Por aquél entonces, dejaba pasar el tiempo, los días, sin preocuparme por existir. Me sentía ligero, impermeable a aquello en que no quería pensar (prefería olvidar tristezas y no ofender a la vida), flotando en enormes nubes oníricas alimentadas por el alcohol y la marihuana. Era un hombre libre, desposeído, que lo había ido perdiendo todo a lo largo de mis poco más de cuarenta años de existencia. Divorciado, con un hermano viviendo a miles de kilómetros y sin más parientes, mi única responsabilidad pasaba por escribir para el periódico que me publicaba y permitía subsistir. No tenía otras necesidades que las fisiológicas y mis ambiciones reposaban en cadáveres de novelas apilados en algún oscuro cajón de mi escritorio. Me acometía una terrible fatiga las cada vez más espaciadas ocasiones en que me propuse retomarlas y mis juveniles recuerdos de trascendencia eran algo tan lejano como el último “te quiero”. Vivía con los sentidos aturdidos y asistía a mi cotidianidad como un espectador silencioso.
En esa tesitura metafísica, de plenitud de la nada, me hallaba cuando un sobre, llegado a la redacción, cambió mi vida. Tamaño folio, marrón claro y con redondeada letra femenina, color negro, garabateando la dirección del periódico y mi nombre. En el Remite unas iniciales para mí desconocidas: S.A.L. Al abrirlo, cuatro finas hojas de papel conformaban una carta, rematada con las tres letras mayúsculas a modo de firma y una dirección de correo electrónico. No voy a revelar su contenido pero sí en qué derivó este suceso, aparentemente tan habitual e inócuo, como que alguien que trabaja en un periódico reciba correspondencia de lectores. Me casé con ella, con Silvia, escribí una novela por año (4) y tuvimos un hijo cada dos.
Con esto, pretendo alentar a aquellos cuya vida siempre se ha quedado corta con respecto a su imagen ideal, porque las desventajas cambian merced al destino y porque, como escribió alguien que no fui yo: “La vida es tantas cosas y la mitad nadie las sabe”
35 comentarios:
Que bueno ser la primera en comentar...
Bueno Carlos, parece que tus personajes estan mejorando de humor, espero que no te contagies de los anteriores, un tanto fracasados y desgraciados.
Me gusto mas este relato que los anteriores
Beduina:
Gracias. Lo cierto es que son las historias quienes me eligen a mí y por tanto, yo no hago más que aceptar los personajes que se me imponen, me gusten más o menos....
Un saludo.
Buenos días Carlos,
¡Qué linda historia! Me gustan esas vueltas de la vida en que alguien aparece sorpresivamente y nos cambia por completo el ecosistema físico y emocional.
Saludos x 2:)
Raquel:
Supongo que esas son las cosas que valen la pena en la vida y que todos, el que lo niegue miente, deseamos nos ocurran...
Dos saludos.
Maestro me descubro el sombrero como siempre, me llama poderosamente la atención el contraste de la primera parte -tan intensa- con el último párrafo de intención moralizante.
Tu eres el autor , ya me dirás algo.
Saludos.
Así que se casó con una admiradora!
Que bien, no pierda las esperanzas Leví, que usted tiene unas cuantas!
Usted me sorprende siempre, cuando estaba a punto de hundirme en la miseria por este pobre hombre, va el tío y conoce a la parienta...
Me gustan estas historias de golpes de efecto tan drásticos en la vida de uno. Son alentadoras.
(Esta noche dormiré mejor)
Su admiradora Ichiara.
No esperar para no desesperar pero eso sí, conservar una cierta energía para actuar. La suficiente como para abrir las cartas que llegan. ¿Se trata de eso, caballero?.
Makiavelo:
Tanto como intención moralizante....lo que quise expresar es que la vida cambia sin que lo esperemos, a veces para bien y otras para peor....en éste caso, fue para mejor...
Un saludo
Juan Pablo:
la esperanza es lo último que se pierde....
un saludo.
Isabel Chiara:
Usted se merece admirar a individuos más valiosos que yo......
Por otro lado, me gustan esas historias en las que el azar interviene de una manera tan notoria...
Saludos y gracias.
Castor:
Sí, uno tiene que escribir su deStino pero, para ello, a veces precisa de una pluma adecuada....
Saludos, caballero.
Sr Leví, sus relatos muestran una realidad que a muchos no nos es ajena, sobre todo a los observadores (y sufridores), y ante tanta matraca que uno tiene que soportar a diario es consolador saber que todavía se estila el buen gusto. Eso no es sólo valioso, es útil.
La mitad? Demasiado optimista...
Isabel Chiara:
Me deja usted con la vanidad inflada...
Un saludo
Laluz:
Sí, prefiero ser optimista que hundirme en la desesperación....
Un saludo.
Querido amigo: se le nota a usted, acaso en exceso, las influencias de sus lecturas. Siempre que abro un libro de Isaac Bashevis Singer me acuerdo de usted y, si bien en estas comparaciones no sale muy bien parado, hay algo en común en el fondo de lo que escriben. Debe ser ese respeto y admiración ante el Destino y su recadero el Azar.
Le mando un saludo y quede con D-os.
Fortunato:
Sí, las comparaciones suelen ser odiosas, más entre un Premio Nóbel y yo. Eso sí, aprendí unas cuantas cosas del gran Isaac.
Un saludo, amigo.
"Si tu destino es morir en la horca, no morirás ahogado". Se me acaba de ocurrir.
Juan Pablo:
Posee usted un cerebro privilegiado, amigo mío...
Más vivo que nunca, pasados los 40. Cualquier momento es bueno, uno nunca sabe cuando la vida le sonreirá...
Saludos
James Joyce:
Cierto, nunca es tarde si la dicha es buena....y los 40 son un momento para comenzar a cambiar...
Saludos.
Todos tenemos momentos, oportunidades, rayos de luz que nos rozan en algún instante, quizás lo que debemos es esperar con una sonrisa, con alegría, con predisposición.
Tu historia, con independencia del final que haya tenido, es bonita, pero todos podemos dibujar una bonita historia si así la hemos sentido. Si cuando recibiste aquél sobre (cualquiera que fuese su contenido), hubieses tenido una actitud negativa, seguro que nada de lo acontecido después hubiese sucedido.
un besito
Frabisa:
Mi historia es pura ficción....pero coincido con sus pareceres...
Saludos.
Bueno ami me gusta que ciertos aspectos de mi vida sean muy mios .....
saludos:)
la vida es tantas cosa y la mitad nadie las sabe, bonita expresión, tienen más valor si las guardamos en el corazón y las compartimos con los seres queridos.
Saludos
Peggy:
Sí, lo óptimo es que sea uno mismo quien escriba su destino pero, siempre surgen imprevistos....
Un saludo
Icue:
Tal vez, a fin de cuenta, somos animales sociales....
Un saludo
Oh!!, pero qué ven mis ojos!!!, mi comentario de ayer no se guardó!!!
Bueno, intentaré repetirme.
Tuvo suerte y el azar le sonrió con una carta. Pero a partir de ahí el mérito fue suyo porque supo ver la señal y aprovecharla.
Bueno, no me acuerdo muy bien de lo que puse, pero creo que esa era la síntesis jajajaja
Mavi:
Lamento que desapareciera tu comentario previo pero �ste tampoco est� mal...
Un saludo.
Carlos, el otro era mucho mejor, en plena inspiración creadora!!!! jajajaja
Mavi:
Si usted lo dice....me lo creo
Esta historia es mucho mas bonita que las anteriores,y a quien como a mi nos encanta soñar,este seria un sueño maravilloso.
También hay que ser optimista de vez en cuando la vida ya es a veces muy triste,para demasiadas personas.
Me gusta que esta historia le eligiera a usted,gracias a ello la podemos disfrutar los que te leemos.
Besitos.Cris.
Cris:
Gracias. La verdad es que, cada tanto, se me aperece alguna historia feliz y luminosa....
Un saludo.
Carlos espero cada día leer en tu blog otra genial historia como esta última,por cierto y refiriendome a esta ....no cree que si supiesemos lo que nos traera la vida sería terrible??
Besitos.Cris.
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