domingo, 4 de marzo de 2007

Culpable

Más de cuatro décadas de vida ficticia en una industriosa ciudad del norte de los Estados Unidos, no habían servido para exorcizar sus constantes pesadillas, ni su sentimiento de culpa, ni su bordear la esquizofrenia, viendo a imaginarios (o no) agentes del Mossad acechándole.Sabía que no tenía derecho a vivir, y que su fortuna era fruto del expolio de las vícitmas. Sabía que nadie quería escuchar el relato de sus crímenes cometidos en un pasado superado por todos menos por él. Sabía, también, que era incapaz de quitarse la vida por su propia mano. Así, no encontraba otra alternativa que tentar a las altas instancias celestiales (acaso a la vida) con declaraciones soberbias que esperaba fueran castigadas con su muerte: "yo nunca me voy a morir de cáncer", "´mañana no va a atropellarme un coche", "no amoriré antes de llegar a los 70", "jamás contraeré el sida", y otras por el estilo.
"El que quiere morir, vive" reza un antiguo dicho judío (pueblo al que ahora adoraba) en el que procuraba no pensar. Mientras, infructuosamente, aguardaba la redentora llegada del Ángel de la Muerte.

43 comentarios:

Anónimo dijo...

La leí un par de veces y la verdad es que me ha dado mucho que pensar.
Gracias.

Carlos Paredes Leví dijo...

De nada,anónimo. Ya verás que cuando consigas hacerlo de manera regular te vas a sentir mucho mejor.

Anónimo dijo...

Qué osadía la tuya, para contarnos tus impresiones...Me fascina usted.
Besos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Así que la fascino ??. No sabe usted cuánto me complacen sus palabras...

Anónimo dijo...

Che, al final van a tener razón los que dicen que te parecés a House (por como contestaste al anóimo).Semejante parecido acrecienta mi morbo aún más.

la flaca que sigue esperándote.

Carlos Paredes Leví dijo...

Bueno, querida Flaca, me temo tanto morbo parece destinado a llegar pronto a un punto álgido. Avisáme entonces, porque no me gustan las medias tintas.

Claudia dijo...

Me parece que has descrito el infierno, o por lo menos un lugar parecido.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Por desgracia, hace menos de 70 años, el hombre creó lugares peores. Tanto es así, que quienes sobrevivieron, se convirtieron en cementerios vivientes para millones de muertos sin sepultura.
Un saludo, Caramelo.

Anónimo dijo...

Hay un punto de locura en ti que me gusta.

princesa del vértigo dijo...

Es terrible arrastrar la culpa de acciones imperdonables durante toda tu vida. Yo lo vivo en mis propias carnes. Cuando era niña me divertía robando la ropa de mis compañeras de campamento mientras se bañaban en el río desnudas, dejándolas sólo los calcetines. Pensar en la escena de verlas llegar de esta guisa en procesión me hacía sentir un impulso irrefrenable, compulsivo. Ahora El arrepentimiento no me deja vivir y para compensarlo no dejo de decir :"nunca jamás me verá nadie desnuda con calcetines" publicándolo por doquier en todos los comentarios de los blogs que visito esperando ese Ángel redentor que movido por el afán de hacerme incumplir mi palabra, consiga aplicarme el castigo que me merezco.

Besos avergonzados

Carlos Paredes Leví dijo...

Anónimo, más bien serían unos puntos suspensivos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Dramática historia, Princesa (por cierto, te hacía dormida como un bebé). ¿Te has planteado hacer terapia o, la vergüenza es tan grande que te da miedo revelarla a un desconocido?. Cómo alivio sintomático está la confesión con un sacerdote (me parece sublime tal invento)o en su defecto, sesiones de sado-masoquismo asumiendo estoicamente el castigo pertinente. Ya verás como, tomes la decisión que tomes, vas a salir de esta y conseguirás relegar a zonas remotas de tu mente tamañas bajezas.
Ves, cómo tengo razón (cómo siempre)cuando yo hablo del diablo que llevamos dentro ?.
Un beso

princesa del vértigo dijo...

No podía dormir, así paso las noches de mi vida, en constante penitencia. Después de la declaración en el blog de Lebeche era incapaz de dormir tranquila sin confesarlo todo. Lo del cura no es mala idea, pero ya te dije que soy agnóstica y no utilizo los recursos religiosos (excepto cuando estoy de juerga y soy incapaz de volver por mi pie a casa, motivo más que justificado). Respecto al sadomaso, tuve una experiencia que no resultó muy productiva en cuanto al asunto que nos atañe, no conseguí que me pusieran los calcetines ni a tiros. Eso sí, de allí me llevé a mi Niña Ángela de recuerdo (puedes leerlo en mi blog, es una experiencia digna de ser leída. Se llama "Con el corazón en un puño II")

En fin, yo esperaba que alguien tuviese un poco de caridad cristiana y me im-pusiera los calcetines de una puta vez y descansar en paz por los restos.

Beso la mano (¿tendré que hacer esto también con el sacerdote que me redima?)

Carlos Paredes Leví dijo...

Vienes a parar a mal sitio si buscas caridad cristiana...
A lo mejor, dada la gravedad del caso, deberías ponerte en contacto con ese nuevo gurú de Occidente llamado Alejandro Jodorovsky. Quizás, si le pillas de buen talante y con alguna cámara cercana, se digne a idearte un acto de Psicomagia que ayude a tu realidad a danzar de manera distinta y a olvidar traumáticos episodios de tu pasado.
Si esto no se da, puedes sumergirte en una terapia psicoanalítica (yo nunca conocí a nadie que mejorar con ella) y en una regresión hacia tu infancia, hacia aquellos señalados momentos en los que el diablo se apoderó de tu mente y te obligó a cometer tan deleznables acciones como las confesadas.
Yo te absuelvo, hija mía y te doy permiso para besar mi anillo (por favor, sin lengua, que luego me queda babeado)

Leeré "Con el puño en un puño".

Anónimo dijo...

Es inconcebible que tíos de gran talento como tu y el tal Lebeche estéis parados. Imitando un refrán os digo que .....
EN EL PAIS DE LOS TONTOS, LOS LISTOS ESTAN EN EL PARO.

Un fuerte abrazo de ánimo para ambos.

Anónimo dijo...

Carlos: Este por lo menos tenía conciencia y purgó sus pecados vivendo hasta más allá de dónde hubiera deseado, con sus fantasmas merodeando siempre, con la culpa expoleando su existencia. Hubo muchos que murieron sin arrepentimiento, entre riquezas expoliadas y pensando que se habían salido con la suya.

Lebeche dijo...

Carlos: El anónimo último soy yo que por misterios del cibermundo me he convertido en otro.

Lebeche dijo...

Por cierto, gracias al anónimo anterior. Como dice Levi... es paro sin dolor.

pietrapómez dijo...

A veces, para contrarrestar ciertos estados de ánimo fatalistas basta con tomar perspectiva sobre uno mismo y descojonarse de lo que ve. En otras, mejor acabar con la farsa y cortarse las venas con dolor, sufrimiento y culpa...qué coño!

Carlos Paredes Leví dijo...

Estimado Anónimo, aparte de darte las gracias, sólo se me ocurre añadir dos palabras más: tienes razón.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, Anónimo, hubo muchos que vivieron sin arrepentirse y disfrutando de todas las comodidades, logradas inmerecidamente a costa de otros, que otorga la posesión del dinero.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lebeche: escribí estimado Anónimo, porque presentía algo familiar en el comentario.

Carlos Paredes Leví dijo...

Sí, querida Pietra, cuando uno está harto de sufrir, sólo tiene dos salidas: la risa o el suicidio. De lo contrario, se convierte en alguien patético.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Argentina fue refugio de criminales nazis de la talla de Adolf Eichmann o Joseph Mengele, con la complicidad activa de sus autoridades. Pero subsiste el empeño de ocultar el antisemitismo imperante en círculos oficiales, que llevó a la muerte a un centenar de judíos argentinos.
Esto me indigna, pienso que el castigo no debería venir sólo de Dios.
Por cierto, me extrañaron?

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias Juan Pablo por tan aleccionadoras palabras. Yo, particularmente sí te extrañ, pero éstos grasas....andá a saber¡

pietrapómez dijo...

Mucho, Juan PAblo...odio los domingos! Según tengo entendido, no sólo lo hicieron en Argentina, sino que en Brasil acogieron a chusma de lo peor

Carlos Paredes Leví dijo...

Y aquí, en España, y en Gran Bretña, y en la propia Alemania, y en Austria y ....

Anónimo dijo...

Una duda: los agentes del Mossad eran imaginarios o no?

Carlos Paredes Leví dijo...

AAAhhhh

pietrapómez dijo...

Ufff, dónde andas, que no se te lee en un rato? Qué urdes? Te tengo mas miedo que a un nublado (dicho manchego)

Carlos Paredes Leví dijo...

Tu siempre tan bien pensada...
Fui a dar un paseo porque, como dije ayer, sois más pesados que el cuñado de Rocky.
No se que va a ser de vosotros cuando yo falte....(para que luego vayas sembrando por ahí que soy una mala influencia)

Lebeche dijo...

En realidad el bulo lo extendí yo. Pietra sólo se hizo eco del mismo.

Carlos Paredes Leví dijo...

vamos, que en realidad esto es una trama, ¿no, Lebeche?

Anónimo dijo...

Creo que con tu talento podrías conducir un programa de radio inteligente, de divulgación cultural y donde el criterio y las opiniones bien asentadas fueran la norma habitual. Es una pena que nadie te descubra. ellos se lo pierden

Carlos Paredes Leví dijo...

la verdad es que me encantaría que me ocurriera algo así pero, la vida me está dando menos de lo que yo pido o necesito. Por eso estoy resentido con ella. Gracias, Anónimo por pensar en mí en esos términos. Un saludo.

El Castor dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Castor dijo...

Sí, a veces los sentimientos de culpa son el único castigo para individuos que han conseguido eludir a la justicia, sólo a veces porque también los hay que son incapaces de sentir culpabilidad. Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Comentario muy acertado, Castor...para no perder tus buenas costumbres.

Claudia dijo...

Completamente de acuerdo con aquello de que siempre tienes razón, ja, ja, la gente sigue llegando. Espero que regresen, así al menos sabré que no van sólo por lo que dices que van.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Gracias, Caramelo. Tienes talento y esta va a ser la causa de que te visiten asiduamente. Quien sólo se fije en las apariencias, no tiene que importarte que deje de visitarte; él se lo pierde,,,,

Un saludo, guapa.

Carlos Paredes Leví dijo...

HUBO UN COMENTARIO SUPRIMIDO DE MANERA INVOLUNTARIA, ASÍ QUE POR FAVOR, RUEGO A SU AUTOR QUE VUELVA A ESCRIBIRLO. LO SIENTO; SE VE QUE PINCHÉ DONDE NO DEBÍA

Anónimo dijo...

Era mi testamento, mi declaratoria de herederos. Todo a tu nombre. Ahora te jodés!

Carlos Paredes Leví dijo...

Che, fue un fallo fortuito. Ni siquiera se cómo, porque no llegué a leerlo...