ya que pensaba que muy poca gente lo había leído. Del mismo autor, también te recomendaría "Canon inverso" (éste va de violines).
Un saludo.

pietrapómez dijo...

Yo tengo una memoria de mierda y para que un libro me deje algún recuerdo me tiene que impactar, y ese lo hizo. Leeré el que me recomiendas sobre violines.
Hay otro libro que me marcó en mi adolescencia que se titula "Reencuentro" de un tipo llamado Fred Ulhman. Es un librito corto, que tal vez ahora me parecería un poco ñoño, pero en su momento me encantó.
En cuanto a libros intrascendentes cuyo eje es el ajedrez, también está "El ocho", que es entretenido, pero sin ningún peso

Carlos Paredes Leví dijo...

Leí "Reencuentro" del sr. Uhlman y la verdad no me impactó de manera significativa. Por contra, los que más huella dejaron en mí han sido los escritos por mi adorado Elie Wiesel (tengo un ejemplar de "La ciudad de la fortuna" firmado por él). De los leídos en 2006 me gustaron particularmente:
"El rufián moldavo", del argentino Edgardo Cozarinsky, "Bajo el signo de Marte" del suizo Fritz Zorn, "Con las peores intenciones", del italiano Alessandro Piperno y "El gran tabú", del portugués Urbano Tabares Rodrígues.
Sobre ajedrez...los que le recomendé a nuestro amigo Juan Pablo.
Un saludo.
Ah, también me gusta mucho Aharon Appelfed, a quien tuve el gusto de conocer (a través de sus libros) hace un par de años.
Saludos.

pietrapómez dijo...

Tomo nota. Hasta hace cosa de un mes me estaba preparando para unas oposiciones, pero por ahora he decidido abandonar, así que cuento con tiempo para leer, aunque últimamente mis elecciones no han sido muy acertadas

Carlos Paredes Leví dijo...

Yo, por el contrario y sin el ánimo de ser pedante, acierto prácticamente siempre.