martes, 22 de abril de 2008

Pensar, o no

A Rodolfo Shapiro le gustaba caminar al azar por las calles de la ciudad. No lo movía el saludable ejercicio físico, sino evitar el oxidamiento de sus neuronas. Durante las horas que pasaba en el banco sus pensamientos eran unilaterales, enlatados y sin más aspiraciones que sacar adelante una aburrida rutina, que le permitía sobrevivir pero diluía su sensibilidad en la apatía. Era por la noche cuando sin traje ni corbata, salía de su apartamento con ganas de parir ideas y ejercitar sostenidamente su cerebro. Vagaba por aceras y asfalto sin prestar atención al entorno, sin mirar a las personas con que se cruzaba y enredándose en soliloquios que atraían más de una mirada (la mayoría de la gente es tan simple, que piense que si uno habla solo está loco). Cuando regresaba a su casa, anotaba algunas de sus teorías, por lo general bastante demenciales, en un cuaderno y se echaba a dormir con una sonrisa. “No hay nada como sentirse vivo” pensaba, antes de perder la conciencia.

24 comentarios:

la cocina de frabisa dijo...

Ese es el quid de la cuestión, sentirse vivo.

Lo de menos es que esas ideas demenciales que fue pariendo mientras paseaba la noche,le sirviesen para nada. Lo clave era que le hacían sentirse en estado de ebullición. Listo a crear, en ejercicio mental.
Eso necesita un escritor, sentir su pluma viva.

un beso
Isa

P.D. Ya tengo un ejemplar de Clarice Lispector, te contaré.

Anónimo dijo...

Normalmente las personas menos activas son las que más piensan.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Frabisa:
Cada uno se apasiona de lo que puede. En este caso, el personaje lo hace de pensar en movimiento.....

Clarice Lispector sí que sabía lo que era escribir. Otra de las grandes fue Irene Nèmirovsky, ahora justamente rescatada con la re-edición de sus, por desgracia, pocos libros editados (murió jóven en un campo de concentración).
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Neurotransimisores:
Sí, vivir aleja del pensamiento aunque, para mí, la actividad por sí misma no significa estar vivo...
Un saludo.

Remembranza dijo...

Volvió el conformismo?
Un abrazo

Anónimo dijo...

Pasear de noche es una de las cosas que me encanta hacer.
Ahora que llega el veranito, vuelve a apetecer!!!

Carlos Paredes Leví dijo...

Remembranza:
El sujeto, Rodolfo Shapiro, tiene un trabajo en el que no le va mal (económicamente hablando)y sus paseos no tienen otro objeto que satisfacer su espíritu. Sí, supongo que es un conformista.
Mi caso es bastante distinto al narrado pero, como siempre, yo sólo retrato a personajes ficticios.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Rodolfo, aparte de por gusto lo hace por necesidad. Si no lo hiciera, le faltaría algo, algo vital para su vida.
Un saludo.

Gi dijo...

A veces nos aferramos a pequeñas cosas para sentirnos vivos, y es la mejor manera, tener algo simple a mano, para mitigar la complicación inherente al ser humano

Carlos Paredes Leví dijo...

laluz:
Sí, para sentirnos vivos nos aferramos a cualquier cosa...
Un saludo.

Claudia dijo...

Es básico tener ese "algo", sea lo que sea, que nos haga sentir la necesidad de llegar al momento en que podremos hacer esa actividad favorita. Para él es pensar, y lo valora tanto que hasta escribe con cuidado sus mejores ideas.
¡Cuántos personajes! ¿Qué sucedería si los reuniéramos a todos en una noche de copas?
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Claudia:
Sucedería que todos nos emborracharíamos....
Un saludo.

Sibyla dijo...

Al igual que Rodolfo, tengo la sensación de apatía y rutina en mi lugar de trabajo, y cuando salgo me siento libre, feliz y viva; observando todo lo que me rodea como si fuera un regalo colocado para mi entrtenimiento y diversión.

Saludos:)

Isabel chiara dijo...

Mientras Rodolfo Shapiro no se balancee mientras va por la calle hablando solo no hay problema. Dicen los comecocos que el mecimiento del cuerpo y las incoherencias son síntoma de esquizofrenia. Yo prefiero pensar como B. Russell que decía que cuando deseaba charlas con alguna persona inteligente hablaba solo. Por eso Rodolfo necesitaba de largos paseos, para comunicarse en soliloquios.

Saludos

(Lleva usted una marcha...)

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
Por desgracia, sólo unos pocos disfrutan con su trabajo, y lo mejor siempre nos espera fuera.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel:
Rodolfo sólo se balancea cuando reza...
Cuánta razón tenía Bertrand...¡¡
Un saludo.

la cocina de frabisa dijo...

Ha habido muchos momentos en los que he disfrutado especialmente leyéndote, por eso tengo un regalito para ti en mi blog. Recógelo cuando quieras. Un beso

Carlos Paredes Leví dijo...

Frabisa:
Muchas gracias. Todo un detalle por su parte...
Saludos.

Germánico dijo...

Este cree en lo que decía Nietzsche de que los pensamientos mejor andados.

Un refrán español dice: gente parada, malos pensamientos.

El movimiento de las piernas y, en general, de todo el cuerpo, al andar, así como el aire permanentemente renovado en la marcha, y no el viciado de una estancia o lugar cerrados, vivifican y alumbran pensamientos nuevos, que son, después de todo, un sutil pero no por ello menor movimiento.

Sólo le falta tener sueños que pongan en orden sus vivencias y sus ideas, que su pérdida de conciencia no sea completa.

Carlos Paredes Leví dijo...

Germánico:
Qué bien explica usted lo que yo pienso....¡¡
Un saludo, Maestro.

Makiavelo dijo...

Maestro, hay quién opina que es mejor estar solo que mal acompañado.
El problema no lo veo tanto en Rodolfo como en los que le miran que no saben como ver al otro.

Un buen espejo de los de cuerpo entero ayuda en muchas ocasiones.

Mientras no pierda el sueño todo sigue OK.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
La verdad es que él no se queja....y acepta resignado la ambivalencia de sus días....
En cuanto a las miradas de la gente, hay que tener en cuenta que ésta es bastante maleducada. Vas por la calle y la gente te mira sin pudor, casi como si fuera una agresión.
En fin, ya se sabe que educación, inteligencia y clase, son bienes que cotizan a la baja en este mundo descarriado.
Saludos.

Anónimo dijo...

Pensar que en esos soliloquios Rodolfo puede elaborar algo ,que de tener quizás más marketing,podría transformar el mundo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
no se sabe qué pasa por la mente de Rodolfo....