lunes, 12 de febrero de 2007

Crímen sin castigo

El hombre caminaba temoroso por las oscura y desértica calle del Madrid de los Austrias creyendo divisar sombras acechantes y escuchar sonidos de pisadas. "Es mi imaginación y mi miedo" se dijo sin tenerlas todas consigo. Poco más pudo decirse, ya que tres certeros disparos provenientes de una Luger acabaron con su vida. El crímen sucedió en el Madrid en 1940.La víctima, un físico escapado de Alemania y portador de un gran secreto o, mejor dicho, descubrimiento científico.Los ejecutores, agentes de la Gestapo. Nadie escapa de su destino, y la mano del mal es bien larga.

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