Mi primo y yo desayunábamos plácidamente en el comedor de un pequeño y céntrico hotel lisboeta, cuando nuestra soledad se vió ultrajada por el trajín de un montón de turistas aparecidos de golpe.
- ¿Te díste cuenta de lo feos que son todos? - me preguntó intrigado
- es que hay una convención de feos - respondí con lo primero que se me ocurrió.
- Ah, ya entiendo...y estos son los figurantes ¿no?.
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6 comments
martes, 13 de febrero de 2007
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2 comentarios:
Yo, a los feos los detenía a todos.
Tu comentario me plantea serias dudas sobre tu belleza. Pero en caso que seas guapo, mucho mejor ¿no?
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