jueves, 5 de junio de 2008

ME MUERO (último fragmento del Diario del escritor Jákob Steinschneider)

Trieste, 14 de agosto de 1994

En mis nocturnos recorridos por las calles del barrio trato, vanamente, de serenar las traicioneros vaivenes de mi espíritu y mi cerebro perturbado. El exasperante transcurso del tiempo, estéril y nada piadoso con mis necesidades, me aboca a un tedio tenaz y dañino, una suerte de veneno que garantiza una muerte lenta. Ya no consigo ocultar a mi propia conciencia las zonas de la realidad que me asusta e intento evitar a toda costa. Los demonios del pasado, esos contra los que luché durante tanto tiempo, han sobrevivido a pesar de todo y están aquí, más vivos que nunca. No me queda apenas destino sino tragedia. Días contados de una vida fundamentada en la mentira y el engaño tras los que la verdad se oculta.
Amores extinguidos, incumplidas promesas y la negación lejana de los sueños, es mi penoso bagaje existencial. Un material amargo rendido al trémulo gatillo de ésta pistola...


* Cuatro días después de escribir estas líneas, se voló los sesos de un disparo.

FICCIÓN

29 comentarios:

Juan Pablo dijo...

IMPRESIONANTE.
Además me ilusionó porque justo estaba por pedirte un texto sobre suicidas. Tanto la idea como el relato te salieron a pedir de boca. Me gustó porque conjugaste la originalidad y la pasión en un texto breve y compungido (muy difícil de encontrar en la web).

Hoy estoy florista.
Un abrazo.

la cocina de frabisa dijo...

Cuando todo es oscuridad, ya no hay esperanza e ilusión el futuro se nos antoja lejano y doloroso.

Cuando leí "El oficio de vivir" la angustia del escritor (que se terminaría suicidando) traspasó las páginas, realmente conseguí entender sus pocas ganas de vivir.

Virginia Woolf, cuyos diarios me leí del primero al último, durante toda su vida sufrió frecuentes depresiones que la abocaban a largos períodos de inactividad literaria con la consiguiente y simultánea desesperación por la improductividad. Llegó un momento que no pudo con ella misma y se suicidó.
Que mentes tan privilegiadas se hayan derrumbado cuando llevaban gran parte de su vida luchando por no caer en el abismo sin haberlo conseguido me ha provocado varias reflexiones.

un beso

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Qué exagerado que sos con eso de Impresionante ¡¡¡ Van a pensar que te pago o que, nuestra amistad viene de atrás....
Ya estaba un poco harto de tanto post de flores, amor y mariposas, así que decidí un cambio.
Me alegro que te gustara.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Frabisa:
Sí, yo también leí a Pavese y tiene una lucidez tan potente que uno, tras leerlo, sale de casa flotando en reflexiones, en una especie de ánimo filosófico como el que nos queda tras ir a un cementerio....
El último párrafo de su comentario, me recordó a Primo Levi y Jean Amery; dos genios que terminaron suicidándose.
Un saludo.

Polakia dijo...

Altibajos anímico propios del caracter (del suyo, digo por el cambio de tema).
Y la verdad este es un tema que siempre me intrigo. El hecho de que pensadores fabulosos, tanto escritores como filósofos o se suicidan o caen en enfermedades mentales atroces que son peor que la muerte.
Será que la felicidad esta en la estupidez humana?
Espero que no.
Un saludo

Anónimo dijo...

Carlos:escalofriantemente magnífico.

Carlos Paredes Leví dijo...

Polakia:
Ya sabe, a estas alturas, que yo soy un tipo inestable. Me aburre siempre lo mismo, así que me debato en un peregrinar constante, dando bandazos de un lado para otro de mi vida.
COmprender la vida, y tener lucidez, es incompatible con la felicidad.
A mí siempre me intrigó cómo Primo Levi se suicidó, tirándose por el hueco de la escalera o Paul Celan, arrojándose a las aguas del Sena....
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:

Mil gracias, una vez más.

Remembranza dijo...

Es una lucha, una batalla cruenta de la que se sale o simplemente; simplemente, se cae abatido.
Un abrazo

Alicia dijo...

Muy fuerte Carlos, y para quienes hemos vivido la p�rdida de un ser amado de esa manera, puedo asegurarle que lo hemos visto tan de cerca que caemos en un abismo de incomprensi�n. A�os despues le� a Camus "No hay m�s que un problema filos�fico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena de que se la viva, es responder a la pregunta fundamental de la filosof�a" Es as�... el com�n de la gente encuentra explicasiones absurdas, simplistas, y no pueden bucear en el conflicto del ser humano, y usted en este breve relato de ficci�n lo muestra de una manera visceralmente real.
Mis movilizados saludos

Carlos Paredes Leví dijo...

Remembranza:
Sí, hay batallas de las que el final, no por intuido, dejan de producirse...
Un saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Alicia:
El suicidio es un hecho filosófico y literario de gran calado...
Nadie puede entrar en el alma del otro y, a veces, pecamos de egocentrismo y creemos que únicamente nosotros sentimos, pensamos y comprendemos...
Un tema complejo y apasionante, ideal para una sesuda conversación acompañada de un buen vino y digna compañía..
Un saludo

Churra dijo...

Me cuesta pensar que llega un momento en que no hay otra opción que apretar el gatillo, siempre desde leugo en un momento de enagenación , no creo en el romanticismo de la muerte ni en el de la desesperación.
Un beso

Carlos Paredes Leví dijo...

Churra:
Ese romanticismo sólo queda bien en la literatura o el cine...
Sin embargo, llegar a ese momento de solución letal (que al solucionarlo todo, no soluciona nada) creo que es el resulado de una larga fermentación más que de una enajenación pasajera, al menos en la mayoría de los casos....
Un saludo.

Ijon Tichy dijo...

En cine quedó muy bien en "Fuego Fatuo" de Louis Malle (no se asusten, ésta sí le quedó bien).

En la realidad, sea fermentación, sea enajenación (yo creo que de todo puede haber), nunca es una opción ni romántica, ni admisible.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ijon:
QUé grande el viejo Malle....¡¡ ése era uno que sabía hacer cine ¡
No será lo que usted apunta pero, es un acto individual y único. Yo siempre me he preguntado porqué se han suicidado algunas personas y, concretamente, estoy pensando en cierto heredero de los Rothschild...
Un saludo

PD: ya me avisará, Maestro, cuando quieren que pongamos un mantel por medio...

Ijon Tichy dijo...

Hablamos el lunes, Carlos, a ver si hacemos un hueco. Un saludo.

Isabel chiara dijo...

Bueno, no creo que pueda decir nada nuevo. Te quedó soberbio, porque transmite la negación de ese hombre a amar la vida; no le quedan argumentos y, por tanto, tampoco explicaciones.

El oficio de vivir, un libro de cabecera que siempre tengo a mano, tiene pasajes tan desoladores que uno llega incluso a comprender el deseo de morir.

Nuevamente envidia, un beso Carlos

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
Me alegro que te haya gustado...coincido contigo en tus apreciaciones y en el libro de Pavese que citas.
Por alguna razón, me acuerdo de un libro de Elie Wiesel titulado "La ciudad de la fortuna", en que el protagonista, internado en un campo de exterminio, sobrevive sacando fuerzas de un curioso suceso. CUando, del ghetto lo montaron en el tren que le llevaría al infierno, se fijo en un hombre que miraba, impasible, la escena desde la ventana. Esos ojos de indiferencia y cobardía le acompañaron durante su traumática experiencia. Tanto, que al acabar la guerra, regresa para enfrentarlo.
Un saludo.

Isabel chiara dijo...

La mierda no siempre ensucia; a veces, puede llegar incluso a purificar. En situaciones límite uno aprovecha todo, busca resquicios dónde agarrarse, argumentos para seguir. Lo tremendo es cuando ya no queda nada, ni tan siquiera las fuerzas para desear.

Buscaré el libro de Wiesel.

Andrés dijo...

Bueno.. aguantó cuatro días.
Yo después de escribir algo así no hubiera esperado ni cuatro minutos.
Es un texto acojonantemente bueno.

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
Lamento decirle que ése libro, del que poseo un ejemplar firmado por el autor (mi escritor preferido), está agotado. Puede conseguir, otro magnífico: "La noche, el alba, el día", editado por Mario Muchnik. Un libro sensacional.
Un saludo.

Pd; ya vi que puso el enlace del crápula de Pradero...

Carlos Paredes Leví dijo...

Andrés:
Bueno, lo de cuatro días se me ocurrió porque, algo más arriba, había escrito "Días contados de una vida.....", sino lo habría suicidado en ese mismo momento.
Gracias, un saludo y después me paso por su blog.

Isabel chiara dijo...

Al "crápula" Pradero se le nota la crapulosidad en sus escritos, jajaja. Es un encanto, ama la música.

Pena lo del libro de Wiesel, estoy viendo algo del libro y he encontrado el fragmento del cuento del bufón que no podía hacer reir al rey.

"Un día

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
Sí, es un encanto pero ya verá cuando agarre confianza....
En un post autobiográfico (acaso único en su género) que publiqué en Marzo bajo el título de Dos Reinas, aparece resaltado un párrafo de "La ciudad de la fortuna".
Otra libro del mismo autor, que también le iba a gustar es; "El testamento de un poeta judío asesinado" pero tampoco podrá encontrarlo. Una lástima.
Un saludo.

Makiavelo dijo...

A este paso y con este ritmo tan delirante, podríamos rodar -Apocalipsis Now in Madrid-.

Willard y Kurtz dos meros aficionados.

Tan extremo como simpre sin embargo merecedor de un Pulitzer.

Saludos matinales.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
MIs inquietudes encuentran salida en la escritura. Cuando más efervescente e inquieto ando, más escribo. CUando de verdad vivo, entonces apenas me prodigo.
Un saludo y, como no me canso de repetirle, cuidado con esas tisanas que anda tomando. Dígame dónde y le envío a Juan Valdéz con un saco.

Makiavelo dijo...

Carlos, retén el saco de Juan Valdéz y ya me lo pasarás in person cuando me recomponga.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Lo intentaré pero no le aseguro nada. Yo tomo café como si fueran a prohibirlo...
Un saludo.