jueves, 1 de marzo de 2007

E-mail enviado a una editorial

Habitualmente, me tengo por un hombre no del todo tonto y con una tendencia natural a lo extravagante. Sin embargo, hoy, tras un rato de pensamiento lúcido e indiscriminado, llegué a la conclusión de que soy un pelotudo. A continución, y para corroborar esta conclusión, paso a , reproducir un e-mail que, movido por algún impreciso impulso interior, envié (ayer) a cierta editorial de este país. "No tentarás al Señor tu Dios...ni al Azar". Bien, del primero paso pero, al segundo, lo tengo frito.
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Con exceso de tiempo por delante y el pensamiento por castigo, me involucro a diario en ejercicios excéntricos de variada índole para matar al tedio (Plutôt la barbarie que l'ennui, que escribió T. Gautier). Así, navegando por la red, me topé con su página web y no se me ocurrió nada mejor que enviarles un e-mail, entre otras cosas, para felicitarle por su actividad editorial. En un país con tantas aristas en lo referente a los aspectos cuantitativos y cualitativos de los hábitos de lectura, resulta esperanzador comprobar como algunos se empeñan en darnos a conocer a nuevos autores de lejanas latitudes y en rescatar a otros que fueron injustamente relegados al olvido (hoy en día nadie recuerda nada). También, y sin ánimo de resultar pretencioso, quisiera "sugerirles" el rescate de escritores centroeuropeos y portugueses de finales del XIX y primeras décadas del veinte, porque creo , y diversas conversaciones lo avalaron, que no somos pocos los interesados en ello. No soy un gran especialista en la materia pero hay algunos nombres como Camilo Castelo Branco, J.Paço D'Arcos, Ramalho Ortigâo, Béla Zsolt (artículos periodísticos y ensayos9, etc. que resultarían seductores para quienes padecemos de bibliofilia. Esperando no haber sido cargante, me despido, no sin antes obsequiarles con una breve historia (puede que algún días les remita una novela pero primero debería escribirla) y mi invitación a que si andan aburridos, se pasen por mi blog: tujes.blogspot.com
Gracias y ahí va el texto que, en modo alguno tiene carácter autobiográfico:

Tumbado en la cama, escuchando canciones del viejo crápula Serge Gainsbourg, mato el tiempo y el pensamiento, mirando el techo y esperando que me caiga una gentileza del azar. La fe en un milagro desaparece pronto, dando paso a la nostalgia y la melancolía. Pienso en la cantidad de cosas que perdí en el curso de mi vida; el tiempo malgastado, las personas que murieron, las que me abandonaron, y lo que pudo ser, no es, y jamás será.. Me levanto de golpe, acuciado por la angustia que me provoca la constatación de que mi existencia es un gran fracaso y que he optado por concretarme en la peor probabilidad entre infinitas de haber sido. Me acerco al espejo de la pared, y éste me devuelve un rostro pálido, ojeroso y cargado de saudades. Aparto la mirada, espantado, y me visto; un vaquero gastado y una camisa con el cuello sucio y raído.Salgo a la calle, mal vestido, sin duchar ni afeitar, mucho más preocupado por las cuestiones de fondo de mi vida, que por cualquier frivolidad estética. Camino sin rumbo,repitiéndome mentalmente una certera y lúcida frase de mi compatriota Graciela Borges: "los que pasean, no se suicidan". Sigo caminando y todo lo que me rodea me parece gris y feo, incluyendo los seres humanos con los que me cruzo. Me gustaría que lloviera fuertemente. Las calles quedarían desiertas, limpias, e impregnadas de un placentero olor a tierra mojada. No hay suerte, como no podía ser de otra forma, y el sol continúa reinando en lo alto.Cansado de caminar, compro un periódico y entro a tomar café en una gasolinera (de las pocas que quedan dentro del casco urbano). No asimilo las noticias que leo y resuelvo un crucigrma con insultante facilidad. A mi izquierda, un hombre, o algo similar que me hace pensar que si venimos del mono, él lo hizo por un atajo, moja las porras en su café con leche, dejando la barra llena de goterones. A pesdar de que agacha la cabeza y gira el cuello, no puede evitar el goteo sobre la misma tras un largo trayecto del líquido a través de su antebrazo hasta el codo (punto de caída). Termina su desayuno y lo remata con una copa de coñac que apura de un golpe. Se limpia la boca con el dorso de la mano y exclama un "Ah" de satisfacción. Un hombre ordinario de gestos ordinarios. Un hombre que por la noche verá el fútbol por tv, en camiseta de tirantes, pantalón de chándal y pantuflas a cuadros, bebiendo cerveza directamente del gollete y manchándose con el escabeche de los mejillones de lata. Su esposa será encantadora, pero de su apareamiento no saldrá ninguna luminaria de Occidente.Abandono la gasolinera y retomo mi estéril caminata. Presto más atención, no se para qué, a las personas que pasan a mi lado. Viejos con palillos en los labios, sudamericanas de cuerpos achaparrados y ropas ajustadas, con más colorido que la bandera de Camerún, empleados de inmobiliarias clónicos en sus trajes mal llevados, el pelo corto y los zapatos en punta color tostado, niños prematuramente obesos con la camiseta del Real Madrid, y adultos de rostros amorfos y rasgos romos, que me recuerdan ciertas hogazas de pan. Paso por delante de un par de club y las señoritas de moral elástica que custodian la puerta ni siquiera me miran. Por un momento, engañado por la vanidad, me creo que es porque piensan que no necesito pagar para tener sexo pero, dado mi aspecto, más bien se deba a que piensan, con sobrada razón, que no tengo un duro. Harto de caminar y desertando de la esperanza que me ocurra algo significativo paro un taxi para regresar a casa. Voy a tumbarme en la cama a escuchar a Gainsbourg y mirar el techo porque, pasear, es para los que no se suicidan.

un cordial saludo. CARLOS PAREDES LEVÍ

P.D.: Si algún día precisan de un judío inteligente, bastante más culto que la mayoría y que sabe leer (o sea que entiende lo que lee) y con criterio, entonces, ya saben dónde estoy. Mientras tanto, continúen con su benificiosa tarea.

54 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto más te leo más inteligente te encuentro. Hay mucha claridad en tus ideas y un fino sentido del humor, de humor inteligente basado en la ironía y un toque de cinismo.
En caso de yo fuera directiva de alguna empresa o corporación, no dudaría en ficharte y creo que tu sitio está en la literatura o la publicidad. Tendrías que escribir una novela (es un consejo que espero no te moleste), BESOS

Carlos Paredes Leví dijo...

Agradezco mucho tu amistoso comentario, Anónima y te devuelvo los besos.

Germánico dijo...

Carlos, escribes bastante bien. Quizá la clave está en el trabajo. No te conozco aún lo suficiente aunque tengo la sensación de que te deslizas suavemente por tu creatividad con la naturalidad de un niño cayendo por un tobogán, y quizá te falte tomarte el trabajo del escalador y prepararte para afrontar tu particular pico. Probablemente es solo cuestión de tiempo que te tomes la molestia de planificar y estructurar (sin rigideces, eso sí) un relato más extenso (que no más profundo). Materia prima hay. Aunque los relatos cortos, siendo profundos, por sí solos se bastan, siendo en sí mismos todo un género. Me viene a la mente Maupassant.

Carlos Paredes Leví dijo...

Me resulta muy interesante lo que me comentas, compañero Germánico. Te informo que tengo algún relato escrito pero, aspiro a algo más ambicioso. Acaso escriba una novela. Acaso lo intente.

Anónimo dijo...

No sos ningún pelotudo, sino que sos divino.

la flaca

Carlos Paredes Leví dijo...

vos sí que debes estar divina

pietrapómez dijo...

Hombre, te animaste a publicarlo en tu blog (al completo, com carta incluida). Como te dije ayer, soy de la misma opinión que el primer anónimo

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias por tu apoyo, inmerecidos elogios y asesoramiento, Pietrapomez. Un saludo y luego nos vemos en tu blog.

Anónimo dijo...

¿Por qué me tenés tanto miedo?
¿No confiás en tus encantos?

la flaca

Carlos Paredes Leví dijo...

Todo lo contrario, desonfío de ellos.

Anónimo dijo...

Me encantó tu carta pero lamento decirte que ni van a tomarse la molestia de contestarte.
Esos que viven de la imaginación ajena no se contagian ni queriendo de sus autores. Son pura y llanamente mercaderes y todo lo ven de manera cuadriculada. La fantasía no tiene cabida en sus mentes y solo se rodean de mediocres. Tú vales mucho más que eso así que yo, como la anonima del primer comentario, te propondría escribir una novela.
Te deseo mucha suerte. No voy a intentar ponderar tu valía porque eres un hombre inteligente y arrogante como para no saberlo.
Llevo mas de una semana leyéndote pero nunca te había dejado comentario hasta hoy.

Carlos Paredes Leví dijo...

No sabría que decirte más que gracias. Tomaré nota sobre lo de la novela.
Te reitero mi agradecimiento.

Anónimo dijo...

En tu prosa hay ironía a raudales y mucho ingenio. Lo paso bien leyéndote.
El mundo editorial es un negocio y como tal no repara en excentricidades ni procederes poco acordes con sus fines mercantilistas. Ellos se lo pierden.

MONICA

Carlos Paredes Leví dijo...

Muchas gracias,Mónica. La verdad es que estoy empezando a sentirme abrumado por tantas muestras de apoyo y comprensión....
Otra vez, gracias.

Lebeche dijo...

Carlos: Veo que hiciste caso a mi sabio consejo :)

El mundo de las editoriales es como una casa de putas y has de saber felarla muy bien si quieres tener una oportunidad. Me temo, me temo, que a ti lo de felarla se te da más que mal... peor. Siempre queda la esperanza de que no te comprendan.

Anónimo dijo...

Me sorprende muy gratamente que haya alguien capaz de hacer lo que tu hiciste.
¿mi opinión sobre ti? inteligente, cínico, irónico, arrogante, orgulloso, directo, soñador,etc.
o sea ¡encantador!

Pd= que les den a los de la editorial, nos tiene que decir cuál era.

Carlos Paredes Leví dijo...

A mi no me sorprende en absoluto.
No voy a decir el nombre de la editorial pero tú sí podrías decirme el tuyo.

Anónimo dijo...

Llamáme curiosa si querés pero...........¿vas a mandar el mismo e-mail a otras editoriales?

daniela

Carlos Paredes Leví dijo...

Mirá, Daniela, mejor no me des ideas...
Lo que voy a hacer hoy, es tomarme, junto a mis amigos porteños, una cañitas de cerveza negra acompañadas de unos caracolitos. Luego nos iremos a cenar a una Parrilla argentina, como la mayoría de los joives (un guiño para los míos) y remataremos con una partida de póker y una botella de Oporto en casa de alguno. Eso voy a hacer, porque esta semana, ya no tengo ánimo para más excentricidades al pedo.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Acabo de ensañarlo en la oficina y me preguntan si existes de verdad, si no eres un personaje literario.
Qué les contesto?????????????

una chica cualquiera

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche, te pido disculpas, pero acabo de leer tu comentario. Sí, tenés razón, tus consejos, siempre son sabios.

Carlos Paredes Leví dijo...

Chica cualquiera:
Eso lo dejo a tu criterio.
una pista: soy un hombre literario.

Anónimo dijo...

Las editoriales buscan asesores o lectores que hayan cursado alguna filología y tengan el cerebro plano y poca imaginación. Tu no encajas en la perfil, y no solo por haber estudiado empresariales sino por lo demas.

Carlos Paredes Leví dijo...

Entonces, no me resta más que joderme. ¿Por qué hoy hay tantos Anónimos?

Anónimo dijo...

Bueno listo, ya estoy en campaña para juntar la guita para editar la novela.
Me calenté, que tanta editorial, ni exprimidores de huevos ni ocho cuartos!
Escribite la novela y olvidate de todo.
Conque le vendas un libro a cada anónimo te vas a forrar.

Carlos Paredes Leví dijo...

Jejeje, desde el principio me pareció reconocer su identidad, último anónimo. Su criterio es siempre certero y rezuma paciencia.
No sabe cuánto valoro su aparición, y sus reapariciones.
¿No sería más rentable producir una película porno?. Yo, me ocupo del guión y del título.

El Castor dijo...

Hay que intentarlo una y otra vez, todo es posible. Yo veo cosas tan extrañas, tan inexplicables... La clase empresarial deja mucho que desear. A menudo las cualidades de uno no se valoran tanto, influyen circunstancias más caprichosas.

Uno puede estar muy preparado o tener capacidad para en poco tiempo ofrecer un alto rendimiento. Pero eso no garantiza nada.

Saludos, caballero.

Carlos Paredes Leví dijo...

Muy cierto lo que dices, como de costumbre en ti. Sin embargo, los milagros no ocurren desde la Biblia y esto es tan cierto que me pregunto si existiran o, como los Reyes Magos, son los padres.
Bueno, pongamos que existen, en tal caso, siempre le ocurren a otros.
A la gente, supongo que te habrás dado cuenta, le dan miedo las sorpresas, lo que se sale de la norma y lo habitual. Debe existir alguna razón antropológica que lo exlique...

Anónimo dijo...

Te imagino leyendo manuscritos que mandan a las editoriales y corregirlos tumbado en la cama con un lápiz de esos que son mitad azul y mitad rojo.
Los judíos sois listos y refinados.

Anonimo no sino anónima

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias por imaginarme.
Sobre lo otro, cuando quieras, te presento a dos que hablan con la boca llena.

El Castor dijo...

jajaja Eso ha estado muy bien Anónima y Carlos. Imaginar se puede imaginar todo pero no sé, no sé... Actualmente no es muy listo el que se pasa ocho horas en una oficina. Vamos yo hace 15 años que dejé de hacerlo y no me considero especialmente listo. Hoy en día se trata de hacer lo que a uno le apetezca, sin horarios ni tener que dar explicaciones a nadie. Basta conque a final de año le aumentes el volumen de la cuenta al patrón. Saludos.

Claudia dijo...

Qué cierto es lo que dicen de las editoriales. Quizás ayude un poco si juntamos un montón de "firmas anónimas" pidiendo que te publiquen. Lo cierto es que tienes mucho que ofrecer y es un placer leerte.
Ojalá se concrete algo, mientras tanto, siempre queda la posibilidad de leer tu blog.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Castor, menos mal que nos queda la imaginación...
Decía el gran Richelieu que había pocas cosas interesantes para hacer fuera de la cama. En vistas de su talento, tiene mi sincero apoyo, y mi envidia.

Carlos Paredes Leví dijo...

Caramelo de cianuro: la verdad es que yo me refería al trabajo editorialista que consiste en leer los manuscritos recibidos y exprear tu opinión, lúcida y certera, dando cancha a eso que a muchos tanto parece asustar y que se llama criterio. La carencia del mismo parece que va camino de convertirse en una enfermedad social.
Lo de publicar, eso ya es harina de otro costal y aún no estoy en condiciones de hacerlo.
Miles de gracias por tus amables comentarios que por lo que parece, gustan prodigarse en mi blog (a mi me encanta recibirlos).
Muy buena la foto: transmite personalidad.

Anónimo dijo...

Me gusta cuando dejás asomar la furia que llevás dentro (sos tan Aries, querido)y creo que esto es bueno porque tratás de evitar los efectos de un destino que no querés. Una lucha a la desesperada. Mucha suerte. LORENA

Carlos Paredes Leví dijo...

LORENA: gracias por tu deseo de que tenga suerte, porque va a hacerme falta. No por ello voy a desistir de seguir poniéndole zancadillas al Azar.

Luis Guillermo Franquiz dijo...

El relato que has escrito me pareció muy interesante. La descripción es sinuosa y certera, utilizando muy bien la ironía. No soy ningún entendido en los manejos editoriales; pero sí resulta estimulante saber que te atreves a perseguir un sueño: muy poca gente lo hace. Te deseo mucha suerte en tu intento. Sé que escribir una novela no es tarea fácil.
Saludos.

Javier Luján dijo...

Me gustaría mucho leer una novela tuya. No sé si te la publicarían o no -ya se sabe en el mundo mercantil en el que vivimos-, pero estoy seguro que sería tan buena como cada uno de tus relatos.
Un saludo, Carlos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mil gracias Luisgui y Capitán Pescanova.
Reconforta leer testimonios como los vuestros. Un saludo.

Anónimo dijo...

si no fuese porque conozco a alguien que te conoció, pensaría que sos imaginario.

la flaca

Claudia dijo...

Carlos, gracias por la aclaración. De cualquier manera sigo pensando que deberías publicar. Espero que el paseo en búsqueda de oxigenación resulte exitoso.
Saludos.

Anónimo dijo...

Carlos, compartimos el pulitzer?

Anónimo dijo...

che Carlitos, que caramelito que vino hoy eh!...
Flaca, no hagas caso, que Carlos ya te hechó el ojo me parece

Carlos Paredes Leví dijo...

Anónimo, todavía no soy imaginario pero voy camino de ello. De momento, me quedo en irreal.

Carlos Paredes Leví dijo...

Caramelo; gracias por retornar con tanta rapidez. Parece ser que tu foto ha llamado la atención de algun elemento masculino que se cita en estas páginas...
Los paseos siempre me ayudan; las piernas me acercan a determinadas formas de conocimiento (un tanto metafísicas).
Hoy volví a pasarme por tu blog pero no estabas, no importa, se notaba tu aroma. Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo: te tomo la palabra. Vos escribís y después compartimos los honores.
Dáte una vuelta por donde Caramelo de cianuro. Escribe cosas interesantes.

Anónimo dijo...

¿querés que yo también te mande una foto?

la flaca

Laura Otermin dijo...

Carlos, me pareció genial lo que escribistes, toda la síntesis, los distintos estados de ánimos envueltos en la voágine de la caminata, el sol que raja la cabeza y la lluvia que no viene, el hombre-mono, tan parecido a nosotros y tan lejos. En fin, olvídate de las editoriales que talvez impidan tu gran creatividad. Lo más importante es que nunca, pero nunca dejes de escribir. Un beso.

Carlos Paredes Leví dijo...

Agradecidísimo te quedo, Laura. Un abrazo. Nos seguimos viendo, aquí o allí.

Peggy dijo...

te paso un meme .....Kiss:) tu mismo

Carlos Paredes Leví dijo...

O.K.

Lebeche dijo...

Carlos: se te acumula el trabajo con el asunto de los memes. :)

Anónimo dijo...

Esto de tu cena de los jueves nos está complicando a tus lectores. (perdón amigos por hablar por todos) pero el día se hace muy difícil si no lo comenzamos con tus lecturas Carlos.
Vamos hombre despabílate, tu público te aclama!

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias, Lebeche y Juan Pablo. Yo también os quiero.
Ah, ayer nos tomamos unos caracolitos con cerveza negra y luego fuimos a cenar a un libanés. Muy tranquilo todo: no húbo quorum.