martes, 15 de abril de 2008

Cutre

Tenía una sensibilidad demasiado cultivada, agudísima y una capacidad de análisis y percepción del entorno que hacía tiempo había traspasado el umbral de la tolerancia. Por si fuera poco, por esas fechas habían rechazado, por enésima vez, su novela, tenía que volver a sellar la tarjeta de desempleo y el contestador guardaba un mensaje de su ex que no se atrevía a escuchar. Se sentía mal. La opresión existencial y la irascibilidad crecían en él con riesgo de desembocar en una enajenación emocional de impredecibles consecuencias. Con el goce sórdido de recrearse en el infortunio, mataba el tiempo vulgar paseando por las calles o sentándose en los bancos de cualquier parque a leer el periódico y observar a los transeúntes. Antes de regresar a casa, para comer algo enlatado, acostumbraba a pararse en algún bar a tomar un café o una cerveza. Solo, en un rincón de la barra se entretenía con el crucigrama mientras saboreaba su consumición. Ayer, sin embargo, lo había resuelto antes de entrar en la cafetería de turno, así que se dedicó a la observación. Desde su acostumbrada posición periférica, tenía una visión casi panorámica de la pintoresca fauna de espíritus obtusos allí reunidos: una vieja diezmaba su jubilación jugando compulsivamente en una máquina tragaperras, un grupo de secretarias entradas en carnes fumaban afectadamente mientras devoraban bocadillos de panceta y parloteaban sobre la dieta mediterránea, un trío de jovencitos, a quiénes la profusión de granos delataba como socios de la Secta de Onán, bebían cervezas directamente de la botella y se limpiaban la boca con el dorso de la mano, dos acartonados bancarios se recreaban en la seriedad y una formalidad al pedo, queriendo aparentar una importancia que no tenían, unos achaparrados cincuentones de barrigas redondeadas y culo escurrido imitaban el baile del Chiki Chiki, una madura con pantalón de chándal y zapatos de tacón buscaba sitio para acomodar su carrito de la compra, un tipo anodino daba cuenta de un desayuno tardío de porras y café con leche, mojando con terquedad y goteando sobre la barra y su camisa, un currito asentía las supuestas gracias de su trajeado jefe que repetía, de cara a la galería que “ésta ministra de defensa va a poner firmes a todos los miembros del ejército” y otras lindezas machistas propias del calzonazos que se libera fuera de casa.

Ante semejante panorama, numerosas preguntas acudieron raudas a su mente: desde si reunirlos ahí respondía a algún tipo de experimento sociológico, abaratando los costes de traer a otras especies animales, hasta intentar acertar de qué campo de exterminio mental se habían fugado, porqué tenían que compartir siglo con él o cómo sería D-os si éstos también estaban hechos a su imagen y semejanza. No encontró respuestas y tampoco importaba. Demasiado tenía con soportar sus propias desventuras. Pagó y salió, con la sonrisa de saber que si el hombre vino del mono, éstos lo hicieron por un atajo.

36 comentarios:

Churra dijo...

El tambien estaba alli no?, curioso el poder de atraccion que tienen algunos sitios, unos miran , otros son mirados pero todos toditos estan alli .
Besos

Carlos Paredes Leví dijo...

Churra:
Sí, eso es lo que más le jodió pensar, aunque no lo confesó (todo esto se me acaba de ocurrir, porque es pura ficción) por vergüenza...
Un saludo.

Anónimo dijo...

Todos somos monos, más o menos afeitados
Gi

Makiavelo dijo...

Maestro, va tan rápido con los post que voy con la lengua fuera leyéndolos; el anterior se quedó antiguo y aún no lo he leído.
Ese ambiente de cantina rupreste no será de Chamberí o de Carabanchel con las Maris achandaladas? porque yo me quedo en Alcorcón y ya tengo bastante.

Aprovecha que estás inspirado y escríbete el novelón a la hora de la siesta, que tienes a las niñas hambrientas.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Anónimo:
Sí, y unos más que otros...

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
Aunque no sigas el ritmo de mis posts, tampoco te pierdes gran cosa...
Lo de la novela lo estoy pensando seriamente. Tengo ganas de darle vida plena al ex capitán Yair Bensusán.
Un saludo.

Anónimo dijo...

No soy Anónimo, soy Gi, para eso firmo

Carlos Paredes Leví dijo...

Gi:
Lo siento, no hubo intención alguna por mi parte. Siempre contesto al nombre que figura en el encabezamiento del comentario que recibio.
Un saludo.

Anónimo dijo...

De vuelta a los personajes intolerantes eh!!!
Efectivamente, estoy segura de que alguien podría pensar también lindezas de ese personaje cabizbajo, sentado en el fondo de la barra (como escondiéndose), y que observa de reojo a los demás.
Nada bueno se me ocurriría, es lo que tiene juzgar a los demás por un breve instante.

Pd: Está usted de un prolífico!!! jajaja, a ver si se me pega algo que a mi solo se me ocurren tonterías jajaja.

Un beso

Remembranza dijo...

Diría en principio ¡cuánta gente fea junta! y sería un arrebato. La vemos a través del crisol "estado de ánimo". Apuesto que un enamorado correspondido, por ejemplo los vería como personajes simpáticos y autóctonos...
Un abrazo

Carlos Paredes Leví dijo...

Mavi:
Ando inquieto y cuando estoy así, no paro de escribir...
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Remembranza:
En este caso concreto, debería de estar muy muy enamorado....
Un saludo.

Remembranza dijo...

Mmmm, sí parece que no tanto teniendo en cuenta como describió a cada uno.
Un abrazo

Carlos Paredes Leví dijo...

Remembranza:
No me refería al protagonista de este post, sino al supuesto que los encontraría simpáticos y autóctonos...

Claudia dijo...

Supongo que la próxima vez el protagonista lo pensará dos veces antes de resolver el crucigrama en otro lado que no sea en el barecito. Menudo espectáculo se encontró.
Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Claudia:
Sí, en el fondo, yo creo que disfrutó, porque hay cierto placer en la contemplación de lo grotesco....
Un saludo.

Sibyla dijo...

Como el personaje de su post, yo tampoco encuentro respuesta, pero porque tampoco me hago ninguna pregunta...
Prefiero pensar:
"Dios los cría y ellos se juntan"

Voy con la lengua fuera como Makiavelo, no leí el post anterior...

Saludos!

Carlos Paredes Leví dijo...

Sibyla:
Estoy escribiendo bastante porque me sirve de entrenamiento para ver si, de una vez, me lanzo a por una novela. Me falta algo de temeridad y mucho de talento.....
Un saludo.

Anónimo dijo...

Anímese a escribir una novela sobre Yair Bensusán. En caso que no se atreva, endóseme el personaje.
Un abrazo, compañero.

Carlos Paredes Leví dijo...

Fortunato:
Vale, si a cambio comparte sus derechos de autor después de publicar la novela...
Un abrazo.

Juan Pablo dijo...

Lamento decirles que los derechos de las publicaciones sobre Archevolti los he adquirido yo.
Los vendían unos acartonados bancarios en un bar al azar. Yo sólo los miraba con cara de mono y ellos se me acercaron, oferentes, al ritmo del chiki chiki. Obviamente no pude resistirme.

Makiavelo dijo...

Acabo de leer el "Sin Título" y me gustó. Maestro, yo no lo demoraba más. Después de la cena arrimaba a la mesa un buen termo con café o en su defecto té, encendía el ordenador y aporreaba las teclas hasta dejar listas las 15 primeras páginas del tan esperado novelón, y con eso mañana cuando yo conectara a las seven o`clock tendría la primicia mundial.

Saludos y que cunda la noche.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Usted siempre tan amigo de estos malabares con las palabras....¡¡ Es un tipo ingenioso.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Makiavelo:
No estaría mal.....ya veremos cómo ando de ánimo para aporrear el teclado. Le quedo agradecido por el alentador comentario.
Un saludo y muchas gracias.

Isabel chiara dijo...

No sé si su protagonista se decidirá, pero a mí me entran ganas de escribir un manual de antropología moderna. Unos días de trabajo de campo por los bares de nuestra hermosa geografía y hete aquí la obrita.

Mejor olvidar los desajustes de la evolución y concentrarse en los desajustes de la vida pa escribir.

Un beso

Carlos Paredes Leví dijo...

Isabel Chiara:
en los bares uno se puede encontrar cualquier cosa pero esos que describí en mi post, son especies habituales...
Los desajustes de la vida es lo que nos permite escribir. En los períodos de sosiego, perdemos inspiración y empuje.
Un saludo.

Raquel Barbieri dijo...

Felicitaciones Carlos... tu texto es tan teatralizable (vos pensás en términos de novela y yo, veo escenarios).

Me gusta particularmente la descripción de las personas a partir de los socios de la secta de Onán... los bancarios, las secretarias... y el título CUTRE... es que en definitiva, la postura de aquellos bancarios raya en lo cutre por completo y el protagonista se ve ahogado dentro de un mundo mersa (cutre en argentino, para el que no sepa) que lo rodea, y no logra que sus fuerzas lo lleven por otro camino.

Tema 2: Fortunato de Villa del Parque hace apariciones espasmódicas. ¿En qué anda?

Dos saludos :)

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
Es que la vida es puro teatro, y los escenarios son múltiples...
Fortunato creo que anda con la mina ésa que había conocido...
Dos saludos.

Germánico dijo...

Una de las cosas que más fácilmente pueden mover al ateísmo es constatar que algunos seres a los que se podría suponer dotados de alma no son más que un manojo de instintos grotesco.

¿Cómo es posible que ESOS sean, tal como yo, a imagen y semejanza del creador?. No, definitivamente no existe.

Carlos Paredes Leví dijo...

Germánico:
Sí, creo que es una prueba irrefutable sobre la inexistencia de D-0s. Alguna vez me he preguntado si no serán la avanzadilla de una invasión alienígena...
Un saludo.

Anónimo dijo...

Será porque los monitos son más graciosos y atractivos ?

Anónimo dijo...

Será porque los monitos son más graciosos y atractivos ?

Anónimo dijo...

Será porque los monitos son más graciosos y atractivos ?

Anónimo dijo...

Será porque los monitos son más graciosos y atractivos ?

Anónimo dijo...

Será porque los monitos son más graciosos y atractivos ?

Carlos Paredes Leví dijo...

Ana María Parente:
va a ser por eso...